https://doi.org/10.22267/rtend.202102.155
ANÁLISIS DE LA MIGRACIÓN VENEZOLANA EN LA CIUDAD DE PASTO: CARACTERÍSTICAS Y PERCEPCIONES DE LOS MIGRANTES
ANALYSIS OF VENEZUELAN MIGRATION IN THE CITY OF PASTO: CHARACTERISTICS AND PERCEPTIONS OF MIGRANTS
ANÁLISE DA MIGRAÇÃO VENEZUELANA NA CIDADE DE PASTO: CARACTERÍSTICAS E PERCEPÇÕES DOS MIGRANTES
Por: Bayron Paz Noguera1, Oscar Alpala Ramos2, Evelyn Villota Vivas3
1 Magíster en Políticas Públicas, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Docente Departamento de Economía, Director del Grupo de Investigación en Economía, Gobierno y Políticas Públicas Universidad de Nariño. ORCiD: 0000-0002-2999-6185. E-mail: bp@udenar.edu.co, Colombia.
2 Estudiante Programa Comercio Internacional, Universidad de Nariño. Grupo de Investigación Coyuntura Económica y Social CES. ORCiD: 0000-0003-1612-0990. E-mail: oeramos@udenar.edu.co, Colombia.
3 Estudiante Programa Comercio Internacional, Universidad de Nariño. Grupo de Investigación Coyuntura Económica y Social CES. ORCiD: 0000-0001-6683-2975. E-mail: evevillota20@udenar.edu.co, Colombia.
Recibido: 15 de mayo de 2020 Aprobado: 6 de noviembre de 2020
Resumen
El estudio tiene como objetivo analizar la migración venezolana en la ciudad de Pasto. El soporte teórico analizó las principales teorías que conforman el enfoque económico de las migraciones internacionales. El diseño metodológico incluyó la construcción de una encuesta para la caracterización sociodemográfica de la población y la definición de sus percepciones respecto a los determinantes que los llevó a tomar la decisión de emigrar. Entre las conclusiones del estudio se destaca que la población de venezolanos en la ciudad de Pasto es un grupo significativamente joven, radicado en los núcleos comerciales de la ciudad y la mayoría no proviene de regiones cercanas a la frontera colombo-venezolana. Los trabajos a los que se vincula la mayoría de esta población en la ciudad de Pasto son informales, principalmente, como vendedores ambulantes y eso les permite el envío de remesas hacia Venezuela. En cuanto a los determinantes de la decisión de emigrar, según la percepción de los consultados, la mayor influencia la ejercieron factores económicos como la inflación y la escasez de alimentos en Venezuela, pero también destacaron otras variables como la inseguridad, la pobreza y el descontento con el gobierno actual de ese país.
Palabras Clave: características sociodemográficas; determinantes de la migración; economía venezolana; migración internacional; Venezuela.
JEL: F22; J15; J61; O15; R23
Abstract
The study aims to analyze Venezuelan migration in the city of Pasto. The theoretical support analyzed the main theories that conform the economic approach of international migrations. The methodological design included the construction of a survey for the sociodemographic characterization of the population and the definition of their perceptions regarding the determinants that led them to take the decision of migrating. Among the conclusions of the study, it is highlighted that the population of Venezuelans in the city of Pasto is a significantly young group, settled in the commercial centers of the city and most of them do not come from regions near the Colombian-Venezuelan border. The jobs that most of this population in the city of Pasto is linked to are informal, mainly as street vendors and that allows them to send remittances to Venezuela. As for the determinants of the decision to migrate, according to the perception of those consulted, the greatest influence was exerted by economic factors such as inflation and food shortages in Venezuela, but other variables such as insecurity, poverty and discontent with the current government of that country also stood out.
Keywords: sociodemographic characteristics; determinants of migration; venezuelan economy; international migration; Venezuela.
JEL: F22; J15; J61; O15; R23
Resumo
O estudo visa analisar a migração venezuelana na cidade de Pasto. O apoio teórico analisou as principais teorias que constituem a abordagem económica da migração internacional. O desenho metodológico incluiu a construção de um inquérito para a caracterização sociodemográfica da população e a definição das suas percepções relativamente aos determinantes que os levaram a tomar a decisão de migrar. Entre as conclusões do estudo, é de notar que a população de venezuelanos na cidade de Pasto é um grupo significativamente jovem, vivendo nos centros comerciais da cidade e a maioria deles não provém de regiões próximas da fronteira colombiana-venezuelana. Os empregos a que a maioria desta população da cidade de Pasto está ligada são informais, principalmente como vendedores ambulantes e que lhes permite enviar remessas para a Venezuela. Quanto aos determinantes da decisão de migração, de acordo com a percepção dos consultados, a maior influência foi exercida por factores económicos como a inflação e a escassez de alimentos na Venezuela, mas também se destacaram outras variáveis como a insegurança, a pobreza e o descontentamento com o actual governo daquele país.
Palavras-Chave: características sócio-demográficas; determinantes da migração; economia venezuelana; migração internacional; Venezuela.
JEL: F22; J15; J61; O15; R23
Introducción
Venezuela fue por mucho tiempo un país acostumbrado a recibir población migrante, especialmente, colombianos que salieron de su país a finales del siglo XX con la intención de buscar mejores oportunidades económicas y huyendo del conflicto armado. Sin embargo, esta situación cambió totalmente en la última década cuando el deterioro económico, social y la inestabilidad política en Venezuela se convirtieron en detonantes de una ola migratoria sin precedentes en la región (Banco Mundial, 2018).
