Novela líquida: novela y etnoliteratura
Abstract
Es inválido proponer que el espacio etnoliterario es un sitio propicio para la norma- lización. En las expresiones etnoliterarias se corrompe toda insinuación modélica o impositiva. La fuerza inventiva, la imaginación, los latidos del tiempo y del no-tiempo, la inestabilidad y la crítica que se desprende de Huasipungo, de Los ríos profundos, de Los siete locos, de ¡Qué viva la música!, de ninguna forma se introducen en la disciplina de los comisarios. El espacio etnoliterario es el espacio de los elementos de la sub-versión: el aliento volcánico que fulgura en la superficie ondulante de los bosques, las aves, los gatos, los perros, los animalitos que siguen a la guerra en el final de los aullidos; los niños,
las calles, las trampas; las voces de una roca y de la montaña, trozos de lo que resiste, del aire, de la ceniza, de las luciérnagas y la madera.