En los últimos 30 años los países latinoamericanos han sufrido cambios nocivos sobre los estilos de vida y el nivel de actividad física (AF) 1) . En el mundo se estima que un 31% de la población general no cumple las recomendaciones de AF sugeridas por el Colegio Americano del Deporte (150 minutos de AF moderada o 75 minutos de AF vigorosa) 2), mientras que un 80% de los adolescentes es considerado físicamente inactivo3. Similar situación ocurre en Chile, donde los datos preliminares de la Encuesta Nacional de Salud (2016-2017) muestran que un 73,5% de los jóvenes entre 15 y 19 años no realizan AF durante 30 minutos, 3 o más veces por semana4,5.
La adolescencia se caracteriza por ser una etapa de desarrollo susceptible a cambios en los estilos de vida, influenciados por el entorno social y familiar6. Bajo este contexto, los estudiantes universitarios debido a largas jornadas académicas, serían una población vulnerable, ya que presentan inadecuados hábitos alimenticios, dedican un elevado número de horas a actividades de tipo sedentaria (ver televisión o actividades de transporte, trabajo y estudio), mantienen hábito tabáquico y se desplazan en transporte motorizado, lo que incrementa la inactividad física1,5,7. Todas las conductas mencionadas previamente podrían afectar su salud general y con ello, su calidad de vida (CV).
En contraste, se ha propuesto ampliamente que practicar AF de manera regular y sostenida es un importante predictor de salud mental y física, mejorando el bienestar y CV de las personas. Fomentar la realización de AF en jóvenes universitarios permitiría generar hábitos saludables que garanticen una mejor CV, además programas de AF que influyan positivamente en la salud de los futuros adultos y con ello, disminuir los elevados costos de salud pública que ocasiona las enfermedades crónicas no transmisibles8.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define CV como “la percepción del individuo de su posición en la vida, en el contexto cultural y el sistema de valores en que vive, en relación con sus metas, objetivos, expectativas, valores y preocupaciones9,10”. Uno de los instrumentos más utilizados para evaluar la CV corresponde al cuestionario World Health Organization Quality of Life en su versión breve (WHOQOL-BREF). Este cuestionario tiene 26 ítems y ha sido reconocido por su alta estructura conceptual, operativa y desarrollo psicométrico, siendo validado y aplicado en diferentes grupos etarios, países e idiomas11,12. Si bien se ha propuesto que comportamientos saludables como practicar AF se asocian con mayor CV, bienestar y satisfacción13, en estudiantes universitarios latinoamericanos la evidencia es escasa, existiendo pocos antecedentes sobre la realidad local. Es por esto que resulta de interés comparar la CV de acuerdo al nivel de AF en estudiantes universitarios y conocer si existen diferencias en la CV al agruparlos por facultad.
Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue comparar la CV en estudiantes universitarios según su nivel de AF.
Esta investigación corresponde a un estudio de tipo descriptivo, de diseño observacional y de corte transversal, desarrollado en los meses de abril y junio del año 2018. Los participantes de este estudio pertenecían a las facultades de salud, educación (a excepción de estudiantes de educación física) e ingeniería de tres universidades de la ciudad de Talca (Chile) y fueron seleccionados de manera no probabilística por conveniencia. La muestra total fue constituida por 126 estudiantes universitarios (53,2% hombres, 46,8% mujeres): 74 participantes inactivos y 52 participantes activos según su nivel de AF. La muestra corresponde al 5,4% de total de la población objetivo (N=2336).
Los criterios de inclusión utilizados fueron: contar con matrícula vigente durante el periodo en que fueron obtenidos los datos, tener ≥ 18 años, aceptar participar voluntariamente del estudio y firmar un consentimiento informado que autoriza el uso de la información con fines de investigación científica. La confidencialidad de sus antecedentes, metodología y objetivo del estudio fueron explicados previo al registro de datos. Fueron excluidos los estudiantes que al momento de la recolección de datos tenían licencia médica o presentaran discapacidad física.
