Como citar:
Portela-García CA, Vidarte-Claros A. Niveles de actividad física y gasto
frente a pantallas en escolares: diferencias de edad y género. Univ
Salud. 2021; 23(3):189-97. DOI:
https://doi.org/10.22267/rus.212303.232
Resumen
Introducción: Cada vez se masifican las tecnologías
electrónicas de pantalla entre la población infantil, práctica que ha
llevado a un estilo de vida sedentario incrementa los riesgos para la
salud
de los individuos.
Objetivo: Asociar la actividad física y el uso de
pantallas, con el índice de masa corporal (IMC) y el género en escolares
urbanos de la ciudad de Popayán entre 10 a 12 años.
Materiales y métodos: Muestreo aleatorio simple, 440
escolares en edades entre los 10 y 12 años (220 niños/220 niñas). Se
realizó
la encuesta Physical activity Questionnaire for Older Children-PAQ-C.
Estudio prospectivo transversal comparativo, de análisis univariado y
bivariado.
Resultados: Existe la asociación entre niveles de
actividad
física moderados y las horas de uso de pantallas
(X2=598,6; p=0,00); así
como también entre el nivel de actividad física y el sexo de los
escolares
(X2=13,551; p=0,004).
Conclusiones: Los niveles de actividad física y el uso
de
pantallas demuestran que los escolares que usan con mayor frecuencia la
televisión, el computador y los videojuegos, despliegan la actividad
física
en niveles de moderada a baja.
Palabras clave:Niño; actividad física; identidad de género; red de
telecomunicaciones; edad escolar; estilo de vida sedentario.
(Fuente:
DeCS, Bireme).
Abstract
Introduction: Use of electronic screen technologies are
increasingly widespread among children and their frequent use has led to
a
sedentary lifestyle that increases health risks in this population.
Objective: To study the association of physical
activity
and the use of electronic screen devices with the body mass index (BMI)
and
gender in urban schoolchildren aged between 10 to 12 years from the city
of
Popayán (Cauca, Colombia).
Materials and methods: A comparative prospective
cross-sectional study, with univariate and bivariate analyses, was
carried
out using a simple random sampling of 440 students between the ages of
10
and 12 years (220 boys/220 girls). The Physical activity Questionnaire
for
Older Children (PAQ-C) was applied.
Results: There is an association between moderate
levels of
physical activity and hours spent in front of electronic screen devices
(X2=598.6; p=0.00). Likewise, an
association
between the
level of physical
activity and gender of schoolchildren was found
(X2=13.551; p=0.004).
Conclusions: Children who frequently use television,
computers, and/or video games show low to moderate levels of physical
activity.
Los determinantes en salud y entre ellos los estilos y condiciones de
vida, juegan un papel importante en el desarrollo de las personas. Según
el Ministerio de Salud de Colombia los estilos de vida son “aquellas
formas de pensar, sentir y actuar que impactan de manera positiva la
salud personal, de los colectivos y del ambiente, las cuales están
influenciadas por la historia particular de cada individuo, los grupos
sociales y las características económicas, políticas y culturales de
cada territorio”1. Los hábitos
de vida sedentarios instaurados desde el colegio y la niñez son una
influencia social que se presenta y constituyen un problema de salud
pública2.
En la actualidad la inactividad física de los escolares es cada vez
mayor, debido al tiempo dedicado a actividades sedentarias durante su
tiempo libre; entre ellas, el uso de pantallas por tiempos prolongados,
aumentando así, la prevalencia de obesidad infantil3, que a su vez se convierte en un factor
de riesgo cardio-metabólico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) evidencia la inactividad
física como un problema en el ámbito mundial, manifestando que las
personas poco activas tienen una probabilidad del 20% a 30% adicional de
una muerte prematura4. En las
últimas dos décadas la prevalencia de la obesidad infantil está
aumentando en todo el mundo, el sobrepeso y obesidad se ha duplicado en
los niños de 6 a 11 años de edad y triplicado entre los adolescentes de
12 a 17 años5,6.