Reportes de organismos multilaterales han caracterizado el fenómeno migratorio venezolano como una de las más grandes crisis a las que se ha enfrentado Latinoamérica. En junio de 2019, los cálculos de la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela reportó 3,2 millones de venezolanos en los distintos países de América Latina (Response for Venezuelans [R4V], 2019). Esta cifra habría superado los cinco millones a inicios del 2020, lo que corresponde al 17% de la población nacional (Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL], 2019a).
Este fenómeno migratorio ha retado la capacidad de respuesta de los gobiernos nacionales debido a la presión que ejerce la población de migrantes venezolanos sobre los aparatos productivos, los mercados laborales, los sistemas sanitarios y la seguridad ciudadana de los países. Pero el reto es aún mayor para las regiones fronterizas debido a los rezagos estructurales de desarrollo y la baja capacidad administrativa de las autoridades locales.
La ciudad de Pasto es la capital de departamento más próxima a la frontera colombo-ecuatoriana. Desde 2018 la ciudad experimentó con intensidad la afluencia de migrantes venezolanos que se radicaban o permanecían temporalmente, buscando llegar a la frontera para continuar el camino hacia otros países de Suramérica. Debido a la escasa información sobre las particularidades de este fenómeno migratorio en la ciudad de Pasto, esta investigación se propone la caracterización sociodemográfica de esa población y averiguar sus percepciones sobre los determinantes de su decisión de emigrar.
El documento se estructura en cuatro apartados además de esta introducción. En el segundo se analizan los soportes teóricos de la migración y los estudios específicos sobre migración venezolana; en el tercero se definen los soportes metodológicos, y finalmente, en el cuarto y quinto apartado se realiza el análisis de resultados y se destacan las principales conclusiones.
Referentes teóricos y antecedentes
La migración internacional y sus determinantes
La definición oficial de migración internacional promovida por la Organización Internacional para las Migraciones establece que se trata de un “movimiento de personas que dejan su país de origen o en el que tienen residencia habitual, para establecerse temporal o permanentemente en otro país distinto al suyo” (OIM, 2006: 40). La revisión de conceptos sobre migración realizada por García y Restrepo (2019) destaca que la noción de fronteras es un elemento consustancial de la definición del fenómeno migratorio. Este movimiento transfronterizo tiene justificaciones de distinta índole, pero, en cualquier caso, se motiva en la expectativa de mejorar las condiciones de bienestar de la persona en el país de destino. Se habla de expectativas porque la incertidumbre sobre las condiciones de vida en el país de acogida es una incógnita que deben sortear los posibles migrantes a la hora de tomar la decisión.
El análisis sobre el concepto de migración realizado por Simmons (1991) establece que, tradicionalmente, los estudios empíricos sobre migración han elegido una definición que clasifica en esta categoría al movimiento de personas que incluye cambios en tres dimensiones: a) el cambio del lugar de residencia habitual; b) el cambio del mercado laboral; y c) el cambio en las relaciones sociales. Aunque el mismo autor considera la posibilidad de que se presenten casos particulares que no impliquen el cambio simultáneo de las tres dimensiones, en este artículo se considera que la definición es aceptable para el caso de las migraciones internacionales contemporáneas.
En cuanto a las causas de la migración internacional, las disciplinas que se han interesado en la explicación de los fenómenos migratorios incluyen a la economía, la demografía, la sociología y la geografía, lo cual ha generado una atomicidad de determinantes. Cada disciplina privilegia las variables más afines a ella para incorporarlas a sus propios modelos explicativos. También debe aclararse que en el análisis de casos de estudio específicos los modelos explicativos suelen ser complementados con variables contextuales relacionadas con los hechos históricos, la posición geográfica y algunos elementos culturales, lo que impide hablar de una única teoría explicativa de la migración internacional. De hecho, aunque aquí se privilegia el análisis desde el enfoque económico de las migraciones internacionales, la tipología y los patrones migratorios son mucho más amplios y también incluyen razones sociales, ecológicas y políticas (Simmons, 1991), que con frecuencia confluyen en un mismo fenómeno migratorio y que hacen que su segmentación sea solo artificial.
El enfoque económico de las migraciones internacionales empieza con la teoría neoclásica que, para ser justos, es la adaptación de los postulados económicos neoclásicos sobre elección racional y libre movilidad de los factores de producción, al contexto de los flujos migratorios (Arango, 2003: 3). Inicialmente, la teoría neoclásica privilegia la perspectiva microeconómica donde la piedra angular la constituyen las preferencias y las decisiones tomadas por las personas que buscan maximizar su calidad de vida y encuentran en la migración un medio para lograrlo. Esto quiere decir que, exceptuando los casos de la migración para escapar de la violencia y los desastres naturales, los movimientos internacionales tienen un componente importante de agencia por parte de los individuos, en el que la decisión de emigrar (o no), se toma basada en los incentivos (Castles, 2014: 238).
