ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA Recibido:
14/07/2025
Aprobado: 24/09/2025
John Alexander Rosero Paspur
Maestro en
Artes Visuales Universidad de Nariño
DOI: https://doi.org/10.22267/rceilat.2556.146
Resumen
Este artículo
presenta la síntesis de una investigación orientada a diseñar e implementar una
propuesta curricular que promueve la integración de la cultura local mediante
la educación artística en estudiantes de los grados sexto a undécimo de la
Institución Educativa Rural La Unión, ubicada en Suaza, Huila. La investigación
se enmarca en un enfoque cualitativo con perspectiva crítico-social,
desarrollada bajo la metodología de investigación-creación permitiendo
comprender de manera profunda las prácticas educativas actuales y proponer
transformaciones significativas en el currículo del área artística. La
propuesta surge de la necesidad de responder a vacíos identificados en los
contenidos curriculares vigentes, los cuales presentan desconexión con el contexto
cultural de la comunidad. Se diseñaron experiencias pedagógicas que incorporan
técnicas como el dibujo, la pintura, la fotografía y procesos curatoriales,
orientadas a favorecer el reconocimiento del patrimonio cultural huilense desde
una mirada expresiva y participativa.
Los hallazgos
destacan que la incorporación del arte como puente entre cultura y escuela no
solo mejora el interés y la motivación de los estudiantes, sino que también
promueve una comprensión más profunda de su identidad. Esta propuesta
representa una alternativa viable para articular los saberes culturales con el
currículo, contribuyendo así a la formación integral de los estudiantes y al
fortalecimiento del sentido de pertenencia hacia su territorio.
Palabras clave: Cultura local, Currículo escolar, Educación artística, Educación rural.
Abstract
This article presents the synthesis of a
research project aimed at designing and implementing a curricular proposal that
fosters the integration of local culture through arts education for students in
grades six to eleven at the Rural Educational Institution La Unión, located in
Suaza, Huila. The study follows a qualitative approach with a critical-social
perspective and was developed under the research-creation methodology, allowing
for a deep understanding of current educational practices and the proposal of
meaningful transformations in the arts curriculum. The initiative responds to
gaps identified in the existing curricular content, which show a disconnection
from the community’s cultural context. Pedagogical experiences were designed,
incorporating techniques such as drawing, painting, photography, and curatorial
processes, aimed at promoting the recognition of Huila’s cultural heritage from
an expressive and participatory perspective.
The findings highlight that incorporating art
as a bridge between culture and school not only enhances students’ interest and
motivation but also fosters a deeper understanding of their identity. This
proposal represents a viable alternative to articulate cultural knowledge with
the curriculum, thus contributing to students’ holistic education and
strengthening their sense of belonging to their territory.
Keywords: Local culture, School curriculum, Arts
education, Rural education.
Introducción
En los
territorios rurales, la escuela representa mucho más que un espacio de
formación académica, es una extensión de su cotidianidad donde se construye
identidad, se transmiten saberes y se mantiene viva la memoria colectiva. En
este contexto, la educación artística tiene el potencial de convertirse en un
puente entre las experiencias culturales de los estudiantes y su proceso
formativo. Sin embargo, en muchas instituciones educativas rurales de Colombia,
este potencial se ve limitado por propuestas curriculares descontextualizadas
que mantienen enfoques homogéneos y alejados de las realidades culturales,
sociales y territoriales de los estudiantes. Esta desconexión entre currículo y
territorio limita la capacidad de la escuela para responder a las necesidades
identitarias de los jóvenes rurales, quienes, como señala Cifuentes-Garzón
(2021), construyen su identidad en estrecha relación con su entorno
sociocultural, siendo la escuela un espacio clave para dicha configuración.
Tal es el caso de la Institución Educativa Rural La Unión, en el municipio
de Suaza, Huila, donde las expresiones culturales propias del territorio no han
sido plenamente integradas al currículo de educación artística. A pesar de los
esfuerzos institucionales por mantener vivas algunas manifestaciones culturales
a través de diversas actividades o proyectos transversales como la Cátedra de
la Huilensidad, estas acciones no han logrado
consolidarse como parte estructural del proceso pedagógico. En este sentido, el
Ministerio de Educación Nacional - MEN enfatiza que los diseños curriculares
para esta área y los criterios aplicables para una educación de calidad,
pertinente y eficaz deben basarse en propuestas curriculares flexibles e
integradas con las demás áreas, especialmente en contextos rurales donde los
desafíos sociales, geográficos y culturales exigen respuestas educativas
situadas (MEN, 2022, p. 48).
