Como citar:
Hernández-Carrillo M, Quiroz-Mora CA, Betancourt-Peña, J. Nivel de
actividad
física, aspectos sociodemográficos, familiares, hábitos saludables y
atención en salud de adultos mayores. Univ Salud. 2021; 23(3):263-71.
DOI:
https://doi.org/10.22267/rus.212303.240
Resumen
Introducción:La práctica de la actividad física en el
adulto mayor tiene influencia de tipo social, cultural y demográfica.
Objetivo: Comparar la relación entre el nivel de
actividad
física informada en un grupo de adultos mayores y sus características:
sociodemográficas, familiares, de hábitos saludables, enfermedad y de la
atención en salud.
Materiales y métodos: Estudio observacional-transversal
en
población de adultos mayores de Cali. Se realizó un muestreo simple
estandarizado. La actividad física se midió mediante Cuestionario
Internacional de Actividad Física (IPAQ) comparando grupos en actividad
física intensa-moderada (AFIM) y actividad física baja-inactiva (AFBI).
Resultados: Se vincularon 189 participantes AFIM y 364
para
AFBI. Se obtuvieron relaciones estadísticamente significativas en las
variables zona de vivienda, ocupación, fuente de ingresos y dependencia
(p=0,000); composición familiar (p=0,008), estar solo
(p=0,031), red social
(p=0,000), consumo de alcohol, ejercicio, hipertensión
arterial,
consumo de
fármacos (p=0,000), diabetes mellitus (p=0,045),
índice de
masa corporal
(p=0,032), afiliación, distancia del centro de atención y
costos
(p=0,000).
Conclusiones: Los hábitos como el consumo de alcohol y
tabaco, con enfermedades como la hipertensión arterial y la diabetes
mellitus se relacionaron con nivel de AFBI. Los adultos mayores que
residen
en la zona rural mostraron mayores niveles de actividad.
Introduction:The practice of physical activity in the
elderly is affected by social, cultural and demographic aspects.
Objective: To compare the relationship between physical
activity level and various population and medical characteristics
(sociodemographic, family, healthy habits, illnesses, and health care)
in a
group of older adults.
Materials and methods: An observational cross-sectional
study was conducted with an elderly population from Cali (Colombia),
using a
simple standardized sampling. The International Physical Activity
Questionnaire (IPAQ) was used to assess physical activity, comparing
groups
with intense-moderate physical activity (IMPA) and those showing
low-inactive physical activity (LIPA).
Results: The study included 189 and 364 patients with
IMPA
and LIPA, respectively. Statistically significant differences were found
for
the variables: housing area, employment, source of income and dependency
(p=0.000); family composition (p=0.008), living alone
(p=0.031), social
network (p=0.000), alcohol consumption, exercise, high blood
pressure,
medication use (p=0.000), diabetes mellitus (p=0.045),
body mass index
(p=0.032), health insurance affiliation, distance from health
care
center,
and costs (p=0.000).
Conclusions: Habits such as alcohol and tobacco
consumption
together with diseases such as high blood pressure and diabetes mellitus
are
related to LIPA. Also, older adults residing in rural areas showed
higher
activity levels.
Keywords:Exercise; population dynamics; family relations; habits;
ambulatory
care; aged. (Source: DeCS, Bireme).
Introducción
En Colombia, se ha evidenciado que el envejecimiento en la población de
mayores de 65 años, tiene las más altas tasas de crecimiento comparadas
con los otros grupos etarios; para el año 2013 se estimó que este grupo
de personas era de 3.815.453, incluso para el 2015 el crecimiento de la
población mayor era de un 3,51% y al 2018 representa el 9,1% de la
población total1.
Junto con el proceso de envejecimiento, la práctica de actividad física
en los adultos mayores se ve disminuida por los cambios en la salud, ya
que se incrementan las enfermedades crónicas no transmisibles y con esto
el consumo de los fármacos; además, se presentan cambios en su entorno
social, ocupacional, influidos por un incremento en la necesidad de
asistencia sanitaria2-4. Los
hábitos como el
consumo de tabaco y
alcohol en algún momento de la vida han demostrado una relación con un
bajo nivel de actividad física, así como las prácticas de actividad
física a temprana edad han mostrado perpetuarse durante el resto de la
vida5-7.
En el adulto mayor, el deterioro funcional es uno de los principales
factores que influyen en la disminución de la calidad de vida,
ocasionando efectos deletéreos en su estado de salud3, que conllevan a
una pérdida importante de la actividad física regular en las actividades
de la vida diaria y básicas cotidianas4. La
realización constante de
actividad física en este grupo de interés favorece la disminución de los
efectos osteomusculares del envejecimiento como la sarcopenia y la
osteoporosis5, además
cambios sistémicos
importantes ocasionadas por
la Hipertensión Arterial (HTA) y la Diabetes Mellitus (DM)8.