Con el papel de las decisiones y el comportamiento maximizador de los individuos en mente, el enfoque económico complementa la explicación con una perspectiva agregada, que permite definir las grandes tendencias migratorias al clasificar a unos países como expulsores y a otros como receptores de migrantes (Massey et al., 1993). Esta clasificación se basa en el diferencial salarial que refleja las distintas posiciones de los mercados laborales en cada país. En los países expulsores, la oferta de mano de obra supera su demanda y eso genera salarios de equilibrio bastante reducidos, mientras que, en los países receptores, la demanda de mano de obra supera la oferta, lo cual genera salarios de equilibrio bastante elevados que se convierten en el incentivo que atrae a los migrantes (Lomelí y Vázquez, 2016: 12). Además, en esta teoría se considera un efecto sistémico: la migración genera la reducción de los salarios de equilibrio en el país de destino y aumenta los salarios en el mercado laboral del país de origen. En teoría, esto desaparecería los incentivos a emigrar en el largo plazo (Novelo, 2008: 35).
Aunque esta teoría parezca bastante intuitiva y alineada con el sentido común, han surgido numerosas críticas empíricas después de observar que los países más pobres, las regiones más pobres y las personas más pobres, que son los que presentan el mayor diferencial de salarios, tienen bajas tasas de emigración. Esto es así porque para involucrarse en un proceso de movilidad internacional se requiere una base aceptable de capital humano, que es más propio de las clases medias y de países de ingresos medios, en pocas palabras, “los pobres no emigran” (Martinez, 2000: 14).
El reconocimiento de vacíos en la teoría económica neoclásica de las migraciones se ha sobrellevado con el surgimiento de teorías complementarias que subsanan las dificultades empíricas (Novelo, 2008: 37). En primer lugar, se debe mencionar la importancia adquirida por la Nueva Economía de las Migraciones Laborales ( (Stark y Bloom, 1985), encargada de darle un lugar preponderante al núcleo familiar en la decisión de emigrar. En este contexto, es la familia la que define las preferencias y los intereses, mientras que los miembros se convierten en recursos que se utilizan para maximizar las ganancias y diversificar las fuentes de ingresos de la familia. De esta manera, unos integrantes se quedan participando en el mercado laboral local que posiblemente tenga dificultades, y otros son enviados al exterior a mercados laborales que permiten generar ingresos más altos y mejorar la posición relativa de la familia respecto a otras de la comunidad.
Esto último es un elemento importante de la teoría de la Nueva Economía de las migraciones: el determinante de la migración sigue siendo la racionalidad maximizadora, pero ahora el elemento a optimizar no consiste en reducir el diferencial de ingreso de los posibles migrantes respecto al promedio de ingresos del país de acogida, sino la minimización de las privaciones relativas respecto a un grupo de referencia que puede ser la propia comunidad (Izcara, 2009). Es claro que no se trata solo de optimizar el ingreso monetario, sino también otras manifestaciones como el prestigio y el estatus social de la familia.
Por otra parte, la teoría de las redes sociales migratorias también se puede ver como un complemento que subsana algunos vacíos de la teoría económica neoclásica. Esa teoría propone una nueva variable que puede alterar el cálculo de los costos de migrar: el capital social en forma de tejido social (Gómez, 2010: 96). Massey et al., (1993: 448) menciona que las redes sociales de migración se componen de “lazos interpersonales que conectan a posibles migrantes, migrantes anteriores, y no migrantes en áreas de origen y destino a través de lazos de parentesco, de amistad, o por pertenencia a la misma comunidad de origen”. En estas redes fluye la información sobre lugares de acogida, alojamiento y ubicación laboral inicial del migrante. Esto disminuye la incertidumbre y el riesgo que evalúa el posible migrante, lo cual reduce los costos del proceso de migración internacional y, por lo tanto, incrementa los beneficios económicos que hacen atractiva esta decisión.
La teoría de redes también considera un efecto sistémico porque asume que la existencia de redes aumenta la probabilidad de migrar, pero en una segunda vuelta de la explicación, las redes se fortalecen con cada nuevo migrante que mejora las conexiones de la red, amplía su campo de acción y reduce aún más los costos de migrar para nuevas personas. Se desencadena así, un fenómeno de persistencia o auto perpetuación en el que “la emigración pasada favorece la emigración presente” (Martinez, 2000: 14).
Debe anotarse que la teoría de la existencia de redes sociales contradice el supuesto de información perfecta sobre salarios y posibilidades de empleo que supone el modelo neoclásico, pues termina aceptando que aunque haya países de destino con los que se tienen diferenciales salariales más altos, las personas tendrán probabilidades más bajas de emigrar hacia esos lugares simplemente porque no cuentan con una red social de migración que les facilite información sobre las condiciones de vida y los empleos en ese destino.
Una última teoría que vale la pena mencionar como complemento al enfoque económico es la del mercado dual de trabajo que se aparta del énfasis en la agencia y las microdecisiones, para ponerlo en la estructura. Esta teoría establece que en los mercados laborales de los países de destino se gestan fuerzas de atracción a las que difícilmente pueden no prestar atención los posibles migrantes ubicados en los países de origen (Massey et al., 1993). En las economías de mercado más avanzadas existe una clara división del mercado laboral: de una parte, un mercado laboral primario intensivo en el uso del capital, donde se ofertan y demandan plazas de trabajo para empleos prestigiosos, formales, permanentes y bien remunerados. Y, de otra parte, un mercado laboral secundario intensivo en el uso del trabajo, donde se intercambian plazas de trabajo riesgosas, informales, temporales, mal remuneradas y con un bajo prestigio social (Lomelí y Vázquez, 2016).