La Encuesta Nacional de Situación Nutricional en Colombia ENSIN, en el
año 2015, informó que 7 de cada 100 menores presentan desnutrición
crónica, lo cual se considera como un problema de salud pública. Así
mismo, el exceso de peso en escolares se incrementó del 18,8% al 24,4%
en los niños(as) entre 5 y 12 años de edad. Otro dato alarmante es el
tiempo que los escolares dedican al uso de las pantallas
(televisor-computador) afectando a 7 de cada 10 niños de las áreas
urbanas y a 5 de cada 10 de las zonas rurales. Esto dependiendo de la
accesibilidad a los dispositivos electrónicos7.
En un estudio realizado por Martínez et al.,8 se encontró que los estilos
de vida
sedentarios repercutieron en la salud mental y física del adolescente,
resultando como consecuencia, alteraciones del sistema musculo
esquelético, los desbalances posturales y los dolores de espalda, cabeza
y cuello, como los más prevalentes en aquellos que permanecieron mucho
tiempo inactivos físicamente. Así mismo, se manifestaron variaciones en
el comportamiento psicológico del individuo, encontrándose diferencias
en el género femenino, caracterizado por presentar en mayor proporción
manifestaciones clínicas de dolor relacionadas con el sedentarismo8.
Borrás y Ugarriza9 destacan
que las posibles causas de la obesidad infantil pueden estar
involucradas, además, de los aspectos nutricionales y la genética, los
niveles bajos de actividad física, sin dejar de lado el papel
fundamental que juegan los padres en el momento de inculcar hábitos y
estilos de vida en sus hijos; como por ejemplo dedicar mucho tiempo a la
televisión, video juegos y computadores, con la consecuente inactividad
física, situación que genera aumento progresivo de peso. La prevención
de los factores de riesgo por medio de la modificación de estilos de
vida saludables en escolares y el aumento de la práctica de la actividad
física, son relevantes en la reducción de actividades sedentarias y por
lo tanto disminuyen los riesgos de enfermedades crónicas no
transmisibles (ECNT)9,10.
Estudios científicos realizados en Colombia reflejan la importancia de
la actividad física y los beneficios que trae para la salud del
individuo11,12; el sedentarismo, influye negativamente
en la salud y en las capacidades físicas de los niños, entre los que se
destaca la desnutrición y la reducción del acondicionamiento físico
afectando la calidad de vida13.
En torno a los niveles de sedentarismo, un estudio realizado muestra que
los niños entre 10 y 12 años se encuentran expuestos al uso del
computador, los videojuegos y la televisión, sin importar el género.
Este estudio relacionó la capacidad cardiorrespiratoria máxima de
acuerdo al tiempo de exposición frente a pantallas, evidenciando que los
valores más pobres del volumen de oxígeno se relacionan con el género
femenino, por lo que se recomendó la práctica de ejercicio físico14.
Aceptando la evidencia que muestra la globalización con las nuevas
tecnologías, se asume en este sentido el gasto de tiempo frente a
pantalla como parte del estilo de vida de los escolares, por ello, el
objetivo del artículo fue asociar la actividad física y el uso de
pantallas con el Índice de Masa Corporal (IMC) y el género en escolares
urbanos de la ciudad de Popayán entre 10 a 12 años. El cual se deriva
del estudio multicéntrico sobre niveles de actividad física realizado en
la maestría de Actividad física y deporte de la Universidad Autónoma de
Manizales.
Materiales y métodos
Participantes
Los participantes fueron 442 escolares de 10 a 12 años de edad,
de ambos géneros, ubicados en 12 instituciones educativas en la
ciudad de Popayán - Colombia, seleccionados de manera aleatoria.
Para esta elección se tuvo en cuenta la información obtenida por
la Secretaría de Educación del Municipio de Popayán (SEM).
Se diseñó un estudio prospectivo transversal correlacional,
empleando para el estudio un muestreo aleatorio estratificado
con afijación proporcional con una confiabilidad del 95%, y un
margen de error de 0,3 kg/m2. Para la estimación de
la varianza se tomó como base el estudio “Exposición a
pantallas, sobrepeso y desacondicionamiento físico en niños y
niñas”14. La
población se organizó por grupos o subpoblaciones (edad y sexo),
se homogenizaron los estratos, según la edad la frecuencia fue
de 148 niños de 10 y 11 años respectivamente y de 146 escolares
de 12 años, por sexo se definió 222 niños y 220 niñas.
