Introducción

La música, expresión cultural que está profundamente relacionada con las dinámicas sociales. Esta conexión se hace evidente en los procesos de producción y difusión, en los modelos económicos y el impacto de las tecnologías.

En este sentido, el bambuco colombiano, emerge como un símbolo de identidad nacional y, sobre todo, regional, dado que goza de gran aceptación entre las personas que habitan la región andina, consolidándose como un elemento profundamente arraiga- do a la comunidad. Igualmente, cabe destacar que esta expresión cultural no solo refleja las interacciones entre lo local y lo global, lo tradicional y lo moderno, sino que también evidencia su capacidad de adaptación frente a los cambios sociales, pues según la investigación Adaptación y evolución del bambuco y el pasillo en las dinámicas de la sociedad pastusa, el bambuco evoluciona y se adapta a diversos escenarios en los nichos de escucha, las prácticas sociales, los conciertos, la academia y el intercambio de bienes culturales, consolidándose así como un puente entre el pasado y el presente (Belalcázar, 2024).

Teniendo en cuenta lo anterior, el objetivo del presente estudio es ex- plorar el campo social del bambuco colombiano en la ciudad de Pasto, departamento de Nariño, en un periodo marcado por la predominancia de la industria musical, lo que permite comprender los caminos de adaptación y evolución del género musical en las trasformaciones culturales del siglo XXI.

Reconfiguración de la industria musical en el siglo XXI

En la modernidad del siglo XXI, los modelos económicos para el ejercicio musical se han reconfigurado, pues la producción ha alcanzado niveles inimaginables en comparación con hace cien años, y los paradigmas con res- pecto a la cultura, la identidad y tradición se han transformado, dado que la música ya no se percibe de la misma manera, y son nuevos los individuos quienes integran la sociedad en sus diferentes campos, adoptando así nuevas formas de recrearse y de proyectar ideales de vida a través de ella.

En este contexto, el músico emisor, creador o productor y también el escucha, crítico o receptor de una manifestación musical se convierte en un agente social, con la capacidad de intervenir en las estructuras sociales, de tal manera que, con sus acciones orientadas a la creación, lucha y participación se puede negociar y transfor- mar lo que se percibe socialmente en torno al bien simbólico que representa la música.

El bambuco: símbolo cultural

El bambuco es un género musical ampliamente aceptado, símbolo de la cultura nacional y, en la región, goza de popularidad dado que adquiere un carácter distintivo. Aunque académicamente no existe una prueba irrefutable que respalde su relación con expresiones autóctonas como el sonsureño, la presencia del bambuco ha sido tan significativa que hace parte de la obra de destacados compositores y persiste en el imaginario local, en escenarios de la pedagogía musical establece vínculos con el sentido de identidad de los agentes sociales.

El bambuco es un género territorial e históricamente diverso, sus orígenes no tienen un registro preciso que permita vislumbrar con claridad su procedencia, sin embargo, de la manifestación sonora que se arraigó en la zona andina también surgieron bastantes estilos que paulatinamente se ajustaban a los valores culturales de cada región. En este sentido, Martha Enna Rodríguez expresa que: “los bambucos según su ubicación geográfica, lejos de pertenecer a un concepto unificado, eran fusiones de prácticas de gusto preferente según la región” (Rodríguez, 2012, p. 316).

Como resultado, la disciplina investigativa en la región ha dado lugar a importantes contribuciones, las de José Menandro Bastidas en Compositores nariúenses de la zona andina 1860- 191/ (2011) y Luis Gabriel Mesa Martínez en Luis Enrique Nieto: La música nariúense en los aúos del Clavel Rojo (2015). Estas obran permiten analizar cómo el bambuco se consolidó como parte de la identidad nacional en el siglo XX y en el siglo XXI, emerge una nueva era cultural caracterizada por la tecnología de vanguardia y sistemas de comunicación rápidos y eficientes.

La música, fenómeno social: identidad y transformación del bambuco

La connotación popular que recibe la música es un fenómeno social que describe cómo es percibida y el impacto que puede generar en sus agentes sociales como en la misma manifestación sonora. Ante ello, Theodor Adorno propone algunos elementos para analizar los nexos que vinculan a la música y a la sociedad, de los cuales destacan los que se relacionan con las preferencias colectivas y los fenómenos de la tradición, dado que son relevantes para el objeto de estudio:

El plano de la conciencia del agente social, expresado en su preferencia sonora o cualidad para apreciar la misma, se manifiesta a través de medios materiales como la reproducción de audio, ya sea en su modalidad analógica o digital, y, por otro lado, la música en vivo. Lo mencionado anteriormente, Adorno (1973), lo denomina “fetiche”, el cual es palpable en melómanos y amantes predilectos a una corriente musical, siendo así el objeto simbólico que actúa como un diferenciador social, esto ocurre con el nicho social asociado al bambuco. Según Adorno: “la conciencia de las masas de los oyentes es adecuada a la música hecha fetiche” (1973, p. 33).

