Gabriela Hernández Vega1
Grupo de Investigación Historia, Educación y
Desarrollo–HISED
Recepción: 01/10/2019
Aprobación: 31/10/2019
Reseña de libro
El presente libro es resultado
de la investigación realizada
como requisito de grado en
Maestría en Historia con la
Universidad Nacional de
Colombia, Sede Medellín.
El estudio de carácter
cualitativo se enmarca en la
Historia Cultural, según el
autor:
mediante el estudio de los hechos históricos de sectores sociales como gremios artesanales, expresiones culturales a través del arte popular y el ejercicio del oficio artesanal. Así mismo, se considera al encuentro de culturas y sus consecuencias como un acontecimiento que pudo ayudar a la consolidación de las identidades, favoreciendo el surgir de ideas nuevas e interpretaciones del arte novedosas.2 |
Desde esa perspectiva la Historia cultural permite reconocer la importancia de la técnica artesanal del barniz de Pasto en el encuentro de culturas y su influencia en la conformación de nuevas identidades dada la relación intercultural. Para el autor el mopa–mopa o barniz de Pasto es representativo del mestizaje hispanoamericano.3
El barniz de Pasto consiste en “finas membranas” que se obtienen al procesar una resina vegetal conocida como mopamopa producida en los cogollos del arbusto del mismo nombre.
Desde el punto de vista histórico el estudio retomó dos
momentos en la producción del mopa-mopa o barniz de pasto:
1. Precolombino a partir de revisión documental especialmente
crónicas,
2. Colonia con revisión de fuentes primarias con consultas en los
archivos de Pasto, Popayán, General de la Nación en Bogotá y
Central de Quito (Ecuador); consulta de piezas decoradas en
barniz de Pasto que hacen parte de colecciones privadas, tras en
museos de Pasto, Popayán, Bogotá, Quito y de Madrid-España.
Esta práctica artesanal proviene de los indígenas, según cronistas de la Colonia, además de hacer parte de piezas decorativas, hizo parte “de los tributos impuestos por encomenderos a las comunidades indígenas kamentzas, pastos, quillacingas y andaquíes.”4 Con el tiempo se ubicó en la ciudad de San Juan de Pasto de la cual toma su nombre y logra un alto desarrollo.
El libro está conformado por cinco (5) capítulos, incluidas las Conclusiones.
En el primer capítulo “Del mopa –mopa al barniz de Pasto” se da una explicación respecto a la producción del mopa - mopa, su composición química, su cultivo y una descripción de los diferentes momentos que se presentan en el proceso de transformación de la resina mopa – mopa hasta su conversión en el barniz de Pasto.
El segundo capítulo “La circulación del mopa–mopa y barniz de Pasto desde lo prehispánico a lo colonial”
El mopa-mopa hasta llegar al barniz de Pasto tuvo una trayectoria en la cual se presentaron diferentes vías a lo largo de las cuales se dio un trazo entre las comunidades indígenas amazónicas y los artesanos en la ciudad de Pasto.
En este capítulo el autor, apoyado en varias investigaciones, relata cómo se dio el intercambio del mopa-mopa ligado al intercambio de diferentes productos para el consumo diario de las familias. Es un proceso comercial en el cual el intercambio abarcó la resina y junto con ella colores extraídos de vegetales y la madera que iba a ser utilizada en la elaboración de los diversos objetos que pasaron a ser decorados, así como piezas labradas como artesas y bateas para que fueran decoradas con el barniz de Pasto por los artesanos de la ciudad.
En la traída del mopa-mopa a la ciudad de Pasto participaron indígenas e inclusive comunidades religiosas como los franciscanos. Uno de ellos fue el misionero franciscano Fray Juan de Santa Gertrudis quien “describió con detalle la técnica del barniz de Pasto desde el momento de la recolección de la resina, transporte y comercio en Pasto, así como el ejercio de barnizar y decorar las piezas, según lo consigna en su crónica “Maravillas de la Naturaleza”, escrita entre 1756 y 1767.”5
El barniz de Pasto y su producción artesanal también influyó en la organización de la ciudad porque se crearon los gremios de artesanos.