Los empleos del mercado laboral primario resultan tan atractivos para los trabajadores nativos que ocupan esas plazas rápidamente, dejando como única opción para muchos de ellos, los puestos del mercado laboral secundario. Sin embargo, las plazas de trabajo del mercado laboral secundario resultan tan poco atractivas para los nativos que no solo no se ocupan, sino que genera condiciones que atraen a los migrantes. La contratación de migrantes representa una doble solución (Novelo, 2008: 38): primero, es atractiva para el empresario del mercado laboral secundario que contrata a migrantes, generalmente, con salarios más bajos y con un amplio poder de negociación frente a ellos. Segundo, la contratación de migrantes también impide que en el país receptor se rompa la relación directa entre prestigio de la plaza de trabajo y remuneración, debido a que, si no existieran los migrantes, la única forma para que los nativos acepten un trabajo en el mercado laboral secundario, sería pagando salarios elevados en esos puestos de trabajo que casi nadie está dispuesto a tomar; esos salarios podrían ser, incluso, mayores a los salarios del mercado laboral primario.
Estudios sobre migración venezolana
El análisis sobre migraciones internacionales realizado por Navarro y Moyano (2017) da cuenta de un interés académico creciente por los estudios de movilidad internacional. En el estudio se evidencia el liderazgo de la economía, la demografía y la sociología en las perspectivas analíticas, además de tres grandes tendencias que caracterizan el abordaje típicamente privilegiado: a) los estudios son mayoritariamente cuantitativos; b) la mayoría analiza problemas que conllevan a una aplicación empírica; y c) la mayoría de los estudios tienen un alcance descriptivo, aunque seguidos muy de cerca por los estudios correlaciónales. Aquí se destacan algunos estudios sobre migración venezolana con el fin de evidenciar los resultados más importantes.
Es necesario comprender que lo que se ve en la actualidad es un cambio radical de la tendencia migratoria porque en el siglo XX lo tradicional fue observar grandes flujos migratorios de colombianos hacia Venezuela. Álvarez (2004) analiza la migración colombo-venezolana desde una perspectiva evolutiva y descriptiva, y encuentra que entre 1970 y 1990, los colombianos en Venezuela aumentaron un 194%, motivados por la posibilidad de vincularse laboralmente en los sectores de agricultura y servicios en estados fronterizos. Por su parte, el estudio cuantitativo y descriptivo de Mejía (2012) establece que en los noventa y principios del nuevo siglo, la migración de colombianos hacia Venezuela mantuvo su dinámica, pero menciona que el determinante dejó de ser el económico y pasó a ser la degradación del conflicto colombiano que generó una gran cantidad de desplazados y refugiados.
El estudio de García y Restrepo (2019) analizó el panorama del proceso migratorio entre Colombia y Venezuela en el siglo XXI, mediante una metodología basada en revisión documental de fuentes secundarias. En el análisis destacan que Venezuela es una población que no tiene tradición emigrante, y que esta tendencia cambió con ocasión de una serie de hechos históricos ocurridos a finales de los noventa que replantearon estructuralmente el modelo de Estado en Venezuela y su forma de relacionarse con la economía y la sociedad. Los autores ubican como coyuntura crítica del inicio de la emigración venezolana la ascensión al poder de Hugo Chávez y la instauración del Socialismo del Siglo XXI, pero evidencian que el fenómeno migratorio tomó un impulso más fuerte desde el inicio del periodo presidencial de Nicolás Maduro en 2013, debido a una crisis económica, política, social e institucional sin precedentes.
El análisis de Echeverry (2011) se concentra exclusivamente en la emigración de venezolanos a Colombia y reitera que las reformas estructurales promovidas por el Gobierno de Hugo Chávez coinciden con el inicio de la oleada migratoria. Según este estudio, la migración de venezolanos hacia Colombia entre 1999 y 2011 estuvo explicada por la consolidación de redes sociales entre colombianos y venezolanos que aumentaron las posibilidades de colaboración y aprovechamiento de las oportunidades. El trabajo también enfatiza en los determinantes económicos que incentivaron la migración laboral desde Venezuela, especialmente, de profesionales, empresarios y ejecutivos. Este último argumento es consistente con los resultados de Mejía (2012) y García y Restrepo (2019) que mencionan que los inicios de la oleada migratoria de venezolanos a Colombia estuvo dominada por población de clase media y alta, profesional o con títulos de posgrado; sin embargo, también agregan que los flujos más recientes de emigrantes venezolanos corresponden a un perfil socioeconómico más bajo, que viajan con pocos recursos y que eso los hace susceptibles de ingresar a actividades de la economía ilegal en Colombia.
Entre los estudios recientes sobre la emigración venezolana destaca el de Castillo y Reguant (2017) que se encarga de analizar la percepción de venezolanos en España sobre las motivaciones para emigrar y elegir a España como destino, las redes y su influencia en la decisión de emigrar, la situación socioeconómica y las posibilidades de retorno. Los principales hallazgos del estudio resaltan que el contexto de crisis nacional, deterioro institucional, recesión económica y descomposición social, han sido los macrodeterminantes del saldo migratorio negativo en el siglo XXI.