En ese orden de ideas, Adorno (1973), también conceptualiza dos fenómenos relacionados con la música, la tradición y el envejecimiento de la nueva música, en donde la tradición es entendida como el concepto social que abarca las actividades destinadas a preservar prácticas y costumbres a lo largo del tiempo, enfrentando a compositores e intérpretes al dilema de innovar o conservar, mientras que el envejecimiento de la nueva música se refiere al cambio de percepción derivado de las transformaciones en las dinámicas sociales y los criterios de aceptación.

Metodología

La música, entendida como un bien cultural, constituye un eje fundamental en el dinamismo social del siglo XXI, su capacidad para incluir y empoderar a diversos agentes sociales permite observar cómo se entrelaza el sentido de identidad, las tradiciones y prácticas colectivas. En este sentido, se busca hacer una reflexión cualitativa que busca profundizar en las dinámicas sociales que emergen a partir de este arte sonoro.

La técnica empleada en el presente estudio es el análisis documental, una estrategia que facilita la recopilación de información a través de un muestreo dirigido a las fuentes representativas y relevantes (Hernández, 2014). Este método proporciona un marco comprensivo para entender las interacciones sociales con el objeto de estudio, sustentado en conceptos y posturas de destacados académicos del ámbito social, de las expresiones artísticas de Theodor Adorno (1973) y Pierre Bourdieu (1979). La recolección de datos se llevó a cabo a través de fuentes secundarias, incluyendo libros, artículos y estudios previos relacionados con el bambuco, la identidad regional y el concepto de campo social.

El estudio se centró en la comunidad de Pasto, ubicada en el suroccidente colombiano, caracterizada por su condición geográfica fronteriza con Ecuador. Esta proximidad influye en la compartición de costumbres y representaciones similares en el folklore de ambas regiones. Igualmente, se destaca el papel de las singularidades históricas, con los relatos antibolivarianistas y las brechas en el pensamiento remanentes de las guerras independentistas, que refuerzan un sentimiento de autonomía en la identidad regional más fervoroso que la representación patria (Mesa, 2020).

En torno al análisis se tomó como eje central el concepto “campo social” o “nicho social” aplicado al bambuco, el cual hace parte de la estructura social de la comunidad, no obstante, este no es definido por ella, sino por el vínculo que desarrollan los individuos con un referente común y, cuyas bases se definen por las relaciones del individuo con el bien simbólico, en este caso, el bambuco. En palabras de Bourdieu, el campo social cruza “[...] la fase crítica de la constitución de un campo autónomo que reivindique el derecho a definir él mismo los principios de su legitimidad” (1997, p. 99).

Cabe resaltar que el campo social, es entendido como el espacio de juego, lucha e intereses entre los y las participantes, el cual podrá variar según el tipo de interacción de los individuos, esto de acuerdo a los tipos de escuchas, lo cual se puede relacionar con lo ex- puesto por el sociólogo francés Pierre Bourdieu. Desde esta perspectiva, el espectro de escucha abarca desde aquel que percibe la música como una referencia social o ligera, sin detenerse a apreciar su capital simbólico o sumergirse en la experiencia estética, hasta el crítico o experto que analiza cada detalle del bien simbólico con minuciosidad (Bourdieu, 1979).

Finalmente, cabe mencionar que el concepto de identidad en este análisis se aborda desde la pertenencia regional y nacional, de manera que el presente análisis se extiende desde la autonomía de la idiosincrasia nariñense y/o pastusa con respecto al bambuco, hasta el espíritu nacionalista que este género evoca en el sentir popular de la música andina colombiana.

Resultados

La música cumple un papel importante en la sociedad. En este caso, el género andino colombiano se cimentó en el seno de familias y en actividades que centralizaban a la comunidad en tertulias familiares, celebraciones privadas y encuentros públicos después de la misa dominical en la plaza principal del poblado.