Si bien, los beneficios de la actividad física son conocidos, los adultos
mayores desempeñan en su mayoría actividades del hogar y son físicamente
activos para chequeos habituales de salud, siendo sedentarios
generalmente la mayor parte del tiempo debido al cambio de las dinámicas
del curso de la vida relacionados con el trabajo, la familia, la
jubilación y su círculo social9,10. También se
ha identificado que la
práctica de la actividad física en el adulto mayor está relacionada
representativamente en las mujeres, para quienes se evidencia un mejor
control de enfermedades y hábitos de vida saludables10.
Según algunos autores, los factores demográficos, familiares, del entorno
social y del sistema de salud han mostrado una relación estrecha con los
niveles de actividad física informada por los adultos mayores11,
incluso se ha descrito esta situación en diversas regiones del
Colombia12. También se ha
demostrado una
relación importante de la
urbanización, la economía, y el círculo familiar sobre el
sedentarismo9,10.
No se han realizado análisis según el nivel de actividad física en
adultos mayores tanto de la zona rural (corregimientos, veredas, campo)
como en la zona urbana (ciudad, comunas, barrios). El bajo tamaño de los
grupos poblacionales para el análisis en los estudios de referencia no
permite una comprensión representativa del fenómeno. Por lo expuesto,
este estudio tuvo como finalidad comparar la relación entre el nivel de
actividad física informada en un grupo de adultos mayores y sus
características: sociodemográficas, familiares, de hábitos saludables,
enfermedad y de la atención en salud.
Materiales y métodos
Se realizó un estudio observacional de corte transversal. La población
estuvo constituida por adultos mayores vinculados en el año 2019 a dos
redes de salud del municipio, una red perteneciente a la zona rural y
otra a la zona urbana de la ciudad de Cali. La selección de la población
se realizó por intensión y mediante un muestreo simple estandarizado por
edad con un nivel de confianza al 95% y un margen de error de 5%.
Finalmente, se vincularon 553 participantes entre los meses de febrero a
abril del 2019 y correspondían a los registros que reposaban en la base
de datos de las redes de salud.
Como criterios de inclusión se tuvieron en cuenta: adultos mayores de 60
años residentes al menos un año en la ciudad, con capacidad para
participar de forma independiente en el estudio, como criterios de
exclusión: presentar una enfermedad descompensada que limitara la
realización de cuestionarios y actividad física. Las dimensiones
analizadas en este estudio fueron: factores sociodemográficos,
familiares, hábitos, salud y el sistema. Las variables de la dimensión
sociodemográfica y familiar fueron: zona de vivienda, sexo, edad, estado
civil, nivel de estudios, ocupación, fuente de ingresos, dependencia
económica, composición familiar, estar solo en el día, disponer de un
cuidador personal, pertenecer a una red social o comunitaria. Las
variables de los factores relacionados con los hábitos, la salud y el
sistema fueron: hábito de consumo de alcohol, tabaco, fármacos, hábito
de ejercicio físico, HTA, DM, clasificación del Índice de Masa Corporal
(IMC), afiliación a salud, percepción de distancia al centro médico,
costos para acceder al servicio.
Las dimensiones y las variables fueron evaluadas mediante aplicación de
un cuestionario estructurado a través de entrevista directa. El nivel de
actividad física se evaluó mediante el cuestionario Internacional de
Actividad Física (IPAQ), que mide la actividad física en índice
metabólico (Mets) teniendo en cuenta las actividades realizadas durante
los últimos 7 días, categorizando el nivel en intensa, moderada, bajo o
inactivo11,13. Se
establecieron 2 puntos de
corte para determinar la
población con Actividad Física Intensa Moderada (AFIM) (n=189) y
Actividad Física Baja inactiva (AFBI) (n=364)11-14.
Las encuestas y mediciones fueron realizadas por profesionales de la
salud previamente entrenados en caracterización de población adulta
mayor y en toma de talla y peso. Previamente los adultos mayores que
voluntariamente aceptaron participar del estudio fueron contactados vía
telefónica y citados a una institución prestadora de servicios de salud
de la red de salud de la ciudad de Cali, en la cual firmaron el
consentimiento informado. Posteriormente, se procedió a la toma del
peso, usando balanza digital calibrada y la talla por medio de
estadiómetro de precisión SECA para luego obtener el IMC [peso
(kg)/talla (m2)]. Luego se realizó el cuestionario de recolección de
información a cada adulto mayor contemplando una duración de 20 minutos
para cada uno.