Los migrantes venezolanos en España consultados por Castillo y Reguant (2017) destacan como principales motivaciones de su decisión la inseguridad personal y jurídica, seguido de los argumentos económicos debido a los bajos ingresos, altos niveles de inflación y la escasez de productos básicos. Así mismo, entre las motivaciones para elegir a España como país de destino se encontró la afinidad cultural e idiomática y, según los testimonios, una leve influencia de las redes sociales y migratorias. Estas mismas personas aseguran que las posibilidades de retorno, al menos en el corto plazo, son prácticamente nulas debido a que observan un deterioro aun mayor de las condiciones que los obligaron a migrar.
Desde otra perspectiva, el análisis se ha concentrado en la emigración de venezolanos en algunos grupos. Este es el caso del estudio cuantitativo de Requena y Caputo (2016) que se concentra en la emigración de investigadores académicos venezolanos, popularmente conocida como “fuga de cerebros”. Los investigadores determinaron que en la segunda mitad del siglo XX la emigración del talento científico fue ocasional y moderada; sin embargo, esta tendencia cambió drásticamente en el siglo XXI en el que la emigración se hizo masiva. El estudio contabilizó que en el periodo 1960-2014, emigró el 14% de la comunidad científica, lo que corresponde a 1783 investigadores, que son responsables del 31% de la producción científica venezolana. Los destinos preferidos por los investigadores emigrantes fueron Norteamérica, Europa y, excepcionalmente, Ecuador en Latinoamérica. Esta emigración se concentró en investigadores del área de energía y petróleo. Freitez (2011) también caracteriza la migración venezolana de la primera década del siglo XXI como altamente selectiva según el nivel educativo y menciona lo paradójico que resultó este movimiento migratorio en el contexto de la expansión que vivió Venezuela entre 2003 y 2008 debido al aumento sostenido del ingreso fiscal que propiciaron los altos precios del petróleo.
Finalmente, los estudios de caracterización de los emigrantes realizados por el Servicio Jesuita a Refugiados en su Informe de Movilidad Humana Venezolana (JRS Venezuela, 2019) y por el Banco Mundial (2018), son investigaciones más recientes que también confirmaron que la migración venezolana es altamente cualificada y joven, con baja presencia de adultos mayores. Adicionalmente, el Banco Mundial define la reciente migración venezolana como mixta porque está compuesta por migrantes económicos venezolanos, colombianos que retornan a su país y, en menor proporción, por refugiados. Este estudio llama la atención sobre las complejas condiciones socioeconómicos que soportan los migrantes en las ciudades colombianas, especialmente, aquellos migrantes irregulares.
Metodología
El análisis que se realizó en este trabajo es de carácter descriptivo y exploratorio debido a la escasez de estudios migratorios de este tipo en la ciudad, y a las características propias de la población de estudio que hacen difícil su cuantificación y caracterización, incluso, por parte de las autoridades migratorias locales.
Los datos Vensit procesados por Pastoral Social indicaron que, a noviembre de 2018, la población venezolana en Pasto ascendía a 451 personas, de los cuales, 339 personas (75,2%) tenían 18 años o más. Esta última se definió como la población de estudio y se seleccionó una muestra de 180 personas que es representativa a un nivel de confianza del 95% y un margen de error del 5%. Debido a la ausencia de un marco muestral que relacione a toda la población, el muestreo realizado no puede considerarse probabilístico, pues consistió en la selección de los sujetos accesibles en la dimensión espacial definida como el área urbana de la ciudad de Pasto en el primer trimestre de 2019.
El diseño de la encuesta estructurada para la recolección de la información primaria consistió en un cuestionario de cinco categorías que agrupan las variables para la caracterización sociodemográfica de los migrantes y la definición de sus percepciones sobre los determinantes que los llevaron a tomar la decisión de emigrar; las categorías son: a) datos básicos, b) características demográficas, c) características y percepciones sociales, d) características y percepciones económicas, e) características y percepciones políticas. La selección de variables incorporadas a la encuesta tuvo como referencia las teorías sobre migración y, además, se incorporó otras variables analizadas por el Informe de Movilidad Humana Venezolana que tiene objetivos similares al del presente estudio. Las preguntas sobre percepción se diseñaron utilizando escalas Likert con categorías que se homologaron a puntuaciones de uno a cinco, siendo uno la valoración asignada para un elemento poco influyente en la decisión de emigrar y cinco para un elemento muy influyente. Previo a la aplicación definitiva del instrumento se realizó una prueba piloto que permitió la reformulación de varias preguntas. Finalmente, en cuanto al análisis de resultados, se privilegiaron las técnicas de análisis de estadística descriptiva.
Discusión de resultados
Características de los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto
Los migrantes venezolanos involucrados en el estudio son mayoritariamente hombres (62,8% hombres y 37,2% mujeres) (Figura 1) y su edad promedio es de 29 años. Los hombres son levemente más jóvenes, con una edad promedio de 28 años, mientras que el promedio de edad de las mujeres es 30 años. Aunque el estudio no involucró a menores de edad, es posible afirmar que los migrantes venezolanos en la ciudad conforman una población bastante joven porque el análisis por grupos etarios evidencia que cerca del 69% de los encuestados tiene una edad igual o inferior a los 30 años y solo el 2,2% tiene una edad superior a los 50 años (Figura 2).
