De acuerdo a los hallazgos encontrados y tras el análisis de la
información, sobre la definición de EA, se tuvo en cuenta diferentes
categorías, tales como las acciones emitidas, la intencionalidad de las
mismas, las consecuencias sobre el estado de salud del paciente, el
grado de gravedad y el impacto del daño producido.
De acuerdo con lo anterior, en conjunto con el análisis de los
resultados, se puede identificar que las definiciones de EA retoman los
daños o consecuencias hacia el estado de salud del paciente, y en
algunos casos, los sobrecostos que representa para la institución de
salud; información que guarda relación con dos revisiones
sistemáticas48,54 en las
cuales, la definición
de EA gira en torno a
términos como daño no intencional ocasionado al paciente, atribuible al
cuidado médico más que a la enfermedad, lo que indica cierta
universalización del término en la literatura concerniente con la salud.
Relacionado con lo anteriormente expuesto, la teoría revisada no
profundiza sobre las consecuencias de los EA en las segundas víctimas,
quienes se consideran como todo profesional proveedor de servicios
sanitarios, que participa en un EA, un error médico y/o una lesión
relacionada con el paciente, no esperada y que se convierte en víctima
en el sentido de que queda emocional y profesionalmente traumatizado por
el suceso. Derivado de lo anterior, se presentan consecuencias a nivel
emocional, tales como respuestas de ansiedad, despersonalización,
frustración, culpa, síntomas depresivos, insomnio o dificultades para
disfrutar sueño reparador, reexperimentar el suceso una y otra vez, ira
y cambios de humor en casa55.
Por otra parte, el impacto a nivel profesional, se evidencia en la
presencia de preocupación mórbida por su rendimiento y capacidad
profesional, lo cual llega a afectar su toma de decisiones clínicas,
obnubilación, confusión y dificultades para concentrarse en una tarea.
Uno de los estudios menciona la presencia de miedo a consecuencias
legales, asimismo, temor a la pérdida de reputación profesional a raíz
de la notificación de EA47.
De alguna manera, se reconoce que tras un EA se incrementa la posibilidad
de que ocurra otro, precisamente por la afectación emocional y el
impacto a nivel profesional56. En este
sentido, se considera
importante que, al momento de estudiar los EA, se incluya a las segundas
víctimas para lograr un entendimiento global del suceso y formular
acciones interventivas integrales.
Aún más, la ocurrencia de EA se presenta en mayor medida en pacientes de
género masculino, en concordancia con los resultados de una
investigación56 donde se
destaca que este
género experimentó un mayor
número de EA, así también lo afirma una revisión de la literatura frente
a EA58. Por el contrario,
otra investigación
reporta como resultado
una mayor prevalencia de EA en mujeres58.
Adicionalmente, los hallazgos muestran que la edad es una variable que
predispone la aparición de EA, por cuanto, la infancia y la longevidad,
son los extremos en los cuales hay mayor ocurrencia de los mismos,
hallazgo que coincide con una investigación que menciona que los
primeros EA que se enfrentan pueden datar desde la infancia y niñez
temprana, además, estos suelen ser los más nocivos59.
En complemento de lo anterior, pese a que la etapa infantil ha sido
comparativamente desatendida en términos investigativos, ha llegado a
estimarse que más del 60% de los niños en este rango de edad han vivido
situaciones adversas, potencialmente perniciosas. Por su parte, algunos
estudios sugieren que los mayores de 60 años sufren más EA, lo anterior
a razón de sus comorbilidades, lo cual incrementa su
vulnerabilidad60-62.
Ahora bien, en cuanto a algunas variables clínicas, el análisis de la
información identificó que el estado de conciencia, la presencia de
enfermedades crónicas y complejidad del estado de salud del paciente,
son factores importantes que se relacionan con la aparición de EA,
aspectos que guardan relación con investigaciones y otras revisiones
sistemáticas, donde se destaca que la mayoría de EA se presentan en
personas con enfermedades crónicas agudizadas, con estados de conciencia
disminuido, y cuyo estado de salud es complejo, por cuanto puede cambiar
en cualquier momento57,62.