Procedimientos
Se utilizó como técnica la encuesta y como instrumento el
formato que daba cuenta de variables sociodemográficas y el
instrumento empleado para registrar la actividad física fue el
cuestionario de estilo de vida Physical Activity
Questionnaire for Children (PAQ-C), validado para
Colombia por Herazo y Domínguez en 201215, logrando una consistencia
interna de 0,73 y 0,78, que se interpreta como un coeficiente de
Cronbach aceptable. El PAQ-C es un cuestionario que mide los
niveles de actividad física en los últimos 7 días durante el año
escolar, indaga sobre las actividades realizadas durante el
tiempo libre y el tiempo que el evaluado permanece frente a la
pantalla, entre otros. Para calcular la puntuación final se
estima la media de las preguntas, donde 1 indica baja actividad
física y 5 indica alta actividad física. En el componente de
gasto de tiempo frente a pantalla, el niño debía señalar si
utilizaba computador, videojuegos y/o televisión, y en caso
afirmativo, informar la dedicación en el número de horas al día
y cuantos días a la semana15. Las variables
sociodemográficas del estudio fueron la edad y el sexo.
Los criterios de inclusión fueron: que los niños se encontraran
en edades entre 10 y 12 años de edad, estuviera en condiciones
de contestar las preguntas de la encuesta que se aplicó de
manera autodirigida y contar con el permiso del acudiente.
Se realizó una prueba piloto con 30 escolares de la zona rural
con el fin de capacitar a los evaluadores estudiantes de octavo
semestre de Educación Física y Fisioterapia de la Universidad
del Cauca, quienes realizaron la toma de los datos y revisión de
la aplicación del instrumento, el cual no se modificó una vez
realizados dichos procesos de capacitación.
Se aplicó la encuesta en un tiempo de seis meses en las 12
instituciones educativas. Una vez definido el muestreo y a
partir de una lista aleatoria se seleccionaba un estudiante para
participar en el estudio, la encuesta se diligenciaba en un
espacio definido por la institución.
Análisis estadístico
Para el registro de la información, se utilizó el software SPPSS
22 licenciado por la Universidad Autónoma de Manizales. Se
desarrolló el análisis univariado de las variables categóricas y
posteriormente se hizo un análisis bivariado para identificar la
asociación entre las variables del estudio, la asociación se
determinó a partir del coeficiente de contingencia, prueba de
Chi cuadrado (X2), y se complementó mostrando un
análisis de correspondencia múltiple (ACM), el nivel de
significancia tenido en cuenta fue p<0,05.
Consideraciones éticas
Se diligenciaron los consentimientos informados con los padres
y/o acudientes y asentimiento informado por parte del escolar,
al igual que las cartas de solicitud de permiso a las
instituciones educativas para la realización del estudio. El
escolar se encontraba en libertad de retirarse del estudio por
voluntad propia. Las implicaciones éticas del estudio se
rigieron a partir de la Resolución 008430 de 1993, articulo 11,
donde se clasificó como riesgo mayor al mínimo ya que se
trabajaba con menores de 18 años, estos elementos fueron
avalados por el Comité de Bioética de la Universidad Autónoma de
Manizales acta 062 de 2017.
Resultados
La frecuencia de la práctica de futbol está más asociada con el género
masculino que se destacó por ser más activo en este deporte, 4 niños de
cada 10 afirmaron practicar el futbol en frecuencia de 7 veces o más por
semana; en contraste con el género femenino, donde 1 niña de cada 10
participan en este juego, o lo practican de 1 a 2 veces por semana
(p<0,001). Cabe destacar que el género femenino realiza con
mayor frecuencia la actividad física de saltar la cuerda, donde 8 niñas
de cada 10 saltan de 3 a 4 veces a la semana (38,6% de las niñas), en
comparación a la proporción de niños que practican esta actividad (19,8
% de los niños). Existe una mayor asociación del género femenino con la
práctica de saltar la cuerda (p<0,001).
