Al Fondo del Abismo

Resumo

En el viaje de la realidad encuentro caminos desiertos como los agujeros del alma, son roñosos y no tiene fin, pero a lo largo de mi existencia, veo que se extiende un camino áspero como la piel de un lagarto, y es la vida misma. 

Espero a mi compañero de viaje, sintiendo varios soles de presencia sobre mi espalda, y lo veo llegar solitario, sin equipaje, con una maleta vacía bajo el brazo, me dice:

- Hey! amigo, la vida es corta, empecemos el viaje.

Yo respondo: Hermano, el viaje ya va a la mitad.

Será mejor ponernos en marcha.

Y pienso: el desierto es nuestro limite, o ¿acaso nuestro comienzo? Y ni siquiera pensamos en el destino. Solamente se trata del transitar con los pies que se desvanecen en la arena, como en el inicio de la incertidumbre de Morfeo, o casi como si se tratara de un adiós.  

No sabemos si soñaremos o existiremos. Solamente caminamos entre desiertos de sombras y arenas. Desapareciendo entre los fantasmas de lo que fuimos y alguna vez deseamos ser. Siendo uno mismo, y dejando de ser todos a la vez.  

Después de horas de camino, sentimos el calor de la marea de fuego que nos envuelve. Y el polvo de las arenas que antes eran movedizas nos encierran en una incertidumbre que jamás será superada, pues nos estuvo esperando desde antes de haber nacido.