Además, otras investigaciones refieren que los EA han sido vinculados a
un peor estado de salud, producto de condiciones médicas crónicas, asma,
obesidad, disfunción miccional, mala salud dental, mayor presencia de
caries, menor calidad de vida relacionada con la salud y más
preocupaciones de salud y atención médica57,59.
Por otra parte, haciendo alusión a los resultados de la presente
investigación, frente a la mayor vulnerabilidad de la ocurrencia de EA
en pacientes cuyas edades se encuentren en los extremos de la vida
(infantes y adultos mayores), la teoría menciona que esta población
requiere cuidado de un familiar o acompañante, quien también debe velar
por la evitabilidad de EA, y no ser una tarea exclusiva del personal de
salud57,59.
En coherencia con lo anterior, se menciona que debe existir apoyo
asistencial adicional para grupos vulnerables como: ancianos, enfermos
graves o en estado terminal y niños, el cual puede ser brindado por un
cuidador adicional o su propia familia63.
Asimismo, en lo referente al autocuidado por parte del paciente frente a
su salud e integridad, o por parte de su familia y/o cuidador, se
identifica que el paciente y su familia o cuidador tienen un papel
preponderante, como parte de los actores que pueden apoyar a la
evitabilidad de EA, así lo concluye una investigación donde menciona que
el paciente y su familia, pueden asumir el autocuidado de su seguridad,
en lo que a EA e infecciones se refiere64.
De este modo, para lograr que se interesen y se involucren en el
autocuidado, es necesario informarles sobre cuál es su responsabilidad
en ello, asimismo, los aspectos que los prestadores de servicios deben
cuidar. En esta investigación, se establece que entre los principales EA
se encuentra la caída de los pacientes, cuestión relacionada no sólo con
el cuidado de enfermería, sino también, con el acompañamiento por parte
del familiar o cuidador27.
Así las cosas, en Colombia algunas instituciones de salud trabajan en la
implementación y fortalecimiento de la política de seguridad del
paciente, ante esto, una entidad de salud menciona que la
coparticipación de los pacientes en su autocuidado, es una estrategia
para garantizar atención segura y disminuir la posibilidad de EA65.
De igual modo, es importante mencionar que se encontraron factores de
riesgo asociados a la aparición de los EA generados por la organización
y el personal de salud, es así que, se considera que los EA que tienen
como causa los recursos o la gestión organizacional, los cuales pueden
presentarse por adaptación de la gestión de la carga asistencial,
disponibilidad de camas o servicios, idoneidad de recursos humanos y
materiales, correcta organización de equipos, disponibilidad y
adecuación de protocolos, políticas, procedimientos y directrices, así
como también, los generados por el personal de salud, tales como
incidentes en relación con los procedimientos clínicos vinculados con
los cuidados hospitalarios y relativos al proceso de comunicación,
generan un daño imprevisto e inesperado66.
Además, entre los daños identificados están aquellos que dan lugar a una
hospitalización prolongada, una discapacidad en el momento del alta
médica, o ambas cosas, conjuntamente, con pérdidas en la enorme cantidad
de recursos económicos, asimismo, promoviendo el detrimento de
credibilidad del sistema de salud en su conjunto1,67.
Por otra parte, entre los factores de la organización se encuentran los
recursos físicos, como la infraestructura, comprendiéndose como una
condición del ambiente que predisponen una acción insegura. En este
sentido, al presentarse deficiencias en las condiciones estructurales en
la entidad, también se dificulta el cumplimiento de protocolos68.
En adición a lo expuesto con respecto al recurso físico, este es un
aspecto que deja visualizar la necesidad de modernización en salud, dado
que, este aspecto estructural es un elemento fundamental para la
prestación de servicios, permite lograr un acceso oportuno a las
instalaciones físicas, incentiva modelos de desarrollo sostenible,
permite contar con ventajas competitivas, y garantiza de alguna manera,
el suministro de una atención eficiente en salud69.