Figura 1
Sexo de los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto
Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta.
Figura 2
Edad de los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto
Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta.
En cuanto al estado civil de la población encuestada el 47,8% son solteros y conforman la categoría mayoritaria, pero están seguidos muy de cerca por el grupo que vive en unión libre o concubinato (38,9%) (Figura 3). Las proporciones etarias, de género y estado civil encontradas en los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto son acordes con los resultados expuestos por el Informe de Movilidad Humana Venezolana (JRS Venezuela, 2019) que concentró su recolección de datos en la frontera colombo-venezolana.
Figura 3
Estado civil de los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto
Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta.
Uno de las afirmaciones más recurrentes de los estudios sobre migración venezolana realizados en los últimos años es que esa población corresponde a un grupo cualificado que podría significar una pérdida de capital humano para ese país (Freitez, 2011). La población estudiada en la ciudad de Pasto confirma esta hipótesis: el 46,7% expresó haber terminado el bachillerato y el 26,6% tiene un título de educación superior. Entre el grupo de profesionales se encuentran: administradores de empresas, ingenieros de petróleos, electrónicos y civiles, enfermeras, bacteriólogos, odontólogos, profesionales militares como soldados, guardias nacionales y policías; además, se destaca un importante grupo de empresarios.
Más de la tercera parte de los venezolanos que llegan a la ciudad de Pasto provienen de Carabobo (18,9%) y Aragua (15%), que son dos pequeños Estados ubicados en la región centro-norte de Venezuela con límites al mar Caribe (Figura 4). Este es un elemento que suscita bastante interés debido a que no son regiones cercanas a la frontera colombo-venezolana: Carabobo está a más de 10 horas de Cúcuta y Aragua a más de 12 horas. En general, estos resultados son consistentes con los reportes del Informe de Movilidad Humana Venezolana de la JRS (2019), salvo que en la Ciudad de Pasto la migración que se origina desde Caracas no es relevante y solo corresponde al 5%. Una explicación a esto es que los migrantes que provienen de la capital de Venezuela prefieren ciudades más grandes como Bogotá y Cali.
Figura 4
Estado de origen de los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto
Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta.
Las familias de los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto son de tamaño relativamente pequeño: en promedio tienen 3,9 integrantes y aproximadamente dos tercios de ellas tiene 4 integrantes o menos. Una característica importante de este proceso migratorio es que es un fenómeno familiar porque el 66,1% de los migrantes afirmó haber tomado la decisión de emigrar llevando con ellos a sus hijos y solamente el 11% de los migrantes viaja solo. Los sectores de la ciudad de Pasto preferidos por los migrantes para alojarse son aquellos que concentran la actividad comercial como Potrerillo (13,9%), Centro (12,2%) y Fátima (7,2) (Figura 5). El estado socioeconómico crítico de los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto se evidencia cuando se consulta por la modalidad de vivienda y alojamiento al que acceden: el 45,6% de los migrantes venezolanos accede a arriendos mensuales, el 38,9% accede a arriendos diarios en hostales, hoteles o residencias, y el 10% no tiene un lugar fijo.
Figura 5
Barrio de alojamiento de los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto
Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta.
Al ser consultados por su ocupación actual, el 73,3% de los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto afirmó dedicarse a las ventas ambulantes y el 6,1% afirmó estar desempleado (Figura 6). En contraste, la mayoría de estas personas aseveró que antes de emigrar, en su país se dedicaban a la construcción (13,3%), al comercio (11,1%) o a los negocios independientes (7,2%). El promedio de ingresos diarios de los migrantes venezolanos que desarrollan alguna actividad laboral en la ciudad de Pasto es de $29.552 pesos, con jornadas laborales de 7 días a la semana y 10 horas diarias en promedio. El 75,5% de las personas que generan ingresos afirmó que enviaba remesas hacia Venezuela; el promedio de estas remesas ascendió a $146.463 pesos. Esto resultados son consistentes con la caracterización realizada por el Banco Mundial (2018), según el cual, entre las complejas condiciones socioeconómicas de los migrantes, destaca la mayor probabilidad de desempleo y pobreza que soportan, en comparación con la población de las ciudades receptoras. En general, estas características permiten evidenciar la posible existencia de un mercado dual de trabajo (Lomelí y Vázquez, 2016) en la ciudad de pasto, donde los trabajos riesgosos, informales, mal remunerados y con un bajo prestigio social están siendo asignados a los migrantes.
Figura 6
Ocupación de los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto
Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta.
Más allá de los problemas de desempleo que se vive en varias ciudades colombianas, la explicación de las precarias condiciones laborales de los venezolanos está en su estatus de migrantes irregulares (Banco Mundial, 2018). En efecto, de los migrantes encuestados en la ciudad de Pasto, solamente el 21,7% posee el Permiso Especial de Permanencia (PEP) y solo el 28,3% tiene pasaporte, lo que les impide acceder a opciones laborales formales, aunque muchos de estos migrantes cuentan con experiencia y un nivel formativo sobresaliente.