Esta investigación nace precisamente de esa necesidad: construir una
propuesta curricular que reconozca, valore y articule las expresiones
culturales del Huila con los lenguajes artísticos. Para ello, se planteó como
primer paso un análisis de la malla curricular del área de artística,
implementada en años anteriores, se analizó a través de los lineamientos
curriculares vigentes para el área, posteriormente se estudió las principales
manifestaciones culturales y artísticas del municipio, con el fin de integrarlas
como temas de exploración creativa en el currículo. El análisis comparativo de
documentos permitió identificar información clave que sirvió de base para el
diseño de una propuesta curricular en educación artística. Esta propuesta
integra elementos del patrimonio cultural local no únicamente como contenidos
temáticos, sino como ejes articuladores de experiencias de aprendizaje
significativas, que promueven el reconocimiento, la valoración y la apropiación
del entorno sociocultural por parte de los estudiantes.
El desarrollo de esta propuesta se centró en generar experiencias
pedagógicas que permitieran a los estudiantes explorar y representar su cultura
a través de los diversos lenguajes artísticos plásticos y visuales, generando
una nueva perspectiva de los elementos culturales presentes en su contexto.
Estas experiencias, concebidas desde una perspectiva participativa, fueron
implementadas en el aula mediante actividades que promovieron las competencias
específicas del área, tales como: sensibilidad perspectiva, producción,
creación y la comprensión crítico cultural como base fundamental de su proceso
creativo.
Como cierre del proceso, se llevó a cabo una curaduría artística que
permitió al docente establecer categorías visuales, conceptuales y
estructurales presentes en los trabajos realizados por los estudiantes. Esta
curaduría no solo evidenció los fundamentos técnicos de las obras, sino que
también permitió visibilizar el arte como un canal legítimo para retratar su
realidad cultural, expresar sus vivencias y compartirlas con otros desde una
mirada auténtica y significativa.
Diversas investigaciones respaldan esta perspectiva. A nivel nacional,
Montoya Jaramillo (2021) evidenció que los currículos de educación artística en
zonas rurales no están adecuadamente contextualizados, lo que limita su impacto
en el desarrollo integral de los estudiantes. Su propuesta de un Currículo de
Arte Integrado (CAI) demuestra que es posible articular las disciplinas
artísticas con otras áreas del conocimiento, siempre que se parta de las
realidades culturales del territorio. De manera similar, Ordóñez Perafán et al. (2023) destacan el valor del proyecto
pedagógico transversal “Huilensidad” como estrategia
para fortalecer la identidad cultural en Suaza, aunque advierten sobre la
necesidad de mayor integración curricular y participación estudiantil.
En el plano
internacional, estudios como el de Martínez Estrada et al. (2021) en Cuba y
Fontal-Merillas y de Castro-Martín (2022) en España, coinciden en que la
educación artística es un medio eficaz para promover la identidad cultural,
siempre que se integre de manera consciente y crítica al currículo escolar.
Estos hallazgos refuerzan la idea de que el arte no debe ser un complemento
decorativo, sino un eje articulador del conocimiento, la sensibilidad y la
pertenencia. En esta misma línea, los procesos curatoriales emergen como una
herramienta pedagógica clave para lograr dicha articulación. Según Díaz
Fernández y Ledesma Gómez (2021), “la curaduría pedagógica se entiende como una
práctica educativa que organiza, selecciona y contextualiza contenidos culturales
y artísticos, generando experiencias significativas de aprendizaje”. Esta
perspectiva permite comprender la curaduría no solo como una labor
museográfica, sino como una estrategia educativa que vincula el currículo con
las realidades culturales del entorno, promoviendo una educación situada,
crítica y transformadora.
El artículo
presenta los fundamentos, el proceso metodológico y los resultados de esta
propuesta, concebida desde una visión situada de la educación artística, en la
que el arte no es un accesorio, sino un vehículo esencial para formar sujetos
sensibles, conscientes y comprometidos con su cultura.
Metodología
El
desarrollo de esta investigación se llevó a cabo mediante el paradigma
cualitativo, el cual ofrece herramientas para conocer, explorar e interpretar
las experiencias, significados y construcciones culturales de los participantes
en su entorno educativo a través de los procesos artísticos. La investigación
cualitativa busca comprender los fenómenos sociales desde la perspectiva de los
participantes, explorando sus significados, experiencias y contextos. A
diferencia de la investigación cuantitativa, que se enfoca en la medición y el
análisis estadístico, la cualitativa se basa en métodos interpretativos que
permiten representar la realidad a través de entrevistas, observaciones,
narrativas y otros materiales empíricos.
Según Denzin y
Lincoln (2011), este tipo de investigación consiste en un conjunto de prácticas
interpretativas y materiales que hacen visible el mundo, y se caracteriza por
su enfoque naturalista, ya que estudia los fenómenos en sus entornos reales,
intentando comprenderlos a partir de los significados que las personas les
atribuyen.