Ahora, en lo concerniente al personal sanitario, se encuentran procesos
relacionados con la complejidad del tipo de servicio prestado, asimismo,
la sobrecarga laboral, la cual imposibilita al trabajador el uso
adecuado de descansos y pausas, lo que genera estrés y fatiga, es así
que, las condiciones laborales particulares de cada servicio de
atención, junto con el nivel profesional y la duración de la jornada
laboral, aparecen como importantes fuentes de carga mental70.
Lo anterior, se vincula a la existencia de distintos niveles de fatiga,
situación que aumenta la probabilidad de desatar errores humanos, los
mismo que llevan al desarrollo de actos inseguros o la violación de
procedimientos71. Las
jornadas extensas y la
rotación de turnos,
generan repercusiones sobre la vida, la salud y el bienestar de los
pacientes, es así que se favorece la presencia de los EA72.
De igual modo, es posible identificar que algunos estudios mencionan que
la sobrecarga laboral es la variable que más influye en el error, dado
que las cargas de trabajo excesivas van provocando progresivamente en el
profesional, cansancio, bajo rendimiento, fatiga, y todo ello,
contribuye al aumento de riesgo de cometer errores73.
Por lo anterior, entre los factores protectores para la prevención de los
eventos adversos dentro de la organización, se encontró la posibilidad
de llevar un sistema de registro y notificación de EA, el cual, facilita
la identificación e intervención oportuna, logrando con ello un sistema
de vigilancia y notificación de incidentes de EA, que facilite la
detección temprana de los mismos73.
Al respecto, cabe aclarar que los sistemas de vigilancia y notificación
también contribuyen a la prevención de otros sucesos adversos, dado que
permiten conocer los factores que favorecen la aparición, y establecer
acciones preventivas74, por
ello, la
notificación de los EA, es un
instrumento esencial en la gestión de la atención27,74, además,
permite a los profesionales asistenciales, compartir responsabilidades
con los administradores, para con ello, estimular acciones correctivas,
y así, evitar la repetición de los errores y prevenir futuros75.
En otro sentido, para el personal sanitario se identificó que la
notificación de los EA, la comunicación efectiva, el profesionalismo y
la formación aportan en la reducción de los EA48. Así, se ha observado
una relación directa, entre una comunicación clara y efectiva con la
atención médica de alta calidad, que, a su vez, garantiza mayor
seguridad para el paciente.
Como complemento, en lo que respecta al profesionalismo y formación
recibida por el personal de salud, se considera fundamental que las
instituciones prestadoras de servicio, busquen profesionales con una
formación idónea y se interesen en la continuidad de dicha formación, en
la cual prime la responsabilidad en el acto de cuidar71.
Asimismo, se encontró documentos que mencionan la importancia de la
comunicación entre los profesionales de la salud y el paciente, ya que,
en esta, se genera una interacción que alienta y valora al personal,
además, da mayor confianza al usuario76; lo
anterior, favorece la
transformación del escenario en las instituciones de salud, mejorar la
cultura de seguridad, y disminuye la posibilidad de errores relacionados
con la asistencia12,77.
Paradójicamente, se encuentra en esta investigación que respecto a la
función del talento humano confluyen dos miradas, tener el potencial de
ser factores de riesgo o factores protectores según la gestión que se
haga, es así que, es fundamental una buena GTH, dado que esta influye de
manera directa en una adecuada cultura de seguridad del paciente,
aportando en el modo de actuar del trabajador, que permite prevenir la
presencia de EA78.
En coherencia, se reconoce que la función del talento humano es punto
fundamental dentro de las instituciones hospitalarias, que al no cumplir
con su propósito, puede provocar no sólo el fracaso para la excelencia
de la calidad, sino también, para el cuidado del paciente79.
En sentido adicional, el proceso de contratación en el sector sanitario
deja ver cómo la ausencia de condiciones enmarcadas dentro un trabajo
decente80 -que implique una
adecuada forma de
contratación, salario
justo, horas de trabajo apropiadas y condiciones del trabajo
favorables-, propician una inadecuada prestación del servicio, y con
ello, el aumento de rotación de personal, siendo este un fenómeno
creciente, especialmente, en aquellas empresas que tienen como misión la
prestación de servicios de salud81.