En general se encuentra una asociación estadísticamente significativa
entre el género y los niveles y tipo de actividad física; se evidenció
en el género masculino un nivel de actividad más alto que en el
femenino, donde 3 niños de cada 10 tienen un nivel de actividad física
buena y muy buena (18,5%) y las niñas presentaron un menor nivel de
participación en actividades físicas con una diferencia de 6,3% (Tabla 1).
Tabla 1. Asociación entre Nivel de actividad física en
escolares
Ítem
Calificación
Actividad
Chi cuadrado
Significancia
Frecuencia de actividad física los
últimos siete
días en
clases educación física
Niveles buenos y moderados
Correr “muy a menudo”
X2=73,126
p<0,02
Actividades realizadas durante
el recreo
Niños tuvieron niveles de actividad física
“moderados” y
“buenos”
Correr o jugar fuerte mucho tiempo durante
el recreo
X2=62,693
p<0,001
Niñas tuvieron niveles de actividad
“moderados”
Mantenerse paradas caminando por los
alrededores
Práctica de actividad física
- Frecuencia por semana
7 veces o más por semana
Niños “muy activos”
Práctica de futbol
X2=99,273
p<0,001
De 3 a 4 veces a la semana
Niñas “moderadamente activos”
Saltar la cuerda
X2=91,925
p<0,001
X2:
chi cuadrado
p<0,05
La variable edad en escolares, no presentó relación con los niveles de
actividad física. Independientemente de la edad los escolares se
encuentran en niveles buenos y moderados de actividad física (78,5%)
(p<0,272). Para el IMC la mayoría de la población presenta
un IMC ideal (71,8%) (p<0,272) y el nivel de actividad
física moderado
se evidencia una asociación con el género (p<0,004) (Tabla 2).
Tabla 2. Niveles de actividad física según
variables
Nivel de actividad física
Variables
X2
Significancia
Bueno y moderado
Edad
7,559
0,272
Ideal
IMC
16,95
0,049
Moderado
Genero
13,551
0,004
[i] X2
chi cuadrado
[ii]p<0,05
La relación entre la actividad física y el gasto frente al computador
presenta asociación (p<0,049). Se destaca que la mayoría de
los escolares independiente del género afirmaron estar más tiempo frente
al computador (81,5%). Independientemente de la afirmación o negación,
los niveles de actividad física que se evidenciaron con más frecuencia
fueron entre bajo, moderado y bueno (Tabla 3).
Por otro lado, se observa que las horas diarias frente al computador
juegan un papel importante. Los escolares que afirmaron utilizar el
computador de 0 a 3 horas diarias se encuentran en un nivel de actividad
física baja a buena, predominando la actividad física moderada con un
52,5% de la población (231 escolares), dando como resultado una
significancia entre la actividad física moderada y las horas dedicadas
al uso del computador (p<0,001) (Figura
1).