Las variables de estudio fueron: antecedentes personales, estado nutricional, perímetro de cintura (PC), CV y nivel de AF. Como antecedentes personales se consideraron edad y género. Para medir el peso corporal se utilizó una balanza electrónica portátil (Seca 769, Alemania; precisión 0,1 kg) y la estatura se midió en posición bípeda utilizando un estadiómetro portátil (Seca 217, Alemania; precisión 0,1 cm). El estado nutricional se determinó a través del índice de masa corporal (IMC) según los criterios de la OMS, que señala dividir el peso por la estatura al cuadrado (kg/m2)14. Los sujetos voluntarios fueron evaluados bajo condiciones normales de temperatura y humedad. Este procedimiento lo realizó un profesional capacitado para valoración antropométrica.
El PC sugerido para población chilena fue utilizado para definir la clasificación de obesidad central (> 87cm para hombres y > 82 cm para mujeres), para ello se utilizó una cinta métrica (Sanny, Brasil; precisión 0,1 cm, rango 0-200 cm) con el individuo en bipedestación y tomando como referencia anatómica el punto medio entre la cresta iliaca y la última costilla14. Todas las mediciones se realizaron a una temperatura de 24ºC y una humedad relativa del 50%.
La CV fue medida a través del WHOQOL-BREF. Este es un cuestionario auto administrado, el cual contiene 26 preguntas agrupadas en 4 ítems o dominios: físico (dolor, energía, sueño, movilidad, actividades, medicación y trabajo), psicológico (sentimientos positivos, pensamiento, estima, cuerpo, sentimientos negativos y espiritualidad), social (relaciones sociales, soporte social y sexualidad) y medio ambiente (seguridad, hogar, finanzas, servicios, información, ocio, medio ambiente y transporte). Además de 2 preguntas globales: CV global y CV en salud. Cada ítem tiene 5 opciones de respuesta ordinales tipo likert, en la cual la más baja percepción es el 1 y la más alta el 5. La puntuación obtenida en los dominios fue escalada en una dirección positiva de 0 a 100, es decir, los puntajes más elevados indican una mejor autopercepción de CV12.
Con respecto a las propiedades psicométricas del WHOQOL-BREF este ha reportado una confiabilidad de 0,88 para el cuestionario total, y para cada una de las preguntas entre 0,87-0,88, demostrando con esto, que las preguntas y sus respectivas dimensiones están relacionadas y aportan una descripción apropiada de la CV de la población estudiada15. Asimismo el cuestionario presenta una validez cercana al 0,9915.
El nivel de AF se midió a través del Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ) versión corta, el cual consta de 7 preguntas donde incluye actividades laborales, físico-deportivas, de transporte (caminar) y el tiempo que la persona permanece sentada o recostada13. La AF total fue expresada de manera continua en METs (Metabolic-energy-equivalents). A partir de esto, quienes presentaron un gasto energético <600 Mets/min/semana fueron clasificados con un bajo nivel de AF 16) e incluidos en el grupo denominado “inactivos”. Los estudiantes que reportaron un gasto energético >600 Mets/min/semana fueron considerados con un nivel de AF moderado/alto16, siendo clasificados en el grupo denominado “activos”. En cuanto a las propiedades psicométricas, el IPAQ ha demostrado una confiabilidad de 0,8 y una validez de 0,6717.
Los datos fueron analizados con el software estadístico SPSS 23.0 (SPSS 23.0 para Windows, SPSS Inc., IL, USA). Se calculó la media y desviación estándar (DE) para describir las variables. La distribución y homogeneidad de varianza de los datos fueron determinadas con las pruebas de Shapiro-Wilk y Levene, respectivamente. Se aplicó la prueba T de Student para muestras independientes a fin de comparar los dominios de la CV y las características basales entre individuos activos e inactivos tanto para la muestra total como para los grupos separados por facultades. El tamaño del efecto se calculó con la d de Cohen, considerando un efecto pequeño (0,2), moderado (0,5) o fuerte (0,8). Para comparar la CV entre facultades en universitarios activos e inactivos se utilizó la prueba de ANOVA. Para todos los análisis se empleó un nivel alfa de 0,05.