Análisis estadístico
Se realizó comparación de los factores sociodemográficos,
familiares, hábitos saludables y de atención en salud, entre los
participantes clasificados con AFMI y AFBI, estableciendo
relación estadística con la prueba Chi-cuadrado de Pearson. Se
utilizó Excel para la elaboración de los cuadros y el software
SPSS versión 25 para la obtención de estadísticos de prueba. La
normalidad se evaluó utilizando la prueba de Kolmogórov-Smirnov
y para comparar de medianas se realizó diagrama de cajas. Se
utilizó la prueba U de Mann Whitney para muestras
independientes.
Consideraciones éticas
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética Humana y por la
red de salud de la ciudad de Cali Acta (200.3.2.180.2016), por
la cual se adoptaron todas las recomendaciones de las normas
Helsinki y la resolución 008430 del Ministerio de Salud de
Colombia; su vez, todos los participantes conocían los alcances
del estudio, decidieron hacer parte del estudio de manera
voluntaria y firmaron el consentimiento informado.
Resultados
De los 553 adultos mayores participantes del estudio, 15% eran hombres y
el 85% restante mujeres con edades entre 50 y 95 años, con un promedio
de 67,22 ± 8,9 (Figura 1). El 51,5% tenía como
residencia zona urbana y
el 48,5% zona rural, el grado de escolaridad representativo fue
“primaria” para un 60% de la población. A nivel familiar, el 32% de los
participantes son solteros, el 68% tiene labores del hogar como
principal ocupación y el 50% vive con sus familiares, el 68% está
acompañado la mayor parte del tiempo a pesar de que el 29% prefiere
estar en solo (Tabla 1).
En cuanto a la medición del IMC el 65% de las personas se encontraron en
condición de sobrepeso y obesidad, el 39% consume o ha consumido
alcohol, el 24% fuma o ha fumado en algún momento, y el 61% realiza
ejercicio físico. El 80% de la población padece HTA y 23% DM, y un 90%
de ellas tienen prescripción farmacológica. Para la variable atención en
salud predominó en un 65% el régimen subsidiado y un 30% de los adultos
mayores percibe que su centro médico de atención es lejano (Tabla 2).
Se realizó prueba Kolmogórov-Smirnov para evaluar normalidad en la
variable edad en ambos grupos: AFIM (p=0,026) y AFBI
(p=0,004), al no
ajustarse a la normal se utilizó la mediana para compararlos. La mediana
de los adultos mayores que realizan AFIM fue de 65 años (59 - 72), por
debajo de la mediana de los que realizan AFBI: 67 años (62 - 74). La
prueba U de Mann Whitney evidenció que no existen diferencias
estadísticamente significativas por grupo etario (p=0,106),
entre los
niveles de actividad física en los adultos mayores.
Tabla 1.
Comparación de las características sociodemográficas y
familiares según el nivel de actividad física en adultos
mayores
Variable
Categoría
Total
AFIM
AFBI
Valor p
n = 553
%
n = 189
%
n = 364
%
Zona de Vivienda
Urbana
285
51,5
21
11,1
264
72,5
<0,0001*
Rural
268
48,5
168
88,9
100
27,5
Sexo
Masculino
83
15,0
26
13,8
57
15,7
0,552
Femenino
470
85,0
163
86,2
307
84,3
Etnia Auto percibida
Mestizo
392
70,9
139
73,5
253
69,5
0,020*
Blanco
60
10,8
26
13,8
34
9,3
Afrodescendiente
80
14,5
16
8,5
64
17,6
Indígena
21
3,8
8
4,2
13
3,6
Estado civil
Soltero
179
32,4
52
27,5
127
34,9
0,085
Casado
174
31,5
72
38,1
102
28
Divorciado
54
9,8
16
8,5
38
10,4
Viudo
146
26,4
49
25,9
97
26,6
Nivel de estudios
Sin estudios
60
10,8
21
11,1
39
10,7
0,31
Primaria
337
60,9
110
58,2
227
62,4
Secundaria
113
20,4
37
19,6
76
20,9
Técnico
28
5,1
12
6,3
16
4,4
Pregrado
13
2,4
8
4,2
5
1,4
Posgrado
2
0,4
1
0,5
1
0,3
Ocupación
Hogar
376
68,0
108
57,1
268
73,6
<0,0001*
Independiente
85
15,4
31
16,4
54
14,8
Pensionado
50
9,0
28
14,8
22
6
Desempleado
19
3,4
8
4,2
11
3
Dependiente
18
3,3
10
5,3
8
2,2
Estudiante
1
0,2
1
0,5
0
0
Comerciante
4
0,7
3
1,6
1
0,3
Fuente de los ingresos
Familiar
324