Tabla 3. Asociación entre actividad física y gasto
frente al
computador, televisión y video juegos
Nivel de
actividad física
Gasto frente al
computador
No
Si
X2
Sig
Coeficiente de
contingencia
Frecuencia
%
Frecuencia
%
Baja
16
3,62
51
11,5
3,379
0,049
0,087
Moderada
43
9,7
196
44,3
Buena
22
4,98
85
19,2
Muy buena
9
2,0
20
4,5
Total
90
20.4
352
79.6
Nivel de
actividad física
Gasto frente al
computador
No
Si
X2
Sig
Coeficiente de
contingencia
Frecuencia
%
Frecuencia
%
Baja
11
16,4
56
83,6
19,339
0,000
0,372
Moderada
10
4,2
229
95,8
Buena
2
1,9
105
98,1
Muy buena
1
3,4
28
96,
Total
24
5,4
418
94,6
Nivel de
actividad física
Gasto frente al
computador
No
Si
X2
Sig
Coeficiente de
contingencia
Frecuencia
%
Frecuencia
%
Baja
59
88,0
8
12,0
59,073
0,000
0,274
Moderada
151
63,1
88
36,9
Buena
33
30,8
74
69,2
Muy buena
4
13,7
25
86,3
Total
247
55.9
195
44.1
X2:
chi cuadrado
p<0,05
Tabla 4. Resumen asociación entre gasto frente a
computador,
televisión y video juegos y edad y sexo
Gasto frente a computador
X2
Sig
Sexo
55,044
0,027*
Edad
31,963
0,04*
Gasto frente a televisión
X2
Sig
Sexo
60,46
0,000*
Edad
31,963
*
Gasto frente a video juegos
X2
Sig
Sexo
56,658
0,001
Edad
8,793
0,087
X2chi cuadrado
p<0,05
Los escolares de todos los niveles de actividad física manifiestan ver
televisión en mayor porcentaje, siendo los escolares con nivel de
actividad física moderada y buena los que sobresalen (95% y 98%
respectivamente), estableciéndose que para esta relación entre la
actividad física y el gasto frente al televisor existe una asociación
estadísticamente significativa (p<0,0001), y la fuerza de
esta asociación es moderada (Tabla 3). Así mismo, los
escolares que
afirmaron ver entre 0 a 3 horas la televisión, se caracterizaron por
niveles moderados y buenos, presentando una asociación entre las horas
de televisión y los niveles de actividad física (p<0,001).
La población escolar encuestada en mayor porcentaje niega hacer uso de
videojuegos, destacándose los escolares con nivel de actividad física
“moderada” (151 escolares; 63,1%), y “baja” (59 escolares), existe una
asociación estadística (p<0,000) (Tabla
3). Es importante recalcar, que los niveles de actividad física
general para esta población, se encuentran en el rango de niveles
“moderados” en asociación con el gasto frente a la televisión (229
escolares).
La exposición de tiempo a las pantallas con relación al género evidenció
que el género masculino tiene una mayor tendencia a jugar videojuegos
que el género femenino. Con la información de 141 escolares femeninos
que no juegan videojuegos (31,9%), y la de 151 escolares de género
masculino que afirman jugar videojuegos entre 1 y 9 horas al día (34,1%)
se sustenta la asociación entre el género y uso de videojuegos
(X2=56,658; p<0,001).
Por otra parte, con respecto a la utilización del computador o del
televisor, se encontró asociación con el género
(X2=55,044; p<0,027). Independientemente
del género, la población en su gran mayoría afirmó utilizar el
computador (79,6%), con un promedio de 1 a 6 horas y estar frente al
televisor (76,2%), en un promedio de 1 a 7 horas. Los niños de 12 años
estuvieron más tiempo frente al computador que sus pares de 10 y 11 años
(X2=27,241; p<0,018); así mismo sucedió
con el número de días frente al televisor que varió entre 1 y 7 días
((X2=31, 963); (p<0,04)). No se encontró
asociación entre la edad y el gasto frente a video juegos (Tabla 4).
Discusión
Los principales hallazgos del presente estudio, demuestran que existe
gran asociación entre los niveles de actividad física y el gasto frente
a pantallas, entendiéndose el uso de elementos tecnológicos como estilo
de vida de la población escolar; aspecto que cobra gran importancia y se
convierte en factor de riesgo frente a la aparición de enfermedades
crónicas no transmisibles por la frecuencia de inactividad física de los
escolares cuando hacen uso de estos.
Los niveles de actividad física según género corroboraron lo encontrado
en otros estudios16,17, se destaca al género masculino como
el que despliega más actividades físicas; siendo éste género el que
participa más activamente en actividades como el futbol, lo que se
explica por la asignación de roles diferenciados a la mujer y al hombre
en las actividades deportivas, de tal manera que el futbol desde un
primer momento se consideró como un deporte para hombres y no de mujeres
(situación que ha venido cambiando). Además, es un deporte que ha sido
muy promocionado y se ha popularizado en el ámbito nacional y mundial
donde los jóvenes en sus prácticas replican jugadas y quieren emular
estrellas del futbol nacional e internacional18,19.