Flick (2021),
menciona que la investigación cualitativa se desarrolla en un ciclo dinámico,
donde la teoría inicial permite el acceso al campo, se construye un texto a
partir de los datos recolectados, se interpreta y, finalmente, se genera una
nueva teoría, en un proceso que puede avanzar, retroceder o reformularse según
las necesidades del estudio.
Este paradigma
resulta especialmente pertinente para explorar cómo los estudiantes interpretan
y viven la cultura huilense a través del arte. La investigación cualitativa
permitió recoger datos ricos y contextuales mediante técnicas como el análisis
documental, la creación de una propuesta curricular, la creación artística y la
curaduría colectiva, proporcionando una visión integral de las dinámicas
culturales presentes en la institución.
La
investigación se orientó desde el enfoque socio-crítico, el cual reconoce la
necesidad de comprender y transformar la realidad educativa mediante la
participación activa de los sujetos. En contextos como el de esta institución
rural, donde se busca fortalecer la identidad cultural y el sentido de
pertenencia, este enfoque permite que los estudiantes no sean solo informantes,
sino protagonistas del proceso investigativo. Como señala Agreda (2014), la
investigación socio-crítica busca una conciencia autorreflexiva y crítica para
transformar la realidad bajo un contexto cultural, donde el diálogo, el debate
y la praxis sean los ejes del quehacer investigativo. En esta línea, la
educación artística se concibe como una herramienta de empoderamiento cultural,
y la creación de obras que reflejan la identidad huilense se convierte en un
acto de resistencia simbólica y afirmación colectiva.
El tipo de
investigación empleado se enmarca en la investigación-creación, una modalidad
que articula la práctica artística con la producción de conocimiento. Esta
forma de investigar reconoce que el proceso creativo no solo genera productos
estéticos, sino también saberes significativos que emergen de la experiencia,
la reflexión y la interacción con el entorno. Según Vera-Cañizares (2021), la
investigación-creación es el trabajo emprendido por artistas que objetivan el
proceso artístico, teniendo como producto final la obra de arte. En este caso, dela creación de una propuesta curricular basada en la
cultura huilense y de su implementación nacen procesos creativos por parte de
los estudiantes, a través de dibujos, pinturas y fotografías.
Las propuestas
artísticas desarrolladas por los estudiantes no se reducen a una aplicación
técnica de procedimientos visuales; por el contrario, constituyen
manifestaciones significativas de su experiencia cultural. En cada obra se
evidencian narrativas personales, símbolos del entorno y referentes
identitarios que permiten al observador acceder a formas de conocimiento y
sentido que emergen desde el territorio.
El desarrollo
metodológico se estructuró en varias fases: una etapa de exploración y
contextualización, en la que se aplicó un cuestionario a un grupo focal de
estudiantes, en el cual se indagó sobre los saberes previos que ellos tenían
sobre su cultura y se revisaron documentos clave como la malla curricular
existente de años anteriores, la Cartilla de la Huilensidad
y los lineamientos curriculares; posteriormente se dio lugar a una fase de
diseño y creación de la propuesta curricular; una etapa de implementación,
donde los estudiantes produjeron obras artísticas como expresión de su
identidad cultural; y finalmente, una fase de reflexión, sistematización y
socialización, en la que se analizaron las obras, se registraron las
experiencias y se presentó la propuesta a la comunidad educativa.
Durante todo el proceso se emplearon técnicas cualitativas como el análisis
documental, el cuestionario exploratorio, el registro fotográfico, la memoria
audiovisual y la curaduría participativa. Esta última se concibió como una
estrategia metodológica que articuló la reflexión crítica, la toma de
decisiones colectivas y la apropiación del conocimiento por parte de los
estudiantes. Lejos de ser una simple selección de obras, la curaduría se
convirtió en un espacio de diálogo donde los participantes analizaron los
contenidos simbólicos, estéticos y culturales de sus producciones. Como lo
plantea Marín Viadel (2011), las metodologías
artísticas de investigación permiten que los estudiantes no solo creen, sino
que desarrollen competencias investigativas a través del arte. Así, la
curaduría participativa se transformó en una herramienta pedagógica que
promovió la autonomía, el pensamiento crítico y la construcción colectiva de
sentido.
Resultados
Análisis de los
antecedentes curriculares
Los
antecedentes curriculares desarrollados en el área de educación artística,
junto con las orientaciones emitidas por el Ministerio de Educación Nacional en
2022, permitieron evidenciar una desconexión significativa entre la propuesta
institucional y los lineamientos oficiales vigentes debido a que se perciben
inconsistencias con respecto al uso adecuado de las competencias, la idoneidad
de los temas por grado y técnica y su relación superficial con proyectos
transversales e institucionales. Esta brecha se manifiesta, en primer lugar, en
la ausencia de una estructura curricular basada en competencias específicas,
tal como lo establece el MEN, que define la educación artística y cultural como
un campo de conocimiento orientado al desarrollo de la sensibilidad perceptiva,
la producción-creación y la comprensión crítico-cultural (MEN, 2022, pp.