58,6
87
46
237
65,1
<0,0001*
Personal
202
36,5
89
47,1
113
31
Subsidio
27
4,9
13
6,9
14
3,8
Dependencia económica
Si
346
62,6
98
51,9
248
68,1
<0,0001*
No
207
37,4
91
48,1
116
31,9
Composición Familiar
Vive solo
70
12,7
23
12,2
47
12,9
0,008*
Vive solo con su pareja
72
13,0
35
18,5
37
10,2
Vive con pareja e hijos
65
11,8
29
15,3
36
9,9
Vive con pareja y
parientes
66
11,9
22
11,6
44
12,1
Sin pareja, vive con
familiares
280
50,6
80
42,3
200
54,9
Solo en el día
Nunca - a ratos
380
68,8
126
66,6
254
69,8
0,031*
Medio día - siempre
173
31,3
63
33,3
110
30,2
Cuidador personal
Si
31
5,6
11
5,8
20
5,5
0,875
No
522
94,4
178
94,2
344
94,5
Red
social o comunitaria
Ninguna, prefiere estar
solo
159
28,8
24
12,7
135
37,1
<0,0001*
Amistades
24
4,3
7
3,7
17
4,7
Familia
53
9,6
30
15,9
23
6,3
Comunitarias o del
barrio
92
16,6
57
30,2
35
9,6
Trabajo o estudio
2
0,4
1
0,5
1
0,3
Grupo especial
223
40,3
70
37,0
153
42
*: Significativos al 0,05
AFIM: Actividad Física Intensa Moderada
AFBI: Actividad Física Baja inactiva
De los 553 adultos mayores evaluados, 189 se encontraron en nivel AFIM y
364 en nivel AFBI. Con respecto a las características sociodemográficas
y familiares, comparadas entre quienes obtuvieron un nivel de AFIM con
los que tenían un nivel AFBI, se obtuvo que en 8 variables hubo
diferencias estadísticamente significativas: zona de vivienda
(p<0,0001), etnia auto percibida (p=0,020),
ocupación (p<0,0001),
fuente de ingresos (p<0,0001), dependencia económica
(p<0,0001),
composición familiar (p=0,008), estar solo durante el día
(p=0,031), red
social o comunitaria (p<0,0001) (Tabla 1).
Para los adultos mayores que se clasificaron en el nivel AFIM, los
factores que tuvieron mayor representación fueron; residir en la zona
rural (88,9%), auto percibirse mestizo (73,5%) y blanco (13,8%), ser
pensionado (14,8%) o estar laborando de forma independiente (18%), tener
independencia económica (48,1%), convivir en familia (15,9%) y
pertenecer a grupos sociales o comunitarios (30,2 %).
En cuanto al grupo que se clasificó en el nivel de AFBI, los factores que
tuvieron mayor representación fueron: residir en zona urbana (72,5%),
auto percibirse afrodescendiente (17,6%), ocupación relacionada con el
hogar (73,6%), tener una dependencia económica por la familia (68,1%),
no tener redes familiares y sociales (37,1%).
Para los factores como el sexo, estado civil, nivel de estudios,
composición familiar y requerimiento de cuidador personal, no existieron
diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de adultos
mayores clasificados en AFMI y AFBI.
Tabla 2.
Comparativo de las características relacionadas con los
hábitos, la salud y la atención en salud según el nivel de
actividad
física en adultos mayores
Variable
Categoría
Total
AFIM
AFBI
Valor p
n=553
%
n = 189
%
n = 364
%
Hábitos de consumo de
alcohol
Nunca
338
61,1
136
72
202
55,5
<0,0001*
En el pasado
167
30,2
37
19,6
130
35,7
Actualmente
48
8,7
16
8,5
32
8,8
Hábito de consumo de tabaco
Nunca
429
77,6
156
82,5
273
75
0,124
En el pasado
111
20,1
29
15,3
82
22,5
Actualmente
13
2,4
4
2,1
9
2,5
Hábito de ejercicio físico
Nunca
126
22,8
25
13,2
101
27,7
<0,0001*
En el pasado
87
15,7
20
10,6
67
18,4
Actualmente
340
61,5
144
76,2
196
53,8
Hipertensión arterial
Sin HTA
109
19,7
57
30,2
52
14,3
<0,0001*
Con HTA
444
80,3
132
69,8
312
85,7
Diabetes mellitus
Sin DM
426
77,0
155
82,0
271
74,5
0,045*
Con DM
127
23,0
34
18,0
93
25,5
Consumo de fármacos
Si
498
90,1
155
82,0
343
94,2
<0,0001*
No
55
9,9
34
18,0
21
5,8
Clasificación IMC
Bajo peso
7
1,3
0
0,0
7
1,9
0,032*
Peso normal
188
34,0
66
34,9
122
33,5
Sobrepeso y obesidad
358
64,7
123
65,2
235
64,6
Afiliación a salud
Contributivo
170
30,7
88
46,6
82
22,5
<0,0001*
Subsidiado
361
65,3
90
47,6
271
74,5
Población pobre no
asegurada
21
3,8
11
5,8
10
2,7
Percepción de distancia al
centro médico