Cabe destacar la alta frecuencia de actividades físicas por parte del
género masculino en el recreo y las clases de educación física durante
la semana previa a la encuesta; situación que coincide con los hallazgos
del estudio de Bastos et al.,20 donde se registra la
participación regular del sexo masculino con este mismo tipo de
actividades. Se vislumbra que los niños tienen más apoyo familiar y
social para practicar las actividades físicas, por lo tanto, podría ser
también una explicación sobre el mayor desempeño del género
masculino19,20.
El estudio registra que el género femenino presenta niveles bajos de
actividad física; un resultado que es consistente con los del estudio de
Aguiar et al.,21 que
muestra que el nivel de frecuencia de la actividad física puede estar
influenciado por la desaprobación de sus compañeros sobre las
actividades que realizan, por la influencia de los entornos familiares
sobre la asociación que hay entre actividad deportiva-roles de género, y
la mayor disposición del tiempo libre para actividades de
entretenimiento sedentario, como el ver la televisión21. Así mismo, Fairclough y
Lynne,22 afirman que la
disminución de la actividad física en la población femenina, puede
deberse a los procesos de maduración biológica que las niñas adquieren a
temprana edad, como lo son los cambios en la estatura, la forma del
cuerpo, la composición, cambios hormonales y la aparición de
características sexuales secundarias antes que los niños. Lo que aumenta
el riesgo de adoptar conductas poco saludables y de experimentar
problemas psicosociales, incrementando a su vez, la probabilidad de que
sean menos activas físicamente en comparación al género masculino.
La población escolar presentó un IMC ideal, independientemente de la
edad, género y nivel de actividad física; realidad que coincide con los
resultados de un estudio realizado por Schwartz et al.,23 donde explica que en
promedio la población presentaba un IMC ideal tanto para el sexo
masculino como femenino, dejando en evidencia que las variables son
independientes. Una investigación realizada por Gutiérrez et
al.,19 ha
identificado un mayor índice de masa corporal entre el género masculino,
lo cual no ha sido impedimento para la realización de actividades
físicas19.
Las pocas horas dedicadas al uso del computador están asociadas con la
actividad física en nivel moderado y bueno. Este resultado puede ser
influenciado por un buen estilo de vida inculcado en los niños. La
Asociación Americana de Pediatría afirma que los adolescentes que ven
más de 5 horas al día de televisión tienen 5 veces más probabilidad de
tener sobrepeso, comparados con los adolescentes que ven de 0 a 2 horas
al día; situación que se presenta debido a las influencias mediáticas y
comerciales24. García y
Marina25, en su estudio
muestran que los niños que permanecen más tiempo frente a un computador
presentan niveles de actividad de bajos a moderados y a su vez se
relacionan con IMC en sobrepeso y obesidad.
Al igual que sucede con el uso del computador, el tiempo dedicado a los
videojuegos, presentan una relación directa con la actividad física. Los
niños tienen mayor riesgo de sedentarismo en comparación con las niñas.
Un dato relevante que arrojó un estudio en Transilvania, es que los
niños entre 7 y 11 años expuestos al uso de los videojuegos y la
televisión, tienen el riesgo de sobrepeso o de obesidad y se prevé que
entre más horas estén frente a una pantalla, seguramente habrá mayor
sedentarismo26. Situación que
en la modernidad, donde hay una mayor difusión de tecnologías que están
al alcance de un mayor número de población, especialmente en las áreas
urbanas, acrecienta los riesgos de sedentarismo26.
Entre los niveles de actividad física y el tiempo dedicado al uso del
televisor, se encuentra una relación importante, donde los niveles
moderados y buenos son más frecuentes en niños que permanecen menos
horas de televisión al día. Estudios realizados en Australia, Brasil,
Canadá, entre otros países, confirman el hecho que los escolares que se
dedican más tiempo al uso del televisor con fácil acceso en casa tenían
entre 9 y 13 años, eran menos activos físicamente y presentaban
porcentajes altos de grasa corporal27.