58-70). La malla de años anteriores, por el contrario, mantiene una
organización centrada en estándares y desempeños generales, sin articularse a
las trayectorias educativas ni a los enfoques contemporáneos de formación
integral.
La educación artística, en su concepción actual, trasciende la mera
enseñanza de técnicas o habilidades expresivas. Se concibe como un proceso
formativo que integra dimensiones estéticas, éticas y políticas, orientado a la
construcción de subjetividades críticas y culturalmente situadas (Zapata, 2017;
Gardner, 1990; Eisner, 1998). En este sentido, la propuesta curricular del MEN
enfatiza la necesidad de una educación artística que promueva el pensamiento
divergente, la reflexión sobre la diversidad cultural y la participación activa
en la vida social a través de prácticas simbólicas significativas (MEN, 2022,
pp. 22-36). La malla curricular de años anteriores, sin embargo, no incorpora
estos principios, limitándose a una visión instrumental del arte, centrada en
la ejecución de actividades sin una mediación pedagógica que favorezca la
construcción de sentido.
Investigaciones recientes han demostrado que el desarrollo de competencias
artísticas específicas, como la sensibilidad perceptiva, permite a los
estudiantes establecer relaciones cualitativas con su entorno, ampliando su
capacidad de observación, contemplación y valoración estética (Wolf, 1991; MEN,
2010). Asimismo, la competencia de producción-creación implica no solo la
manipulación técnica de materiales, sino la capacidad de transformar
simbólicamente la experiencia, integrando emociones, conocimientos y contextos
culturales (Gardner, 1990; Eisner, 1998). Finalmente, la comprensión
crítico-cultural exige una lectura reflexiva de las prácticas artísticas,
reconociendo sus dimensiones históricas, sociales y políticas, lo cual es
fundamental para la formación de ciudadanos sensibles y comprometidos (Aguirre,
2005; MEN, 2022, pp. 66-69).
La malla curricular de años anteriores tampoco responde a los principios de
inclusión, equidad e interculturalidad que orientan la política educativa
nacional. El MEN plantea que la educación artística debe ser un espacio para el
reconocimiento de la diversidad, la construcción de paz y la transformación
social, especialmente en contextos rurales y vulnerables (MEN, 2022, pp.
48-51). No obstante, la propuesta institucional carece de estrategias
pedagógicas que integren estos enfoques, reproduciendo una lógica homogénea y
descontextualizada del aprendizaje artístico.
En cuanto a la evaluación, el documento oficial del MEN propone un enfoque
cualitativo, reflexivo y participativo, que valore los procesos de aprendizaje
más allá de los resultados, promoviendo la autoevaluación, la coevaluación y la
indagación pedagógica (MEN, 2022, pp. 79-85). La malla curricular de años
anteriores, en cambio, mantiene una visión tradicional de la evaluación,
centrada en criterios de desempeño sin una articulación clara con las
competencias ni con los procesos de construcción de conocimiento.
En síntesis, la malla curricular de artística aplicada en años anteriores,
no se encuentra alineada con las orientaciones curriculares del MEN, ni en su
estructura, ni en sus fundamentos pedagógicos, ni en sus propósitos formativos.
Esta desactualización compromete la calidad y pertinencia de la educación
artística ofrecida, y evidencia la necesidad urgente de una revisión y
actualización curricular que responda a los desafíos contemporáneos de la
educación artística y cultural en Colombia.
Creación de una
nueva propuesta curricular basada en las orientaciones curriculares para la
educación artística y cultural en educación básica y media propuestas por el
MEN
La
propuesta curricular del área de Educación Artística y Cultural de la
Institución Educativa La Unión, elaborada en 2024, constituye un avance
significativo en la actualización y contextualización del currículo escolar, en
consonancia con las orientaciones curriculares del Ministerio de Educación
Nacional (MEN, 2022) y los principios formativos de la Cátedra de la Huilensidad (Gobernación del Huila, 2011). Esta propuesta
se estructura a partir de un enfoque por competencias, integrando las
dimensiones de sensibilidad perceptiva, producción-creación y comprensión
crítico-cultural, tal como lo establece el MEN, y articulando transversalmente
el proyecto de Huilensidad como eje identitario y
cultural.
La estructura
conceptual y operativa de la propuesta curricular en el área de Educación
Artística se fundamenta en una secuencia organizada y coherente de componentes
que orientan su aplicación pedagógica. En primer lugar, se define la
especialidad de los lenguajes artísticos que conforman la malla curricular,
optando en este caso por las artes plásticas y visuales como eje central. A
partir de esta elección, se organiza el contenido por grados y periodos
académicos, de forma progresiva y articulada.