Cerca
278
50,3
72
38,1
206
56,6
<0,0001*
Normal
113
20,4
56
29,6
57
15,7
Lejos
162
29,3
61
32,3
101
27,7
Costos para
acceder al
servicio
Bajos
385
69,6
100
52,9
285
78,3
<0,0001*
Normal
125
22,6
70
37
55
15,1
Altos
43
7,8
19
10,1
24
6,6
*: Significativos al 0,05
Al comparar las características relacionadas con los hábitos y la
atención en salud entre quienes obtuvieron un nivel de AFIM con los que
tenían un nivel de AFBI, se obtuvo que en 9 variables hubo diferencias
estadísticamente significativas: consumo de alcohol
(p<0,0001),
ejercicio físico (p<0,0001), HTA (p<0,0001), DM
(p=0,045), consumo
de fármacos (p<0,0001), clasificación del IMC
(p=0,032), afiliación
al sistema de salud (p<0,0001), percepción de la distancia
al centro
médico (p<0,0001), y costos para acceder a los servicios
(p<0,0001) (Tabla 2).
Para los adultos mayores que se clasificaron en el nivel AFIM, los
hábitos que tuvieron mayor representación fueron: no consumo de alcohol
(72%), no consumo de tabaco (82,5%), realización de ejercicio físico en
la actualidad (76,2%), diagnóstico de HTA (69,8%), consumo de fármacos
(82%). En cuanto al grupo que se clasificó en el nivel AFBI, los hábitos
que tuvieron mayor representación fueron: consumo de alcohol en el
pasado (35%), consumo de tabaco en el pasado (22,5%), nunca haber
realizo ejercicio físico (27,7%), tener HTA (85%), y consumir fármacos
(94,2%).
Para el IMC a pesar de existir diferencias estadísticamente
significativas (p=0,032), los porcentajes fueron muy semejantes
entre
los dos grupos.
De forma general, los resultados muestran algunas variables con
diferencias marcadas entre el grupo de AFMI y AFBI que llaman la
atención, tales como: el área donde reside, el consumo de fármacos, la
realización de ejercicio físico, antecedentes de HTA y DM, la
dependencia económica y el consumo de alcohol y tabaco (Figura 2).
Discusión
La evaluación de la actividad física ha sido un aspecto determinante para
la salud en los diversos escenarios sociales, culturales y políticos de
las agendas mundiales7,8,10.
Su evaluación y
en particular en el
adulto mayor, requiere de instrumentos confiables y validados que
permitan comprender con mayor profundidad una categorización en función
del nivel de actividad física realizada por las personas. El IPAQ ha
sido ampliamente utilizado para determinar la realización de la
actividad física en Colombia, lo que permite la comparabilidad con las
diferentes realidades sobre esta temática en el país15,16.
Igualmente,
este cuestionario ha sido utilizado en otros países representando una de
las formas más adecuadas para medir el nivel de actividad física en el
adulto mayor a nivel mundial17-20.
La práctica de la actividad física en los adultos mayores puede variar
según los aspectos demográficos, culturales, sociales y según los
sistemas de atención sanitaria, o también puede cambiar según el entorno
rural o urbano en donde se ejecute21-26. El
nivel de actividad física
para la población adulta mayor de esta investigación mostró una baja
prevalencia (34,2%), con respecto a otros estudios en Colombia que
presentaron prevalencias adecuadas de actividad física de hasta un
50%15,27.
La práctica de la actividad física en el adulto mayor fue más
representativa en población femenina con edades cercanas a los 60 años.
Este aspecto puede tener connotaciones epidemiológicas importantes como:
la pirámide poblacional en Colombia con población femenina
representativa en los últimos quinquenios, la práctica de actividad
física vinculada a la participación dentro de los grupos de adultos
mayores, donde se encuentra mayor población femenina, y la adherencia a
la práctica de la actividad física es mayor en el sexo femenino28. Con
el incremento de la edad las prevalencias de sedentarismo y los niveles
de personas con AFBI tienden a aumentar29.