Así mismo, un estudio, confirmó que el uso prolongado del televisor en
niños presenta posibilidades de adquirir enfermedades como aumento en la
presión arterial y el colesterol (LDH), convirtiéndose en factores de
riesgo metabólico28. Esto
puede explicarse porque los niños consumen más bebidas azucaradas y
comidas no saludables cuando ven la televisión29. Por otra parte, un estudio realizado
en Brasil por Dutra et al.,30 en el año 2015 concluye que el hábito
de ver la televisión es de influencia para los niveles de actividad
física y el exceso de peso en niños; mostrando una fuerte asociación
entre las variables, por ello, es importante recalcar que en la
población de escolares, el 37% presentaban índices de sobrepeso y
obesidad.
Conclusiones
En la investigación se identificó que la práctica de la actividad física
en niños y niñas se ve influenciada especialmente por el tiempo dedicado
al uso del computador y por lo tanto repercute en bajos niveles de
actividad física. Esto, puede ser debido a que en la actualidad se
utiliza no solo con fines académicos, sino también con fines de ocio y
recreación.
Con el cuestionario PAQ-C, se identificó una clara tendencia por parte
del género masculino en la práctica de actividad física de manera
frecuente (bueno y moderado), contrario al género femenino, que presentó
bajos niveles de actividad física, debido a que las actividades que
realizaban no generaban un gasto calórico y están más asociadas al
sedentarismo.
A pesar de que los niveles de actividad física no estuvieron dentro de
una calificación excelente, el IMC de los escolares se encontraba en el
peso ideal, por lo tanto, no se presentó una relación directa entre la
práctica de actividad física y los niveles de IMC.
Los hallazgos encontrados en la investigación dan soporte a la necesidad
de realizar estrategias para promover la actividad física y establecer
reglas y estilos de vida diferentes, tanto en los colegios como en los
contextos familiares, de tal manera que se establezcan pautas para
erradicar la inactividad física prolongada causada por el uso de las
pantallas por la población colombiana. Promover la actividad física es
un requisito importante para favorecer el buen desarrollo de niñas y
niños, afirmando en unos casos y creando en otros, la conciencia de su
importancia (especialmente en el género femenino más afectado por sus
bajos niveles de actividad física) en la disminución de los índices de
morbimortalidad en la edad adulta.
Se invita a que las familias asuman un protagonismo que influencie la
construcción de políticas por el sector educativo encaminadas a fomentar
hábitos y estilos de vida saludable que minimicen el sedentarismo en las
poblaciones infantiles, en una alianza estratégica con los programas de
promoción de la salud y prevención de la enfermedad del sector salud.
Para garantizar el éxito se hace necesario informar y educar más sobre
la importancia de mantenerse en movimiento para el bienestar. También es
perentorio incentivar nuevas investigaciones para develar los factores
sociales, culturales y económicos que se constituyen en obstáculos que
limitan una mayor adherencia de los jóvenes a los programas de actividad
física y sigan arraigados en el uso de pantallas.
Recomendaciones
Los hallazgos encontrados en la investigación fundamentan la
necesidad de realizar estrategias de promoción de la actividad
física, tanto en colegios como en el contexto familiar, de tal
manera que se establezcan pautas para pasar de la inactividad
prolongada con uso de las pantallas a la actividad física. Lo
anterior será un requisito importante en la implementación de
programas que favorezcan el buen desarrollo del niño, afirmando
en unos casos y creando en otros, conciencia de la importancia
de la actividad física y la disminución del tiempo frente a
pantallas, que repercutirán en la reducción de los índices de
morbimortalidad en la edad adulta.
Se hace una invitación a que las familias asuman un protagonismo
que influencie la construcción de políticas por el sector
educativo encaminadas a fomentar hábitos y estilos de vida
saludable que minimicen el sedentarismo en las poblaciones
infantiles, en interacción con el sector salud y sus programas
de promoción de la salud y prevención de la enfermedad.
Futuras investigaciones podrían contribuir al conocimiento de
los factores que impiden una adherencia de los jóvenes a los
programas de actividad física y su relación con el uso de
pantallas.
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