La propuesta se
sustenta en una serie de espacios conceptuales clave, entre ellos los Derechos
Básicos de Aprendizaje (DBA), los cuales fueron formulados tomando como
referencia las orientaciones pedagógicas y curriculares del Ministerio de
Educación Nacional, así como la intención formativa de la institución y la
visión del docente. A este componente se suma una tabla de desempeños, que
describe de manera más precisa los alcances esperados y los propósitos
específicos para cada periodo, brindando así mayor claridad a los procesos de
evaluación formativa.
Otro elemento
esencial es la tabla de contenidos, estructurada con un orden temático que
incluye: la descripción técnica de cada propuesta artística, su
contextualización histórica y la exploración referencial desde la obra y
pensamiento de dos artistas, uno nacional y otro regional, con el propósito de
ampliar la comprensión estética y conceptual de la técnica abordada. Esta
sección se complementa con una serie de contenidos organizados, teniendo en
cuenta la función de los temas, las actividades y los objetivos creativos
propuestos, permitiendo una progresión significativa a lo largo del proceso.
Como cierre de este recorrido formativo, se plantea una muestra de resultados
en la que los estudiantes exponen sus trabajos finales, entendidos como
síntesis creativa y reflexiva de lo aprendido. Esta socialización no solo
permite evidenciar el desarrollo de habilidades técnicas y expresivas, sino
también el grado de apropiación cultural e interpretativa alcanzado por cada
estudiante.
Todos estos componentes mantienen una relación dialógica y transversal con
el proyecto institucional Cátedra de la Huilensidad, lo cual otorga
al currículo una direccionalidad clara y contextualizada. Esta articulación
permite a docentes y estudiantes participar conscientemente en las distintas
etapas del proceso educativo inicio, desarrollo y cierre, favoreciendo una
vivencia formativa coherente con los objetivos generales de la propuesta
curricular.
Uno de los principales logros de la propuesta es la incorporación explícita
de las competencias específicas del campo artístico, las cuales se desarrollan
de manera progresiva desde el grado sexto hasta el grado once. Esta estructura
permite una secuenciación coherente del aprendizaje, alineada con las
trayectorias educativas completas que promueve el MEN (2022, pp. 92-94).
La propuesta también se destaca por su enfoque pedagógico situado, que
reconoce la diversidad cultural del contexto rural y la riqueza del patrimonio
huilense. En este sentido, el proyecto transversal de Huilensidad
se convierte en un componente articulador del currículo, permitiendo que los
estudiantes desarrollen un sentido de pertenencia y una comprensión profunda de
su identidad regional. Estas actividades propuestas y desarrolladas a través de
técnicas como el dibujo, la pintura, la fotografía y las artes combinadas,
permitieron percibir la representación de paisajes locales, la ilustración de
flora y fauna autóctona, la creación de historietas con personajes huilenses,
la pintura mural con temáticas patrimoniales y creación de proyectos
fotográficos culturales, las cuales responden a los objetivos de la Cátedra de
la Huilensidad, de fortalecer la identidad cultural,
valorar la diversidad y promover la conciencia ambiental y social (Gobernación
del Huila, 2011, pp. 2-5).
En términos metodológicos, la propuesta adopta estrategias pedagógicas
activas como el trabajo por proyectos, los laboratorios creativos y las salidas
contextuales, en coherencia con las recomendaciones del MEN (2022, pp. 89-92).
Estas estrategias favorecen el aprendizaje significativo, la
interdisciplinariedad y la participación activa de los estudiantes en la
construcción de conocimiento artístico y cultural. Además, promueven una
evaluación formativa, reflexiva y participativa, que valora tanto los procesos
como los productos, e incorpora la autoevaluación y la coevaluación como
herramientas de metacognición (MEN, 2022, pp. 79-85).
La propuesta curricular se alinea con los principios de inclusión, equidad
e interculturalidad, al reconocer las particularidades del contexto rural de
Suaza y al integrar saberes locales, prácticas tradicionales y expresiones
culturales diversas. Esta perspectiva permite que la educación artística y
cultural se convierta en un espacio de diálogo, reconocimiento y transformación
social, tal como lo plantea el enfoque intercultural del MEN (2022, pp. 48-51)
y los fundamentos éticos y pedagógicos de la Cátedra de la Huilensidad.
Propuesta curricular en proceso de implementación
Los
resultados obtenidos en esta investigación confirman la hipótesis inicial: la
educación artística, cuando se articula con las expresiones culturales del
contexto, se convierte en una herramienta poderosa para fortalecer la
identidad, el sentido de pertenencia y la participación activa de los
estudiantes en su proceso formativo. Esta experiencia evidencia que los
currículos descontextualizados, diseñados desde lógicas estandarizadas, limitan
las posibilidades de los estudiantes rurales para reconocerse en los contenidos
escolares y construir aprendizajes significativos. Tal como lo plantea Osorio
(2017), el currículo debe ser interpretado desde el contexto social y cultural
en el que se implementa, reconociendo los saberes locales como parte
fundamental del proceso educativo.