Los hallazgos de esta investigación evidenciaron que los adultos mayores
que residen en la zona rural, mostraron mayores niveles de actividad
física comparado con los adultos de la zona urbana, esta diferencia
podría relacionarse con aspectos estructurales del entorno y los diseños
urbanos para la movilidad, puesto que las barreras arquitectónicas
dificultan la práctica de actividad física, obligando a los adultos
mayores a buscar espacios adaptados para la realización de
ejercicio23,24, muestra de
ello, la práctica
irregular en parques por
grupos de adultos mayores.
Por otra parte, el espacio y el entorno juegan un papel importante en la
realización de actividades motrices, por cuanto el adulto que reside en
la zona rural requiere mayor desplazamiento para ejecutar actividades de
la vida diaria en comparación con las personas que residen en la zona
urbana25, así pues, estos
entornos rurales
presentan menos barreras
espaciales y exige un mayor desplazamiento, que favorece sustancialmente
la movilidad.
Aspectos como el nivel educativo, tipo de ocupación y las condiciones
familiares son representativos de la población colombiana debido a la
transición social, política y económica del país, en esta investigación
la mayor proporción de los adultos mayores alcanzaron un nivel de
escolaridad básica y al ser más representativo el género femenino la
ocupación más desempeñada es el hogar1, lo
cual podría suponer una
mayor influencia sobre la práctica de actividad física, debido a que las
personas que residen en áreas urbanas concentran en mayor proporción las
tareas al interior del hogar10.
Otro aspecto que mostró influencia sobre la práctica de la actividad
física es la soledad y depender económicamente de sus familiares,
demostrando que aquellos que quienes viven en estas condiciones, tienden
a tener más bajas prácticas de actividad física26. Lo anterior
evidencia que la actividad física en el envejecimiento, es un fenómeno
social complejo donde los factores socioculturales representan
potencialidades y debilidades en los estilos de vida26.
Los hábitos desarrollados en el curso de la vida representan una gran
parte de los hábitos en el adulto mayor24,25.
En los hallazgos se
logró evidenciar que la población con niveles de AFIM realizaron más
ejercicio físico en el pasado y en la actualidad; además presentaban
menor consumo de alcohol y de tabaco. Para la población con nivel de
AFBI presentaban mayor consumo de alcohol y de tabaco, y mayor
prevalencia de enfermedades como HTA (85%) y DM (25%), con un consumo de
fármacos del 94%. La práctica de la actividad física regular es un
factor protector para el desarrollo de enfermedades como la HTA y DM,
así como los hábitos de consumo de alcohol y tabaco han demostrado estar
asociados con niveles bajos de actividad física30,31.
Por otra parte, el sistema de salud podría influir sustancialmente en la
práctica de la actividad física32. La
población con nivel de AFBI
presentó mayor vinculación en el régimen subsidiado de salud, que para
el contexto colombiano es el mecanismo mediante el cual la población más
pobre del país, sin capacidad de pago, tiene acceso a los servicios de
salud a través de un subsidio que ofrece el Estado; a su vez, tienen
mayor gasto de bolsillo para acceder a servicios de salud33. Esto
supone que, en Colombia, la realización de actividad física en el adulto
mayor tiene un vínculo institucional con las entidades prestadoras de
salud (EPS) a través de programas para la promoción de la salud y para
el control de enfermedades crónicas no transmisibles, lo que supone la
necesidad de pagos de cuotas moderadoras y de desplazamiento del adulto
mayor a su centro médico de atención o a las instituciones prestadoras
de servicio (IPS). Aun no se ha logrado una independencia del modelo
institucionalizado de salud a un modelo de gestión del autocuidado33.
Vale la pena declarar que este estudio cuenta con limitaciones y que no
es posible hacer inferencias sobre toda la población adulta mayor de
Colombia debido a posibilidad de un sesgo en la selección y la mayor
representatividad de mujeres. Sin embargo, se considera que se trata de
una muestra significativa y es un punto de partida para programas de
intervención en adultos mayores de la ciudad.
Conclusion
La práctica de AFIM se presentó en un 34% de la población de estudio. El
sexo femenino, la ocupación de hogar, la dependencia económica por parte
de la familia y vivir solo, fueron las características sociodemográficas
y familiares de mayor representatividad para ambos grupos. El nivel de
AFBI se relacionó en mayor medida en la población que reside en el área
urbana, con peores hábitos saludables como el consumo de alcohol y uso
de tabaco y mayor predominio de enfermedades como la HTA y DM. Los
adultos mayores que residen en la zona rural mostraron mayores niveles
de actividad física y esta diferencia puede deberse con aspectos del
entorno y a los diseños urbanos para la movilidad.
Singh L, Goel R, Rai RK, Singh PK. Socioeconomic inequality in
functional deficiencies and chronic diseases among older Indian adults:
a sex-stratified cross-sectional decomposition analysis. BMJ Open.