Finalmente, los migrantes encuestados también fueron interrogados por el país al que originalmente tenían planeado llegar. Más de la mitad de ellos respondió que sus pretensiones originales eran llegar a Colombia (57,2%), pero otra proporción significativa mencionó que su intención original era seguir la ruta al sur hacia Perú (17,8%), Ecuador (15,6%) y Chile (6,7%), lo que puede ser un explicativo de la elevada presencia de migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto, que es un paso obligado hacia la frontera colombo-ecuatoriana.
Determinantes de la migración
El instrumento de recolección de información incluyó preguntas orientadas a indagar las causas que habían motivado la decisión de emigrar desde Venezuela, con el fin de buscar evidencia sobre algunos de los principales determinantes de la migración internacional sugeridos por la teoría.
Al consultar a los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto sobre las motivaciones económicas que habían tenido influencia en su decisión de emigrar, todos los determinantes económicos fueron calificados con grados de influencia muy elevados (Figura 7). Esta percepción está bastante alineada con la realidad de la economía venezolana, y con los resultados de Castillo y Reguant (2017) y del Banco Mundial (2018). Aunque las cifras oficiales dejaron de publicarse en 2014, los análisis de la CEPAL indican que el PIB de Venezuela cayó un 25,5% en 2019, “lo que supone una contracción acumulada del 62,2% respecto del nivel de 2013” (CEPAL, 2019b). El deterioro de la producción en este periodo coincide con la gestión gubernamental de Nicolás Maduro, el desplome de los precios internacionales del petróleo (principal producto de exportación de Venezuela) y las duras sanciones impuestas por Estados Unidos que obstaculizan la exportación del crudo y dificultan las importaciones.
Figura 7
Percepción de la influencia de los determinantes económicos en la decisión de emigrar
Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta.
De todos los ítems económicos que se les pidió calificar a los migrantes venezolanos encuestados en la ciudad de Pasto, la inflación y la escasez de alimentos fueron designados como los más importantes en la determinación de salir de su país (Figura 7). Durante los últimos años, Venezuela ha vivido un fenómeno de descontrol monetario sin precedentes en América Latina que ha generado una hiperinflación continua. El Banco Central de Venezuela, que es la fuente oficial, calculó que la inflación en 2019 cerró en 9585,5%; por su parte, la Asamblea Nacional de Venezuela, que es de mayoría opositora, determinó que la inflación en 2019 fue 7.374,4% (Asamblea Nacional de Venezuela, 2020).
En cuanto a la escasez de alimentos, las cifras oficiales sobre nutrición no se divulgan de forma periódica y oficial en Venezuela, pero los análisis realizados por el Programa Mundial de Alimentos aseguraron a principios de 2020 que un tercio de la población venezolana sufre inseguridad alimentaria (PMA, 2020). En la misma línea, el estudio sobre el “éxodo venezolano” realizado por el Banco Mundial determinó que el venezolano promedio había perdido 10 kilos respecto a 2017 (Banco Mundial, 2019). La desnutrición moderada y severa es un problema que afecta con mayor contundencia a niñas, niños y madres embarazadas.
En general, la percepción sobre la influencia de los determinantes sociales fue menor que la que ejercieron los determinantes económicos a la hora de decidir emigrar (Figura 8). Sin embargo, la inseguridad que se vive en Venezuela fue la justificación más popular en las respuestas de los migrantes venezolanos en la Ciudad de Pasto, en línea con el Informe de Movilidad Humana Venezolana (JRS Venezuela, 2019), que también encontró esta causa como la más recurrente dentro de los factores psicosociales que impulsan a los venezolanos a emigrar.
Figura 8
Percepción de la influencia de los determinantes sociales en la decisión de emigrar
Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta.
Distintos informes han mencionado que los indicadores de seguridad en Venezuela se han deteriorado significativamente en los últimos años, debido a que la exacerbación de la pobreza, el desempleo y la debilidad institucional genera incentivos para que actores criminales tomen el control. El Informe Anual de Violencia 2019 publicado por el Observatorio Venezolano de Violencia indicó que ese país presenta un índice de muertes violentas de 60,3 por cada 100.000 habitantes (Observatorio venezolano de violencia, 2020). Ese dato es el más alto de la región y casi tres veces más alto que el indicador de países en guerra (Banco Mundial, 2019). En 2019, el índice de muertes violentas en Colombia fue de 25 por cada 100 mil habitantes, lo cual es significativamente más bajo que el calculado para Venezuela, a pesar de que en Colombia el último año evidenció una reactivación de grupos disidentes y el fortalecimiento de otros grupos criminales que intentan retomar el control territorial de zonas estratégicas para la producción de cultivos de uso ilícito.
En 2019, los Estados de Venezuela con los índices de muertes violentas por cada 100 mil habitantes más altos son Miranda (87), Bolívar (84) y Aragua (82) (Observatorio venezolano de violencia, 2020). Aragua lideró este ranking en 2017, 2018 y solo en 2019 cayó a la tercera posición, lo que se convierte en una de las principales explicaciones a la gran cantidad de migrantes provenientes desde ese Estado y con mayor presencia en la ciudad de Pasto.