La propuesta
curricular desarrollada en la IE Rural La Unión permitió resignificar el arte
como un lenguaje cercano, accesible y profundamente conectado con la vida
cotidiana de los estudiantes. A través de la creación artística, los jóvenes no
solo representaron su entorno, sino que también lo reinterpretaron, generando
nuevas formas de narrar su historia y su cultura. Esta experiencia coincide con
lo planteado por Restrepo (2015), quien sostiene que el arte y la cultura abren
caminos para que niños, niñas y jóvenes desarrollen su potencial y fortalezcan
su identidad.
Además, el
enfoque participativo de la investigación-acción permitió que docentes y
estudiantes se reconocieran como agentes activos del cambio educativo. La
reflexión colectiva sobre la práctica docente y la construcción conjunta del
currículo evidencian que es posible transformar la educación desde dentro,
cuando se parte del diálogo, la escucha y el reconocimiento mutuo. Este
hallazgo refuerza la importancia de adoptar enfoques críticos y situados en
contextos rurales, donde las dinámicas culturales y sociales requieren
respuestas pedagógicas sensibles y contextualizadas.
En síntesis,
los hallazgos de este estudio no solo validan la pertinencia de integrar la
cultura local en la educación artística, sino que también invitan a repensar el
currículo como un espacio vivo, flexible y abierto al diálogo con el
territorio. La experiencia desarrollada en Suaza, Huila, demuestra que es
posible construir propuestas educativas más justas, significativas y
transformadoras, cuando se reconoce el valor del arte y la cultura como pilares
del aprendizaje.
Dentro de los
resultados directos y perceptibles de la propuesta curricular, se evidencia que
su intención formativa se desarrolló de manera satisfactoria, permitiendo
variaciones en el grado de complejidad de las obras producidas, según las
habilidades técnicas de cada estudiante. Este proceso respetó en todo momento
el horizonte conceptual y estético planteado desde el inicio, asegurando una
coherencia entre la intención pedagógica y las producciones artísticas.
Durante el
desarrollo de los diferentes ejes temáticos, se observó una secuencia
metodológica progresiva: inicialmente, los estudiantes realizaron actividades
guiadas, tomando como base elementos visuales previamente definidos
relacionados con la cultura local. Posteriormente, se avanzó hacia una etapa de
exploración libre, en la que cada estudiante desarrolló propuestas personales a
partir de sus intereses subjetivos, lo que les permitió construir un criterio
propio, tanto técnico como crítico. Esta transición posibilitó la creación de
obras que sintetizan contenidos curriculares, percepciones individuales y el
propósito fundamental del proyecto. Estas producciones finales, en su conjunto,
representan para el docente un insumo de gran valor simbólico, técnico y
expresivo.
En coherencia
con este enfoque contextual y participativo, se promovió también la vinculación
de la comunidad educativa al proceso pedagógico. Se invitó a padres de familia,
docentes y actores culturales del entorno a compartir saberes tradicionales
directamente en el aula, a través de talleres y encuentros formativos. Estas
intervenciones estuvieron orientadas al fortalecimiento de la identidad
cultural desde la experiencia vivencial. Participaron, por ejemplo, portadores
del conocimiento con experiencia en el desarrollo de actividades tales como:
avistamiento de aves, iraca, patrimonio cultural, bambuco, preparación de
alimentos autóctonos, flora y fauna huilense, representación del paisaje desde
diversos lenguajes artísticos, el café y la fotografía. Estas acciones no solo
ampliaron el horizonte cultural de los estudiantes, sino que reforzaron el
carácter colectivo, situado y significativo del aprendizaje artístico, además
de movilizar la participación de la comunidad en la puesta en marcha de la
propuesta curricular planteada.
Una vez los
estudiantes contaron con la información, las temáticas y los saberes artísticos
y propios del contexto cultural abordado, se dio paso al proceso creativo. A
partir de las obras producidas, se desarrolló un ejercicio curatorial que
permitió valorar cada creación en función de criterios previamente
establecidos. Este proceso tuvo como propósito identificar no solo la calidad
técnica y compositiva de las producciones, sino también su pertinencia
conceptual en relación con los objetivos del proyecto curricular. Las obras
fueron analizadas bajo los siguientes parámetros: proceso creativo, aplicación
de conceptos técnicos, autonomía artística, capacidad compositiva y
presentación de la obra dentro del aula, todo ello con el objetivo de
identificar las recurrencias visuales más significativas por grado, las
técnicas más utilizadas y aquellas con mejor ejecución. Este ejercicio permitió
valorar aspectos como la apropiación conceptual, el desarrollo técnico, la
presentación de las obras, el uso del formato, la capacidad de composición y,
al mismo tiempo, visibilizar oportunidades de mejora, especialmente en aquellas
propuestas cuya temática resultó descontextualizada respecto a la línea base
del proyecto.