En el tercer capítulo “El barniz de Pasto en el contexto del mestizaje hispanoamericano”. En este apartado el término mestizo se sustenta sobre la base de la utilización e incorporación de elementos iconográficos procedentes de lo local a composiciones y estructuras europeas; de igual manera se destacan los aportes foráneos a las técnicas y estructuras locales.6
Desde esa perspectiva para el autor los artefactos jugaron un “papel preponderante en la materialización de los resultados del encuentro entre culturas.”7 En los decorados con barniz de Pasto se pueden identificar encuentros y relaciones históricas entre culturas diferentes y distantes, proceso que dio lugar a una nueva sociedad como fue la mestiza.
En el capítulo cuarto “El barniz de Pasto en la decoración del mobiliario colonial, el lenguaje y la estética de un Nuevo Mundo”. En el período colonial tener muebles y otros artefactos eran sinónimo de poder adquisitivo. En algunos testamentos se aclara que el “mobiliario era una posesión importante de las familias de la ciudad”8 , parte de ese mobiliario fueron decorados con barniz de Pasto; cajas, papeleras tenían decoración elaborada con barniz de Pasto. Las cajas y otros mobiliarios eran de valor y por lo tanto podían ser parte de “negocios y empeños”, por lo que su importancia representaba para las familias otros además del decorativo, aspectos como el económico.
El escritorio fue uno de los muebles más representativo de la posición social de los dueños, en el siglo XIX se lo conocía como bargueño. El escritorio, además de servir para escribir documentos u otros oficios sirvió también como caja fuerte en sus cajoncitos guardaban joyas y documentos importantes. Varios de ellos decorados con barniz de Pasto.
En las piezas decoradas con barniz de Pasto colonial especialmente,
Bandejas o azafates, en las tapas de los bargueños o escritorios, arcas y baúles la decoración se desarrollaba alrededor de un elemento principal y en simétrica disposición de los elementos, incluyendo en la mayoría de los casos, animales emblemáticos como águilas, leones o caballos, seguramente significando o recreando el escudo de armas de la familia del propietario de la pieza.9
En decoraciones con objetos diferentes a las de occidente, provenían de las elaboradas por indígenas, como el caso de las aves en las decoraciones con barniz de Pasto, entre otras, loros, papagayos, aves del paraíso; consideradas aves exóticas se consideraban adivinos, la gente acudían para encontrar objetos perdidos. En la decoración con barniz de Pasto en objetos como escritorios o bargueños, o en los atriles, expresa el autor,
los elementos decorativos se surtían de la mitología, la heráldica, la flora, la fauna o escenas cotidianas de cacería, con un alto sentido comunicativo y una estrecha relación con lo indígena como aporte significativo a un nuevo lenguaje para un nuevo público, el mestizo. 10
Para el autor al producirse el encuentro entre indios y españoles en el Nuevo Mundo, “las diferencias eran muy altas entre los dos, sin embargo, el resultado muestra una serie de manifestaciones propias del mestizaje cultural que trascendió más allá del cruce racial entre europeos e indígenas.”11
En la ciudad de San Juan de Pasto la artesanía es un elemento predominante en su industria tradicional lo que permite a la ciudad ubicarse en el contexto nacional e internacional. Una de las artesanías de mayor tradición e importancia es el mopa–mopa o barniz de Pasto, de origen precolombino y muy admirada por los conquistadores desde su llegada a estas tierras en el año de 1542.
La técnica del barniz de Pasto que utiliza como materia prima la resina producida por el arbusto del mopa-mopa, se encuentra en el pie de monte amazónico del sur de Colombia y norte del Ecuador se estableció en la ciudad de San Juan de Pasto del que toma su nombre y pasa a ser con el tiempo parte de su acervo cultural.
El barniz de Pasto permite interpretar el término “mestizo” en el arte del Nuevo Mundo porque incorpora en su estética elementos iconográficos universales y del territorio, que según el autor produce “composiciones de tipo europeo en una técnica artesanal eminentemente local y única en su género.”12
El autor en sus conclusiones considera de importancia mencionar que el mestizaje artístico e iconográfico alcanzó grandes resultados en la región Andina. Para el autor, el término mestizo “adquirió una aplicación más amplia cuando pretendió explicar la cosmovisión del hombre americano, producto de encuentros, de choques e imposición de ideas.”13