La pobreza y las malas condiciones de vida también se destacaron como determinantes recurrentes de la migración, según las percepciones de los venezolanos en la ciudad de Pasto. Esto también es consecuente con los reportes de pobreza realizados por la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana (ENCOVI) que lidera algunas universidades venezolanas de forma independiente, en los que se menciona que el total de hogares venezolanos que se encuentran en condición de pobreza pasó de ser 48,4% en 2014 a ser 87% en 2017 (España y Ponce, 2018). En este total, el deterioro de la pobreza extrema es el que más ha pesado porque pasó de ser 23,6% en 2014 a ser 61,2% en 2017. En la misma línea, la valoración desarrollada por la CEPAL en su Panorama Social de América Latina denuncia que, a pesar de la ausencia de datos oficiales posteriores a 2014, las proyecciones permiten concluir “que las personas en situación de pobreza extrema del país como porcentaje de la población total regional pasó del 8% en 2014 al 33% en 2018” (CEPAL, 2019a: 97); este hecho contrasta con la tendencia a la baja de la pobreza en la mayoría de países de la región y es tan significativo que genera un repunte de la pobreza en el agregado para América Latina.
En el marco teórico de este trabajo se expuso la relevancia que tenían las redes sociales migratorias que se generan entre los posibles migrantes, migrantes anteriores, y no migrantes en áreas de origen y destino (Massey et al., 1993); según esta teoría, la existencia de estas redes aumenta los incentivos a emigrar. Los resultados encontrados en este estudio evidencian que, para los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto, la existencia de familiares venezolanos radicados en Colombia y la existencia de familiares colombianos no fueron determinantes a la hora de tomar la decisión de emigrar. No obstante, la existencia de estas redes si puede ser un determinante relevante a la hora de explicar el país de destino hacia el cual los migrantes deciden viajar, pero la comprobación de esta hipótesis implica un estudio de mayor alcance al que aquí se desarrolla.
Finalmente, en este estudio se consultó a los migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto sobre la influencia de algunos factores políticos (Figura 9). La mayoría de los consultados manifestó su descontento con el gobierno actual liderado por el presidente Nicolás Maduro y su forma de gobernar a nivel general. Por su parte, las amenazas y persecuciones por parte del gobierno tuvieron un peso menor a la hora de tomar la decisión de emigrar. En enero de 2019, Consulta Mitofsky (TResearch, 2019) encuestó a 1,000 venezolanos mayores de 18 años residentes en Venezuela sobre sus percepciones políticas y el 84% se mostró en desacuerdo en la forma como ha gobernado Nicolás Maduro y solo el 15% aprobó su gestión. El mismo estudio destacó que el 79% de los consultados culpa al presidente de la crisis en Venezuela y que el 81% solicita la renuncia del presidente.
Figura 9
Percepción de la influencia de los determinantes políticos en la decisión de emigrar
Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta.
Conclusiones
El estudio se propuso analizar la migración venezolana en la ciudad de Pasto. Este objetivo se abordó desde la caracterización sociodemográfica de los migrantes y la definición de sus percepciones frente a los determinantes que los llevaron a tomar la decisión de salir de su país.
Los hallazgos del estudio permitieron concluir que la población de migrantes venezolanos en la ciudad de Pasto es bastante joven, mayoritariamente masculina y que no proviene de regiones cercanas a la frontera colombo-venezolana. Además, se coincidió con otros estudios que caracterizan el fenómeno de migración venezolana del siglo XXI como una pérdida del capital humano de Venezuela porque las personas que se ven obligadas a migrar tienen un nivel educativo alto. A su llegada a Pasto, esta población decide radicarse en núcleos comerciales de la ciudad y en viviendas bajo la modalidad de arriendo mensual o diario en hostales y hoteles.
En cuanto a las condiciones laborales de los migrantes venezolanos en la ciudad, se logró establecer las difíciles condiciones que enfrenta esta población que normalmente se vincula a trabajos informales, principalmente, en ventas ambulantes. Aunque la estrechez del mercado laboral de la ciudad de Pasto es un factor importante, también es cierto que los migrantes se encuentran con la limitación de no haber legalizado su estatus migratorio, por lo cual, no pueden acceder a empleos formales, ni ejercer sus profesiones. En todo caso, el ingreso promedio de la mayoría de las personas que desarrollan alguna actividad laboral fue suficiente para permitir el envío de remesas hacia Venezuela.
En cuanto a los determinantes de la decisión de emigrar según la percepción de los consultados, el estudio encontró que la mayor influencia la ejercieron factores económicos como la inflación y la escasez de alimentos, pero también sobresalió la influencia de factores sociales y políticos como la inseguridad, la pobreza y el descontento con el gobierno actual. En el análisis de todos los determinantes se comprobó que las percepciones de los migrantes consultados estaban en línea con los estudios y reportes que dan cuenta del deterioro económico, social y político en Venezuela.
Dada la escasez de estudios de este tipo en la ciudad, los resultados son de alcance exploratorio, pero permiten avizorar perspectivas de investigación que apuntan hacia el análisis de los efectos de la migración venezolana en sectores específicos, como el mercado laboral y los sistemas de seguridad social. Además, es necesario profundizar en el análisis de la capacidad de respuesta de los gobiernos nacionales y locales, mediante el estudio de las políticas públicas que han implementado para atender el problema.
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Cómo citar este artículo: Paz, B., Alpala, O. y Villota, E. (2021). Análisis de la migración venezolana en la ciudad de Pasto: características y percepciones de los migrantes. Tendencias, 22(1), 71-94. https://doi.org/10.22267/rtend.202102.155