Posteriormente,
se realizó una selección final de obras, aplicando criterios de pertinencia
visual y conceptual en relación con el horizonte del currículo. Este análisis
permitió establecer tendencias relevantes entre los grados sexto a once. Las
recurrencias visuales más frecuentes estuvieron centradas en: la representación
del sombrero suaceño, los cultivos de café y sus
procesos, los paisajes locales, la flora, especialmente orquídeas, aves del
entorno, platos y alimentos típicos como las achiras, el tamal huilense y la
lechona, así como escenas del baile tradicional del Huila, como el sanjuanero.
En menor proporción se encontraron referencias a elementos arquitectónicos,
personajes históricos y arte rupestre.
En cuanto a las
técnicas y niveles de ejecución, el paisaje fue trabajado con preferencia
mediante pintura y fotografía; la representación de la flora y fauna alcanzó un
alto nivel técnico a través del dibujo artístico con lápices de color,
destacándose el uso de pigmentación, luz y sombra. Las temáticas gastronómicas
también presentaron una ejecución precisa mediante esta misma técnica. Por su
parte, la representación del folclor y las fiestas tradicionales, aunque rica
en contenido, presentó algunas dificultades compositivas, especialmente en la
coherencia visual de los elementos representados.
En general, se
puede afirmar que la técnica con mayor recurrencia, ejecución y pertinencia
artística fue la pigmentación con lápices de color, por su versatilidad y
capacidad expresiva, consolidándose como un medio efectivo para articular
técnica, sensibilidad e identidad cultural en los procesos escolares.
En cuanto a la
aprehensión de los conocimientos, esta puede comprenderse desde dos dimensiones
complementarias: por un lado, la ejecución técnica, y por otro, la pertinencia
visual en la composición. La primera está estrechamente ligada al nivel de
habilidad artística de cada estudiante. Si bien se evidenció una comprensión
general de las bases técnicas enseñadas, también se observaron dificultades en
su aplicación práctica, reflejando una ejecución desigual que responde a los
procesos individuales de aprendizaje.
La segunda
dimensión la pertinencia visual, se manifiesta en la manera como los elementos
fueron dispuestos e integrados dentro del plano compositivo. Esta relación
entre formas, colores y símbolos no solo evidencia la apropiación conceptual de
los contenidos, sino también la autonomía del estudiante al decidir qué
representar, cómo hacerlo y qué significado atribuirle a cada componente
visual. Este aspecto resulta clave para comprender el desarrollo de un
pensamiento artístico crítico, en el que la obra deja de ser una simple
reproducción técnica para convertirse en una construcción simbólica que
responde a intenciones personales y contextuales.
El proceso
culminó con la exposición de las obras artísticas seleccionadas a partir del
ejercicio curatorial. Esta muestra no solo constituyó un espacio de visibilización estética, sino también un escenario de
reflexión e intercambio entre estudiantes, docentes, familias y miembros de la
comunidad. Los estudiantes asumieron un rol activo como coinvestigadores de sus
propias creaciones, al presentar y argumentar el sentido artístico y cultural
de sus obras, evidenciando una comprensión crítica del contexto que
representaban. Esta participación implicó no solo la apropiación técnica del
lenguaje visual, sino también una toma de conciencia sobre la función del arte
como medio de comunicación, memoria y construcción de identidad.
Durante la
exposición, la comunidad fue invitada a recorrer las obras y compartir sus
percepciones a través de recursos visuales y entrevistas breves, en las que
expresaron sus puntos de vista respecto al proceso formativo. Esta interacción
permitió identificar fortalezas del proyecto, tales como el vínculo afectivo
con el territorio, la creatividad de los estudiantes y la pertinencia cultural
de las representaciones. Al mismo tiempo, se reconocieron oportunidades de
mejora relacionadas con la necesidad de ampliar el tiempo de desarrollo de
algunas propuestas, fortalecer ciertos aspectos técnicos y generar mayor
articulación con otras áreas del conocimiento. Esta retroalimentación de la
comunidad no solo enriqueció la investigación, sino que reafirmó el valor del
arte escolar como puente entre la escuela y la vida cultural del entorno.
Conclusiones
La
experiencia desarrollada en la Institución Educativa Rural La Unión demuestra
que es posible transformar el currículo escolar en un espacio vivo, sensible y
profundamente conectado con la cultura local. La integración de las expresiones
artísticas y patrimoniales del Huila en el área de Educación Artística no solo
enriqueció los procesos de enseñanza y aprendizaje, sino que también fortaleció
la identidad, el sentido de pertenencia y la participación activa de los
estudiantes y la comunidad educativa en su formación.