El recorrido histórico del bambuco muestra que ha tenido cambios significativos en sus atributos sonoros, no obstante, los estudios musicales alrededor del género no logran evidenciar una relación contundente e irrefutable de su procedencia en el folklore al estado puro con raíces negras o raizales, por lo cual se hablará en primera instancia del bambuco andino colombiano, como el género urbano que se estableció durante la primera mitad del siglo XX.

Un siglo entero trae consigo trans- formaciones significativas en el acontecer artístico universal y regional. Aunque Colombia es catalogado un país en desarrollo y Pasto una ciudad de población centralizada y rural que no supera los 500.000 habitantes, el espíritu de modernización, la industria y la tecnología tienen un lugar de importancia en la cultura y en el acontecer artístico de la ciudad (Belalcázar, 2024).

En el auge del bambuco a inicios del siglo XX, durante la primera industrialización mecánica de la música grabada, los paradigmas sociales se mecían entre aceptar y disfrutar de la presentación física del acetato con música grabada, y el estigma que esta tenía por quienes defendían la música en vivo, llamándola “música molida” (Bastidas, 2014).

En el siglo XXI los medios para escuchar música cambian significa- tivamente. En primera instancia la televisión llegó a su punto más alto en términos de alcance, no obstante, su recepción entra en declive, pues ha sido superada por los servicios de entretenimiento que provee la conexión a internet. Lo anterior aceleró el intercambio cultural y consolidó una proyección mediática que ha influido significativamente en los modelos económicos y de producción artística. Para la gran mayoría de países de Amé- rica Latina, la industria musical ya se ha establecido como un sector clave, generando un intercambio masivo de bienes simbólicos impulsado por el uso civil de la tecnología digital, que ha permitido un aumento significativo en la producción, masificación y difusión de los mismos.

El formato físico del disco dio paso al CD, que posteriormente fue descontinuado a causa de la masificación de los medios digitales. Sin embargo, aquellos formatos físicos adquirieron un gran valor para sus propietarios y para un grupo selecto de personas fieles a los contenedores de larga duración, co- leccionistas y melómanos, los cuales poseen grandes compilaciones, que son usados en encuentros esporádicos, pero no cotidianos, ya que los medios digitales son una opción más práctica para el uso ordinario. Dentro de estas colecciones se destacan producciones regionales de gran valor, la de Maruja Hinestrosa, De Mi Terruño, Sonolux, 1965, del Trío Nuevo Amanecer, Sonolux Medellín, 1987. Actualmente, gran parte de estas compilaciones de bambucos y pasillos está disponible en la plataformas digitales Spotify, Youtube o Amazon.

El bambuco tiene un lugar especial entre los coleccionistas y/o melómanos, debido a su carácter exótico y regional. No obstante, su producción fue relativamente limitada en comparación con la producción de otras regiones del país, donde la música andina colombiana prevalece con más intensidad en la cultura popular y donde también los elementos para la producción fonográfica eran más accesibles. Esta música es considerada “envejecida”1, no tanto por el medio instrumental de reproducción, sino por las percepciones populares que la rodean, pues el bambuco tradicional es una ventana que permite añorar el pasado. Además, adquirir el material para reproducir los acetatos requiere de una inversión económica mayor en comparación con los servicios musicales de las plataformas digitales. Aunque dichas plataformas modifican el sonido debido a la digitalización y la remasterización, son las que han permitido que más público pueda sumarse al gusto del género y, por ende, sea el medio más utilizado para el intercambio de este bien musical.

1. La consideración de la música envejecida no depende del medio de reproducción, sino de la percepción del colectivo. A tra- vés de estos mismos medios se difunden materiales audiovisuales con sesiones en vivo, videoclips y trasmisión de conciertos.

Cabe mencionar que en los medios masivos de difusión su alcance no es popular o “viral”, concepto que refleja la importancia basada en el alcance de público que logra captar una publicación a través de medios digitales: redes sociales y plataformas. En este contexto, el máximo nivel de alcance social recae en un sector popularmente conocido como la industria musical. Este concepto no refiere precisamente a una empresa o un sector con agentes definidos, sino al espíritu modernista de producción y competitividad de los artistas por el posicionamiento de material sonoro en el mercado. Sin embargo, ocasionalmente la visualización de la música andina colombiana, especialmente de bambucos, alcanza niveles considerables de visitas, likes o seguidores.

