Metformina: La guía de la ADA 202158 recomienda el
tratamiento con metformina para la prevención de DM2 en aquellos
pacientes con prediabetes que presentan IMC ≥35Kg/m2,
edad <60 años, y mujeres con DM gestacional previa. El DPP
seleccionó a la metformina como una de las intervenciones
aceptables y seguras para el manejo de prediabetes62.
No obstante, en una publicación reciente del Diabetes
Care, Davidson indica tres razones para no usar la
metformina en prediabetes y una de ellas es porque
aproximadamente dos tercios de personas con prediabetes no
desarrollan DM, incluso después de muchos años; segundo, un
tercio retornan a normoglicemia; y tercero, no hay un riesgo
incrementado de complicaciones microvasculares por lo que la
metformina no afectará este resultado importante y recomienda
por tanto, que aquellos pacientes de alto riesgo deberían ser
vigilados estrechamente e introducir la metformina una vez se
haga el diagnóstico de DM77. Ante este punto, Herman et
al.,78
consideran inadecuado que se emplee esta estrategia en los
pacientes de alto riesgo, puesto que es un medicamento seguro,
costo-efectivo que ha demostrado que retrasa o previene el
desarrollo de DM en pacientes seleccionados, en la era de la
medicina personalizada. En quienes se decide iniciar esta
medicación, se recomienda monitorizar los niveles de vitamina
B12 considerando el riesgo de posible deficiencia con su uso58.
Sheng et al.,79 realizaron un meta-análisis y
revisión sistémica en donde encontraron que las modificaciones
del estilo de vida y el uso de metformina disminuyeron la
incidencia de DM con un promedio de reducción del RR en
20%, mientras que las estatinas incrementan el RR un
20%. Se ha documentado que la metformina reduce la incidencia de
DM en prediabetes entre 18% y 31%8.
Inhibidores de la DPP4: El estudio PRELLIM63, monocéntrico,
paralelo, doble ciego, aleatorizado que incluyó pacientes con
prediabetes; comparó un grupo con linagliptina + metformina +
cambios en el estilo de vida (CEV) comparado con metformina +
CEV. La primera combinación mejoró significativamente el
metabolismo de la glucosa, la función beta-pancreática y redujo
la incidencia de DM.
La sitagliptina 100 mg una vez al día en contexto de síndrome
coronario agudo y prediabetes, demostró mejoría de la función
beta y del metabolismo de glucosa, pero no de la función
endotelial20. Se
encuentra en curso el estudio MAAS evaluando a la sitagliptina +
metformina en pacientes con prediabetes y un ACV reciente80.
Liraglutide: Roux et al.,65 realizaron un
estudio aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo en
adultos con prediabetes e IMC de al menos 30 Kg/m2, o
al menos 27 Kg/m2 con comorbilidades. Se documentó
que durante el seguimiento por 3 años, la dosis de liraglutide
de 3 mg cada día, provee beneficios en la salud en términos de
reducción del riesgo de DM en pacientes con obesidad y
prediabetes. Por su parte, no hay estudios de semaglutide en
este contexto específico, pero constituye probablemente un
efecto de clase entre los análogos del GLP-1.
Otros medicamentos: Clases de medicación más
antiguas han demostrado eficacia en prevenir el desarrollo de
DM. Entre estas, las tiazolidinedionas como rosiglitazona y
pioglitazona; la acarbosa e incluso meglitinidas66.
Los inhibidores de SGLT2 no tienen estudios específicos, sin
embargo, en un análisis del DAPA HF se demostró el efecto
benéfico que la dapagliflozina puede tener en este contexto, no
sólo para prevenir progresión a DM64, sino también para reducir las
cifras tensionales e incrementar el patrón dipper
circadiano81. Se
encuentra en curso un estudio evaluando empagliflozina +
linagliptina + metformina + estilo de vida en pacientes con
prediabetes y obesidad.
Estatinas: Los beneficios de este grupo de
medicamentos sobre la protección de eventos cardiovasculares son
notables y ampliamente documentados en la literatura médica. Son
seguras y generalmente bien toleradas. No obstante, la terapia
con estatinas ha sido asociada con DM incidente y por cada 40
mg/dL de reducción de LDL, la conversión a DM se aumenta en un
10%. Este riesgo incrementa con la edad y está adherido a
aquellos con riesgo de desarrollar DM56. La prediabetes per
se, incrementa el riesgo de nuevo inicio de DM en
pacientes recibiendo estatinas y este riesgo está ligado a la
dosis y el tiempo82.
El riesgo anual de desarrollo de DM incidente en pacientes
tratados con estatina es de aproximadamente 0,1%, comparado con
la reducción de riesgo absoluto de eventos coronarios mayores de
0,42% anualmente; por lo cual, este beneficio favorece
fuertemente el uso de las mismas a pesar del riesgo de DM
incidente83.
Vitamina D: La evidencia es cada vez mayor en
cuanto a los niveles de vitamina D y su relación con el
desarrollo de ECV y de DM2. Zagami et al84., realizaron un
estudio en donde evaluaron la rigidez arterial por medio del
análisis de la onda de pulso, y documentaron que los pacientes
con prediabetes tenían niveles más reducidos de vitamina D
comparado con los controles, y que los niveles de 25(OH)D
estaban inversamente relacionados con la rigidez arterial
independientemente de los factores de riesgo clásicos y de los
marcadores inflamatorios.
Por este motivo, se ha intentado dilucidar sus efectos para
prevenir la progresión a DM2, con resultados controversiales.
Recientemente, se realizó un ensayo clínico aleatorizado, doble
ciego, controlado con placebo, en donde se evaluó la eficacia de
vitamina D3 (colecalciferol; 4000 UI/día) en adultos
que cumplían dos de tres criterios glicémicos para prediabetes
acorde a los valores estipulados por la ADA, independientemente
de los valores de 25(OH)D. La población fue de 2.423
participantes, y se documentó que tras una media de seguimiento
de 2,5 años, la suplementación no resultó en un descenso
significativo de DM comparado con placebo67.
No obstante, múltiples meta-análisis y revisiones sistemáticas de
ensayos clínicos aleatorizados controlados han intentado abordar
este factor, encontrando que la suplementación con vitamina D
reduce el riesgo de DM2 en un 11% y que ese riesgo puede ser más
adelante disminuido al pasar del estado prediabético a
normoglicemia en un 48%68. Cabe destacar, que el
beneficio se observó en pacientes no obesos y la intervención
sobre el estilo de vida muestra mayor impacto, pero la
adherencia de los pacientes al ejercicio y la reducción de peso
constituye un reto, por lo que este tipo de estrategias pudiese
ser considerada68.
Es importante mencionar, que el efecto protector descrito de la
vitamina D sobre las fibras nerviosas periféricas al reducir el
proceso de desmielinización e inducir regeneración axonal, puede
mejorar la función autonómica cardiovascular y reducir así, la
mortalidad cardiovascular entre los pacientes con
prediabetes85.