En la Tabla 1 se observan las características basales de la muestra. La diferencia observada entre los grupos revela que los estudiantes inactivos presentaron un mayor IMC (p=0,041). De acuerdo con estos valores, los estudiantes inactivos se clasifican en la categoría de sobrepeso, mientras que los universitarios activos se clasifican como normopeso. Si bien los resultados no mostraron diferencias estadísticamente significativas para el PC (p=0,703), existe una tendencia favorable hacia aquellos que poseen niveles más altos de AF.
Al comparar la CV a partir del cuestionario WHOQOL-BREF, los universitarios activos mostraron una puntuación significativamente mayor que los estudiantes clasificados como inactivos tanto en la CV global (p=0,002; d=0,67) como en la CV en salud (p=0,013; d=0,50). Al analizar la CV por dimensiones, los resultados reflejaron una mayor puntuación en los dominios físico (p=0,038; d=0,43), psicológico (p=0,003; d=0,63) y medio ambiente (p=0,001; d=0,80) en los universitarios activos (Tabla 2). Al comparar la CV entre hombres y mujeres no hubo diferencias significativas en todas las dimensiones evaluadas (p<0,05).
La Figura 1 muestra la CV de los estudiantes divididos por áreas de estudio (ingeniería, salud y educación) y nivel de AF. Al comparar la CV en estudiantes del área de ingeniería según su nivel de AF, se observaron puntuaciones significativamente mayores en la CV global (p=0,011), CV en salud (p=0,047), y en los dominios físico (p=0,042), psicológico (p=0,001) y medio ambiente (p=0,001) en los universitarios activos. En el área salud, los estudiantes activos presentaron puntuaciones significativamente mayores en la CV que los universitarios inactivos en todas las dimensiones evaluadas: CV global (p=0,002), CV en salud (p=0,017), dominio físico (p=0,001), dominio psicológico (p=0,008), dominio social (p=0,123) y dominio medio ambiente (p=0,001). Finalmente, los estudiantes del área educación sólo mostraron diferencias significativas en la CV general (p=0,043) y en el dominio psicológico (p=0,031) entre universitarios inactivos y activos.
*Diferencias estadísticamente significativas (p<0,05)
El análisis de ANOVA reveló que al comparar la CV entre los estudiantes de las tres facultades evaluadas no hubo diferencias significativas tanto en el grupo activo como en el inactivo.
El principal resultado de esta investigación señala que los estudiantes que practican regularmente AF presentan una mejor CV que sus pares inactivos. Estas diferencias se observaron en la CV global y en salud, y en los dominios físico, psicológico y medio ambiental. Similares resultados fueron reportados en estudiantes universitarios mexicanos, donde se observó una asociación positiva entre la práctica regular de AF con una mejor CV, principalmente, en la CV global y en el dominio medio ambiental18.
Asimismo, estudiantes brasileños con altos niveles de AF presentaron una buena CV en los cuatro dominios, obteniendo mayor puntuación en el dominio psicológico y un puntaje más bajo en dominio social19. Diversos estudios señalan que la personas que siguen las recomendaciones establecidas por la OMS y el Colegio Americano del deporte sobre la práctica de 30-59 minutos/día de AF de intensidad moderada presentan una mejor CV20.
La evaluación de la CV por dominios posibilita el conocimiento de los aspectos individuales, en los cuales una persona o grupo, presenta falencias o disconformidad. El presente estudio encontró que los universitarios activos mostraron puntuaciones más altas que los inactivos en los dominios físico, medio ambiente y psicológico. Similares hallazgos se han descrito en población adulta, en donde quienes practicaban deporte o AF regular, tuvieron puntuaciones más altas en los dominios físico, psicológico y medio ambiente, en comparación con los que eran sedentarios. Esto podría atribuirse a que la práctica de AF promueve un mejor autoconcepto físico y niveles de satisfacción con la vida, lo que repercute sobre el estado de ánimo de los sujetos 21.