2019;9(2):1-9. DOI:
10.1136/bmjopen-2018-022787.
Valderrama FP, Coronado FB, Aichele CV, Bravo EC. Nivel de actividad
física y funcionalidad en adultos mayores. Cienc Act Física UCM.
2016;17(1):59-65. Disponible en:
http://revistacaf.ucm.cl/article/view/91
Flynn MG, Markofski MM, Carrillo AE. Elevated Inflammatory Status and
Increased Risk of Chronic Disease in Chronological Aging: Inflamm-aging
or Inflamm-inactivity? Aging Dis. 2019;10(1):147-56. DOI:
10.14336%2FAD.2018.0326.
Nguyen H, Chua K-C, Dregan A, Vitoratou S, Bayes-Marin I, Olaya B, et
al. Factors Associated With Multimorbidity Patterns in Older Adults in
England: Findings From the English Longitudinal Study of Aging (ELSA). J
Aging Health. 2019;32(9):1120-32. DOI:
10.1177%2F0898264319891026.
Schlesinger S, Neuenschwander M, Ballon A, Nöthlings U, Barbaresko J.
Adherence to healthy lifestyles and incidence of diabetes and mortality
among individuals with diabetes: a systematic review and meta-analysis
of prospective studies. J Epidemiol Community Health.
2020;74(5):481-7.
DOI:
10.1136/jech-2019-213415.
Ng R, Sutradhar R, Yao Z, Wodchis WP, Rosella LC. Smoking, drinking,
diet and physical activity—modifiable lifestyle risk factors and their
associations with age to first chronic disease. Int J Epidemiol.
2020;49(1):113-30. DOI:
10.1093/ije/dyz078.
Gichu M, Asiki G, Juma P, Kibachio J, Kyobutungi C, Ogola E. Prevalence
and predictors of physical inactivity levels among Kenyan adults (18-69
years): an analysis of STEPS survey 2015. BMC public health.
2018;18(3):1217. DOI:
10.1186/s12889-018-6059-4.
Zafra-Tanaka JH, Millones-Sánchez E, Retuerto-Montalvo MA. Factores
sociodemográficos asociados a actividad física y sedentarismo en
población peruana adulta. Rev Peru Epidemiol. 2013;17(3):7.
http://hdl.handle.net/123456789/3133
Kaplan MS, Newsom JT, McFarland BH, Lu L. Demographic and psychosocial
correlates of physical activity in late life. Am J Prev Med.
2001;21(4):306-12. DOI:
10.1016/S0749-3797(01)00364-6.
Liu H, Li F, Li J, Zhang Y. The relationships between urban parks,
residents' physical activity, and mental health benefits: a case study
from Beijing, China. J Environ Manage. 2017;190:223-30. DOI:
10.1016/j.jenvman.2016.12.058.
Sarmiento OL, Schmid TL, Parra DC, Díaz-del-Castillo A, Gómez LF, Pratt
M, et al. Quality of Life, Physical Activity, and Built Environment
Characteristics Among Colombian Adults. J Phys Act Health. 2010;7(Suppl
2):S181-95. DOI:
10.1123/jpah.7.s2.s181.
Craig CL, Marshall AL, Sjöström M, Bauman AE, Booth ML, Ainsworth BE, et
al. International Physical Activity Questionnaire: 12-Country
Reliability and Validity. Med Sci Sports Exerc.
2003;35(8):1381-95. DOI:
10.1249/01.MSS.0000078924.61453.FB.
Gómez LF, Duperly J, Lucumí DI, Gámez R, Venegas AS. Nivel de actividad
física global en la población adulta de Bogotá (Colombia): Prevalencia y
factores asociados. Gac Sanit. 2005;19(3):206-13. Disponible
en:
https://www.scielosp.org/article/gs/2005.v19n3/206-213/
Molina-González ME. Análisis del índice de masa corporal (IMC) y el
nivel de actividad física en adultos mayores de la ciudad de
barranquilla: un estudio correlacional. Biociencias.
2019;14(2):83-95.
DOI:
10.18041/2390-0512/biociencias.2.6023.
Roszkowski A, Kulesza K, Cybulski M, Witkowska AM. Physical activity in
type 1 diabetic young and early adults treated with insulin pump
therapy. A preliminary report. Prog Health Sci.
2019;9(1):13-21.
Disponible en:
http://31.186.81.235:8080/api/files/view/934507.pdf
Castelli L, Galasso L, Mulè A, Bruno E, Shokohyar S, Esposito F, et al.
Physical activity, chronotype and sleep in a sample of Italian elderly
population. Sport Sci Health. 2020;16(1):55-64. DOI:
10.1007/s11332-019-00573-x.