De esta manera, el bambuco se mantiene como un agente activo en la apreciación grabada, complementado por la música en vivo, que es cuando los músicos comparten la experiencia musical directamente a través de la ejecución de sus instrumentos. Esta práctica, aunque es efímera, ha sido históricamente la forma predominante de expresión musical en las culturas. En este caso los agentes sociales que participan son dos: los receptores y los emisores, en donde los primeros son los escuchas y/o críticos de la música en vivo, y los segundos, son los artistas, ya sea intérpretes de algún instrumento en particular o cantantes.

En ese orden de ideas, los recepto- res son considerados un nicho social, con preferencias musicales que se centran en este género. Paulatinamente los espacios para compartir este tipo de música son cada vez más privados que públicos, reduciéndose a serenatas particulares o eventos de conglomeración reducida en los que ocasionalmente se escoge el bambuco para amenizar ocasiones especiales.

Ahora bien, la modernidad genera cambios significativos en torno a los espacios en los que se difunde la música en vivo, lo que provoca una nueva significación popular de la palabra “concierto”, cuando se refiere a eventos musicales caracterizados por una gran concurrencia de público con tecnología capaz de cubrir una plaza pública o un estadio, además de contar con iluminación, pantallas gigantes y presentaciones musicales en vivo. Aunque no siempre se cumplen las expectativas, este es el ideal popular, en contraste con las tertulias y los conciertos más íntimos, que tienen un alcance menor en relación a la cantidad de población que hoy alberga la capital de Nariño.

En estos escenarios, el bambuco sureño o sonsureño prevalece en mayor medida, integrándose a orquestas de música tropical, grupos de música popular latinoamericana, jazz y rock, mientras que la manifestación tradicional a través de su instrumentación o formato autóctono del bambuco es relegada de los grandes conciertos.

Es posible que las coyunturas históricas y los contra relatos sobre las guerras independentistas refuercen una identidad colectiva auténtica y diferenciada del nacionalismo impreso en el bambuco de la zona andina, “el espíritu del hombre sureño ha creado una defensa psicológica que pretende

ignorar su cultura y la mancha histórica de haber sido la excepción y no la regla” (Bastidas, 2011, p. 21).

En cuanto a los emisores directos, los artistas compositores e intérpretes, se organizan en nichos categorizados por corrientes musicales, cada una con su cualidad sonora y generalmente identificados con el género específico. Entre estos nichos se encuentran los mariachis, los tríos vocales/instrumentales, las orquestas de música tropical, las bandas de rock, los grupos de músi- ca tropical latinoamericana, los grupos de baladas, entre otros.

Es importante destacar que un artista puede sobresalir en un nicho específico sin que esto lo limite a ejercer únicamente en él. Esto se observa en la región, famosa por gozar de artistas con gran destreza y versatilidad para participar en distintos géneros musicales. Así, un músico cualificado y con experiencia en la salsa puede también involucrarse con otras corrientes sonoras, ya sea la música académica, el bambuco o el jazz. Esto refleja que los nichos no solo influyen en la elección de un individuo por una corriente musical particular, sino que impactan de manera directa en las dinámicas laborales y económicas de los artistas.

La actividad relacionada a este género convoca a los artistas a crear grupos de estudio, conversatorios particulares, académicos y/o formativos, y también a conformar agrupaciones en formatos convencionales y atípicos. Además, se dedican a producir contenido sonoro y audiovisual, amenizar tertulias y eventos privados, hacer gala en festivales, concursos y series de con- ciertos culturales con alcance regional, nacional y eventualmente internacional. Esta labor lleva a sus agentes a comprometerse con la identidad y la tradición a través de símbolos como la música, el bambuco de la música andina colombiana.

El 6/8 se conecta pedagógicamente con el bambuco, y viceversa, un hallazgo que destaca cómo los individuos de Pasto se relacionan con esta métrica. Existe una influencia notable del bambuco sureño o “sonsureño” en géneros como la música tropical, la música popular latinoamericana y la música campesina. Aunque en la mayoría de los casos no alcanza la forma del bambuco andino del siglo XX, el “sonsureño” representa un camino significativo para que artistas y oyentes se acerquen al bambuco. Es fundamental, en el contexto del aprendizaje, considerar la ambigüedad derivada de la diversidad de géneros popularizados en América Latina que se interpretan a ritmo de 6/8, como el albazo, el carnavalito y la chacarera.

Actualmente, la música andina ya no causa fervor inmediato en la identidad nacional. Sin embargo, las acciones pedagógicas de los artistas, entidades privadas y operadores particulares continúan transmitiendo el conocimiento del bambuco, evocando un sentimiento nacionalista de antaño. Logros como la participación y reconocimiento en concursos nacionales, la difusión a través de producciones textuales y sonoras, así como la investigación y el intercambio de saberes, constituyen espacios significativos para quienes participan en este nicho musical.