Asimismo, se ha reportado que la práctica de AF estimula la activación del sistema de opioides endógenos, induciendo un incremento significativo de la concentración de ß-endorfinas, que se traduce en sensación de bienestar, analgesia, relajación y disminución de la ansiedad y del estrés22,23. Dicho estado de bienestar inducido por AF también ayudaría a mejorar la percepción relacionada a las condiciones ambientales, como transporte, seguridad y cuidados con la salud, logrando de este modo mejores puntuaciones en el dominio medio ambiente24.
Al analizar la muestra por facultades, la tendencia a mantener una mejor CV en los dominios evaluados se mantuvo, siendo los universitarios físicamente activos de la facultad de salud e ingeniería quienes mostraron una mayor diferencia respecto a los inactivos. Por su parte, los estudiantes de la facultad de educación evidenciaron diferencias solo en CV general y dominio psicológico. Sin embargo, al comparar los dominios de CV entre facultades tanto en grupo de activos como inactivos no se evidenciaron diferencias significativas. A pesar de que no existen reportes previos, es posible que los individuos de la facultad de educación muestren menores diferencias en la CV entre estudiantes activos e inactivos debido a mayores posibilidades de integración social que les brinda su malla curricular en los primeros años de estudio, lo cual podría influir en que individuos inactivos tengan una mejor percepción de algunos dominios de la CV evaluada, como, por ejemplo, el social y ambiental.
A pesar de los beneficios atribuidos a la práctica de AF, la puntuación en el dominio social no fue influida por el nivel de AF de los estudiantes universitarios, lo cual podría ser explicado por el tipo de preguntas que se orientan a la satisfacción de relaciones con amigos y su vida sexual. Se ha señalado que los estudiantes reducen drásticamente el tiempo que dedican a sus familiares, pareja y amigos debido a la carga académica asociada a cada carrera25. Esto podría ser la causa del deterioro de la CV en dicho aspecto, independiente del nivel de AF del estudiante.
Finalmente, un resultado secundario de esta investigación muestra que los estudiantes universitarios activos, tienen IMC más bajo (IMC>24,12 kg/m2) al compararlos con sus pares inactivos (IMC 25,42 kg/m2). Estudios previos han demostrado una alta prevalencia de exceso de peso (IMC> 25 kg/m2) en universitarios chilenos, atribuido principalmente a sedentarismo26. En contraste, la práctica de AF reduce algunos índices antropométricos como el PC y el IMC 27. Si bien el IMC es reconocido como un indicador de salud cardiovascular, se ha señalado que no está relacionado solamente con problemas físicos como limitación funcional y dolor, sino que también se ha relacionado directamente con una menor CV en adolescentes8.
Los estudiantes universitarios activos (mantienen un moderado/alto nivel de AF) presentan una mejor CV global y en salud, y en los dominios físico, psicológico medio ambiente al compararlos con estudiantes inactivos. Esto sugiere la necesidad de promover acciones orientadas hacia la práctica de AF por parte de las instituciones de educación superior y con ello influir sobre la CV de sus estudiantes. Para la implementación de futuros estudios se recomienda un análisis de cada una de las preguntas correspondientes a cada dominio, con el objetivo de conocer cuál o cuáles serían los factores con mayor influencia sobre la autopercepción de CV en población universitaria.
Una de las limitaciones de esta investigación corresponde a la utilización de una muestra pequeña en relación a la población universitaria estudiada. Además, la selección por conveniencia de los participantes puede restringir la validez externa del estudio. Por otro lado, algunos datos fueron obtenidos mediante auto-reporte (AF y CV), lo cual podría ocasionar un sesgo por la sobreestimación de estudiantes con estilos de vida no saludable. A pesar de estas limitaciones, la significancia estadística obtenida en este análisis con un tamaño del efecto moderado, refleja las diferencias observadas en la CV de la muestra estudiada.
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Como citar: Concha-Cisternas Y, Castillo-Retamal M, Guzmán-Muñoz E. Comparación de la calidad de vida en estudiantes universitarios según nivel de actividad física. Univ. Salud. 2020;22(1):33-40. DOI:https://doi.org/10.22267/rus.202201.172