Los resultados
evidencian que cuando el arte se articula con el contexto, deja de ser un
ejercicio técnico para convertirse en una herramienta de construcción
simbólica, crítica y transformadora. Las obras producidas por los estudiantes
no fueron simples ejercicios escolares, sino manifestaciones auténticas de su
mundo interior, de su entorno y de su historia colectiva. Esta apropiación del
lenguaje artístico como medio de expresión cultural reafirma el valor del arte
en la escuela como un canal legítimo para narrar, cuestionar y resignificar la
realidad.
Asimismo, el
enfoque metodológico participativo permitió que docentes, estudiantes y
comunidad se reconocieran como co-creadores del
conocimiento. La curaduría colectiva, los talleres con portadores de saberes
tradicionales y la exposición final de las obras consolidaron un proceso
educativo donde el diálogo, la reflexión y la experiencia compartida fueron
pilares fundamentales. Esta dinámica no solo enriqueció el aprendizaje, sino
que también fortaleció los lazos entre escuela y territorio.
En este
sentido, la propuesta curricular diseñada e implementada no solo responde a los
lineamientos del Ministerio de Educación Nacional, sino que los amplía y
contextualiza, demostrando que una educación artística situada, crítica y
sensible es posible y necesaria, especialmente en contextos rurales. Este
estudio invita a repensar el currículo como un espacio de encuentro entre
saberes, donde la cultura local no es un contenido accesorio, sino el punto de
partida para formar sujetos creativos, conscientes y comprometidos con su
entorno.
Bibliografía
Agreda, M.
(2014). Investigación educativa: enfoques
y métodos. Editorial Académica Española. https://www.editdiazdesantos.com/wwwdat/pdf/9788499696980.pdf
Cifuentes-Garzón,
J. E. (2021). Escuela urbana y reconfiguración de identidades en la
juventud rural. Revista Colombiana de
Educación, (82), 131–150. https://www.redalyc.org/journal/4136/413672173006/413672173006.pdf
Díaz
Fernández, A., & Ledesma Gómez, R. D. G. (2021). El arte y la
creatividad en niños y jóvenes: procesos de transformación del espacio escolar
y público. Revista Educación, 45(2),
498–516. https://www.redalyc.org/journal/440/44066178025/44066178025.pdf
Flick, U.
(2021). El diseño de la investigación
cualitativa. Morata. https://edmorata.es/wpcontent/uploads/2020/06/Flick.Disen%CC%83oInvestigacionCualitativa.PR_.pdf
Fontal-Merillas,
O., & de Castro-Martín, M. (2022). Educación patrimonial y currículo
escolar: una mirada desde España. Educación Artística: Revista de Investigación, (2), 91–96.
https://revistas.ucm.es/index.php/ARIS/article/view/83752
Institución
Educativa Rural La Unión (2022). Malla
curricular del área de Educación Artística. Documento institucional no
publicado, Suaza, Huila.
Marín Viadel, R. (2011). Las investigaciones en educación
artística y las metodologías artísticas de investigación en educación: temas,
tendencias y miradas. Educação, 34(3), 271–285. https://www.redalyc.org/pdf/848/84820027003.pdf
Martínez
Estrada, L., Best Rivero, A., & González Pérez,
E. (2021). La formación de la identidad cultural del estudiante desde las
clases de educación artística. Didasc@lia: Didáctica y Educación, 12(2), 18–31.
Ministerio de
Educación Nacional (MEN). (2022). Orientaciones
curriculares en el área de educación artística y cultural para la educación
media. https://www.mineducacion.gov.co/portal/Preescolar-basica-y-media/Referentes-de-calidad/411706:Orientaciones-Curriculares
Montoya
Jaramillo, J. (2021). Educar en artes:
una propuesta curricular para trabajar el área de Educación Artística en las
sedes rurales de la Institución Educativa Baudilio Montoya. Tesis
de Maestría, Uniminuto. https://repository.uniminuto.edu/server/api/core/bitstreams/17aafff4-48af-4d33-903e-281352e14314/content
Ordóñez Perafán, M. A., et al. (2023). La Huilensidad
como proyecto pedagógico transversal en Suaza. Revista Colombiana de Educación Rural, (15),
45–60. https://www.redalyc.org/journal/440/44072432014/44072432014.pdf
Secretaría de
Educación del Huila (2011). Actividades
pedagógicas de la Cátedra de la Huilensidad: Guía de
aplicación y desarrollo. Neiva, Huila: Gobernación del Huila.
Vera-Cañizares,
S. (2021). Fundamentos de investigación en creación artística. Arte e Investigación, (23), e095. https://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/156086/Documento_completo.pdf-PDFA.pdf?sequence=1