Tomioka K, Iwamoto J, Saeki K, Okamoto N. Reliability and Validity of
the International Physical Activity Questionnaire (IPAQ) in Elderly
Adults: The Fujiwara-kyo Study. J Epidemiol. 2011;21(6):459-65.
DOI:
10.2188/jea.JE20110003.
Ryan DJ, Wullems JA, Stebbings GK, Morse CI, Stewart CE,
Onambele-Pearson GL. Reliability and validity of the international
physical activity questionnaire compared to calibrated accelerometer
cut-off points in the quantification of sedentary behaviour and physical
activity in older adults. PloS one. 2018;13(4):e0195712. DOI:
10.1371%2Fjournal.pone.0195712.
Scarapicchia TMF, Amireault S, Faulkner G, Sabiston CM. Social support
and physical activity participation among healthy adults: a systematic
review of prospective studies. Int Rev Sport Exerc Psychol.
2017;10(1):50-83. DOI:
10.1080/1750984X.2016.1183222.
Kepper MM, Myers CA, Denstel KD, Hunter RF, Guan W, Broyles ST. The
neighborhood social environment and physical activity: a systematic
scoping review. Int J Behav Nutr Phy. 2019;16(1):124. DOI:
10.1186/s12966-019-0873-7.
Zenk SN, Schulz AJ, Matthews SA, Odoms-Young A, Wilbur J, Wegrzyn L, et
al. Activity space environment and dietary and physical activity
behaviors: A pilot study. Health Place. 2011;17(5):1150-61.
DOI:
10.1016/j.healthplace.2011.05.001.
Zhou P, Grady SC, Chen G. How the built environment affects change in
older people's physical activity: A mixed-methods approach using
longitudinal health survey data in urban China. Soc Sci Med.
2017;192:74-84. DOI:
10.1016/j.socscimed.2017.09.032.
Wilcox S, Castro C, King AC, Housemann R, Brownson RC. Determinants of
leisure time physical activity in rural compared with urban older and
ethnically diverse women in the United States. J Epidemiol Community
Health. 2000;54(9):667-72. DOI:
10.1136/jech.54.9.667.
González S, Sarmiento OL, Lozano O, Ramírez A, Grijalba C. Niveles de
actividad física de la población colombiana: desigualdades por sexo y
condición socioeconómica. Biomédica. 2014;34(3):447-59. DOI:
10.7705/biomedica.v34i3.2258.
Vélez-Álvarez C, Vidarte Claros JA, Parra Sánchez JH. Niveles de
sedentarismo en población entre 18 y 60 años en Manizales, Pereira y
Armenia, Colombia. Análisis Multivariado. Aquichan.
2014;14(3):303-15.
DOI:
10.5294/aqui.2014.14.3.3.
Quiroz-Mora CA, Serrato Ramírez DM, Bergonzoli Peláez G. Factors
associated with adherence to physical activity in patients with chronic
non-communicable diseases. Rev Salud Pública. 2018;20(4):460-4.
DOI:
10.15446/rsap.v20n4.62959.
Cleland C, Ferguson S, Ellis G, Hunter RF. Validity of the International
Physical Activity Questionnaire (IPAQ) for assessing
moderate-to-vigorous physical activity and sedentary behaviour of older
adults in the United Kingdom. BMC Med Res Methodol.
2018;18(1):176. DOI:
10.1186/s12874-018-0642-3.
Brugnara L, Murillo S, Novials A, Rojo-Martínez G, Soriguer F, Goday A,
et al. Low Physical Activity and Its Association with Diabetes and Other
Cardiovascular Risk Factors: A Nationwide, Population-Based Study. PLoS
ONE. 2016;11(8):e0160959. DOI:
10.1371%2Fjournal.pone.0160959.
Shi L, Shu X-O, Li H, Cai H, Liu Q, Zheng W, et al. Physical Activity,
Smoking, and Alcohol Consumption in Association with Incidence of Type 2
Diabetes among Middle-Aged and Elderly Chinese Men. PLoS ONE.
2013;8(11):e77919. DOI:
10.1371%2Fjournal.pone.0077919.
Lehne G, Voelcker-Rehage C, Meyer J, Bammann K, Gansefort D, Brüchert T,
Bolte G. Equity Impact Assessment of Interventions to Promote Physical
Activity among Older Adults: A Logic Model Framework. International
journal of environmental research and public health.
2019;16(3):420.
DOI:
10.3390/ijerph16030420.
Gallardo Solarte K, Benavides Acosta FP, Rosales Jiménez R. Costos de la
enfermedad crónica no transmisible: la realidad colombiana. Rev Cienc
Salud. 2016;14(1):103-14. DOI:
10.12804/revsalud14.01.2016.09.