Aún más, usualmente, el factor más común es la baja remuneración salarial
con respecto a la funciones y responsabilidades que se cumplen; lo
anterior, afecta de manera negativa a las organizaciones, debido al
aumento de los gastos y costos que se generan, aunado a que esta
problemática puede llevar a la presencia de accidentes de trabajo,
enfermedades laborales, además de dificultades económicas, sociales,
familiares, entre otras81.
Como se ha mencionado, se considera imprescindible el talento humano en
las organizaciones, por ello, la gestión adecuada es fundamental para el
desempeño de las mismas y del sistema de salud en conjunto, es decir, es
gracias al talento humano que se alcanzan los objetivos y metas de los
sistemas de salud82.
Por lo anterior, atraer perfiles idóneos para desempeñar los cargos es
fundamental, y es aquí cuando se dialoga de la relevancia del proceso de
selección, medular dentro de la gestión humana, ya que permite a las
organizaciones integrarse con personas con competencias y perfiles
necesarios para lograr los objetivos estratégicos y planes
operativos83.
Es decir, lo anterior, permite contar con un perfil de cargo, identificar
requerimientos académicos y de experiencia, con unas competencias
requeridas para el desempeño adecuado y relacionarse con el proceso de
inducción, el cual, aporta en el conocimiento claro de funciones y roles
a asumir82.
Por otra parte, el proceso de capacitación, el cual favorece el
desarrollo y perfeccionamiento de competencias y habilidades, y que,
acompañado de los procesos de formación y desarrollo permite la
actualización, aprendizaje permanente y aporta al personal sanitario en
la asimilación de políticas, protocolos y procedimientos.
Lo anterior, fundamenta el hecho de que se ha generado gran interés en el
talento humano, en el conocimiento, habilidades y competencias que
posee, llegando con ello a implementar los procesos de capacitación y
desarrollo como herramienta para el funcionamiento adecuado de una
organización en salud; además, siendo un recurso favorable para la
prevención y reducción de accidentes laborales, propiciador de bienestar
y del aumento de productividad en la organización84.
Finalmente, el seguimiento como una forma de acompañar la gestión del
desempeño, permite la valoración de la actuación de los colaboradores en
el marco de los procedimientos, además, la revisión facilita la
generación de estrategias de verificación constante para la prevención
de los EA5, teniendo
presente que, la
aparición de estos en la
atención en salud, se caracterizan por la complejidad, que se traduce en
la cantidad de factores que intervienen en la aparición, como se ha
mencionado anteriormente, por las complejidades del procedimiento, el
diseño del proceso de atención en salud, condiciones humanas
individuales de quienes tienen contacto con el paciente, y la tecnología
a utilizar.
Por lo anterior, es necesario referir que no debe ser suficiente para las
instituciones de salud pensar en una atención de buena calidad, sin
evidenciar efectivamente que es así, y para ello, es prioritario hacer
un seguimiento de estos procesos de manera planificada, periódica y
sistemática.
En consecuencia, la ausencia de una gestión del talento humano o su
inadecuado desarrollo, aporta en la generación de EH que conllevan a los
actos inseguros, a la falta de adhesión a protocolos, evidenciándose con
ello, la presencia de EA, lo cual, no favorece el cumplimento de los
estándares del cuidado asistencial; por lo anterior, es necesario
trabajar desde la cultura organizacional, las competencias personales y
laborales que coadyuven al reporte de EA, el mejoramiento en el
diligenciamiento de la historia clínica, la correcta administración de
medicamentos, y en especial, reconocer al ser humano que trabaja.
Limitaciones
La ausencia de información proveniente de fuentes escritas en
idioma inglés, puede ser un limitante al momento de obtener un
panorama más amplio frente a los factores relacionados con la
ocurrencia de EA.
Por otra parte, las bases de datos de cobro por suscripción
impiden el acceso libre a la información, lo que limita los
resultados de búsqueda, y con ello, se excluyen documentos que
pueden ser importantes para la investigación.
Asimismo, se encontraron estudios llevados a cabo en América
Latina, pero fueron publicados en bases de datos específicas de
países europeos, por tanto, no se consideraron para la revisión.