De forma general, el bambuco resiste en las dinámicas de la sociedad pastusa en su estado tradicional en nichos específicos que gustan del género, también en sus posibles vínculos con los géneros derivados de él. Como ocurre con gran parte del folclore en su estado puro (Carpentier, 1977).

Así mismo, se considera que, aunque el trabajo de difusión de los artistas es laborioso y lleno de pasión, los medios de comunicación tienden a centrar su interés en productos musicales vinculados a tendencias del comercio mediático. Ocasionalmente, se utilizan vestigios de lo tradicional en producciones de interés comercial para señalar lo nacional. Esto suele pasar también con manifestaciones procedentes de la diversidad cultural en todo el territorio nacional, como la cumbia, el vallenato, la música tropical, la música de marimba de chonta del Pacífico.

Por otro lado, un espacio en que el bambuco tiene una presencia significativa en el ámbito académico y en la producción del conocimiento. Su procedencia y su impacto en la socie- dad colombiana continuamente es un tema de interés y debate, y es abordado constantemente desde múltiples paradigmas musicológicos, sociológicos y etnográficos.

Conclusiones

La música andina colombiana, aun- que su nicho social es reducido des- taca porque sus agentes son fieles al género. Este grupo comprometido con sus raíces culturales no siempre está motivado por intereses comerciales. La comunidad que apoya la música colombina aprecia profundamente su riqueza cultural, se dedica a salva- guardar la identidad de este legado, y a hacer uso de él en manifestaciones artísticas que se relacionan con el sentido de identidad colectiva de su pueblo.

Las restricciones de alcance y cantidad de público limitan también sus posibilidades de materializar movimientos culturales en que pueda destacar la presencia del género. Como resultado los músicos que relacionan su actividad musical a través del bambuco están casi en su totalidad emparentados con otro género musical. Esta interconexión provoca que el bambuco no solo reciba influencias de diversas corrientes sonoras, sino que también tenga un impacto en ellas. Además, esta dinámica está intrínsecamente vinculada a la formación de intérpretes, autores y compositores en Pasto.

El bambuco una insignia de la mú- sica colombiana, adquirió un notable valor y una destacada permanencia en las dinámicas sociales del siglo XX, sobresaliendo en un abundante mercado musical. En una época en la que los medios de comunicación eran centralizados, surgió la necesidad de un nacionalismo cultural que fortaleció el vínculo con la identidad nacional, asegurando la perpetuación de este género es un bien simbólico, sin embargo, las transformaciones sociales son inevitables, y con ellas, su valía y presencia en el plano cultural también ha experimentado cambios.

Así mismo, se identifica que la co- munidad nariñense se refleja más con el bambuco sureño, o sonsureño, que se ha convertido en el ritmo insignia de expresiones autóctonas como la música campesina, al tiempo que su esencia se manifiesta en los géneros tropical, rock y jazz. Es posible que el declive del espíritu de identidad inmediato asociado al bambuco de la zona andina sea un reflejo de las secuelas de las guerras independentistas, dando lugar a un sentimiento de identidad atípico respecto al nacimiento de la nación. En este contexto, los habitantes de la región destacan un fervor popular por el sonsureño y un profundo orgullo regional.

Dentro del campo social, el bambuco2 reúne a artistas, compositores, intérpretes, educadores, melómanos, académicos, productores musicales, entre otros. Aunque su preferencia por parte de los agentes culturales es limitada, quienes siguen este género son leales y apasionados. Su conexión con el espíritu nacionalista es de índole historicista, ya que resuena el eco de haber estado profundamente relacionado con lo nacional.

Así, se sostiene que la pedagogía será el camino para preservar los atributos sonoros y las manifestaciones que son únicas en distintos territorios y espacios en el mundo. No obstante, el carácter masivo, mediático y mercantil amenaza con eclipsar las expresiones tradicionales y/o autóctonas. A pesar de esto, la vida práctica y cotidiana de la tradición se encuentra en constante transformación, permitiendo que la comunidad mantenga el sentimiento que vincula a la expresión sonora con el territorio.

2. El bambuco está abierto a cambios y a ser adaptado a nuevas corrientes musicales, pero en su estado tradicional relacionado con la zona andina está en etapa de conservación.

Resumen

Abstract