Tierra, guerra y bandidos en la realidad colombiana

Autores/as

  • Ricardo Oviedo Arévalo Universidad de Nariño

Palabras clave:

Bandidos, subversión, partidos, narcotráfico, minería, resiliencia

Resumen

Colombia ingresó al siglo XX con la guerra más cruenta llamada “Guerra de los Mil Días” y terminó este siglo con un conflicto que aún no concluye. En cada período de violencia ingresan nuevos actores armados que defienden sus intereses políticos y/o económicos, en algunas ocasiones difíciles de diferenciar por sus intenciones bélicas; cada conflicto es generador de uno nuevo, hasta cubrir todo el territorio nacional y en algunas ocasiones afectando la convivencia internacional con sus vecinos, haciéndose necesario reconstruir procesos confiables en el tiempo, donde los diversos actores bélicos y políticos se comprometan a no mezclar, en el futuro, política y armas y donde se construya una sociedad sin exclusiones y profundamente tolerante.

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Biografía del autor/a

Ricardo Oviedo Arévalo, Universidad de Nariño

Elegía realizada por el poeta del movimiento “nadaísta” Gonzalo Arango (1931-1976), a José William Aranguren, alias “Desquite”, bandolero que operaba en el norte del actual Departamento del Tolima a comienzos de los años sesenta del siglo pasado. Obra negra. Bogotá, Plaza & Janés, 1993, pp. 42-44. Fecha de recepción: 28 de octubre de 2012. Fecha de aprobación final: 15 de febrero de 2013.

Nacido en una familia pobre de Guateque, Cundinamarca, es considerado propietario de más de un millón de hectáreas de tierras y es concesionario de las minas de esmeraldas de Colombia (http://www.lasillavacia.com/perfilquien/31103/victor-carranza).

Para este tipo de desarrollo político, Hobsbawn, en su texto Rebeldes primitivos; define a los miembros de esos movimientos sociales como: “gentes pre políticas, que todavía no han dado, o acaban de dar con un lenguaje específico en el que expresar sus aspiraciones tocantes al mundo”. HOBSBAWN, Eric. Rebeldes primitivos. Barcelona: Editorial Ariel, 1983, p. 11.

Para ver con mayor profundidad los resultados de esta investigación, leer el texto La Violencia en Colombia. de: Eduardo Umaña Luna, Orlando Fals Borda, Germán Guzmán Campos. Bogotá: Tercer Mundo Editores, 1963.

Para ver más de cerca el origen de las autodefensas campesinas en la región del Sumapaz y su relación con la hacienda cafetera, leer el texto de Rocío Londoño Botero: Juan de la Cruz Varela. Sociedad y política en la región del Sumapaz (1902-1984). Editorial Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 2011.

La incidencia de las guerras entre los estados ha disminuido drásticamente desde 1945, al tiempo ha habido un aumento impresionante en el número de guerras en el interior de los estados. Desde 1945 la mayoría de las víctimas, es decir las personas que han muerto en forma violenta, han perecido en manos de sus propios gobiernos, o bien por milicias compuestas por sus propios vecinos; es decir, sus muertes no son imputables a ningún ejército extranjero. Si se desea comprender este tipo de problemática es necesario incurrir en otras áreas: política comparativa, economía, agotamiento de los recursos, demografía y toda una serie de cuestiones que por regla general no se incluyen en la concepción tradicional de la guerra como tema de estudio... El racionamiento implícito de la guerra como una cruzada estilo Clausewitz exige una consideración. Muchas de las guerras no son ejemplos de la consecución de la política por otros medios, y quienes toman parte en ellas no siempre tienen por objeto ganar la guerra, sino desarrollar una cultura de la guerra que les permita obtener un beneficio personal a partir de las múltiples prácticas criminales y extorsionistas deque se valen para dar curso a su propia violencia. No es fácil encontrar la línea divisoria entre la guerra y la criminalidad en muchos de los conflictos actuales. Rousseau afirmaba que en la guerra se mata sólo para ganar, pero en las guerras contemporáneas la afirmación de Rousseau se formula a la inversa. Hitler, siguiendo el ejemplo de las guerras coloniales europeas y estadounidenses del siglo XIX, pretendía ganar para matar. El objetivo de la guerra solía ser ganar en el sentido más convencional, pero ahora consiste en erradicar y limpiar étnicamente las poblaciones civiles y beneficiarse de las actividades criminales”. El mundo y la guerra. Adam Jones. Entrevista con Kal Holsti. p. 97. Revista notas y diálogos. http://www.istor.cide.edu/archivos/num_8/notas1.pdf

En 1950, el 66.1% de la población vivía en el campo, el sistema vial era prácticamente inexistente, la industria manufacturera elaboraba productos de consumo, como textiles, cervezas y cigarrillos, sólo existían 15 centros urbanos con población de más de 20.000 habitantes. Diez años después, el 60% de la población vivía en las ciudades, se habían construido 2.500 kilómetros de vías pavimentadas, había ingresado el monocultivo de arroz, algodón, sorgo, etc., y habían surgido los centros industriales en ciudades como: Bogotá, Medellín y Cali. Saavedra, Ruth (2001). Planificación del desarrollo. Bogotá: Universidad Jorge Tadeo Lozano, pp. 156-157.

PERIÓDICO EL TIEMPO: sección justicia, página 7 de marzo de 2011): El director de la entidad (Instituto Colombiano de desarrollo Rural, Incoder) Juan Manuel Ospina, anunciará en las próximas horas la decisión de revocar la adjudicación de baldíos de la Nación a varios dirigentes políticos y sus allegados. Uno de los casos es el del ex senador risaraldense Habib Mereg, quien logró que 38 mil hectá- reas en Vichada fueran entregadas a varias personas del movimiento al que pertenece, Colombia Viva, a la Unidad de Trabajo Legislativo del Senado (UTL), y a la empresa Cable Unión S.A., a la que estuvo vinculado por años. Cuando estalló el escándalo, en el 2007, Mereg afirmó que era posible que “amigos” suyos hubieran sido favorecidos con tierras para megaproyectos agrícolas, pero aseguró que no había irregularidades en ese trámite. Aunque hace dos años el Ministerio de Agricultura y el Incoder habían anunciado que echarían para atrás esas entregas de tierras, lo cierto es que sólo hasta ahora se inició en firme el proceso. LA DENUNCIA. La adjudicación de las tierras benefició a unas 31 personas, pero se sabe que ellos mintieron sobre aspectos fundamentales: “Ninguno pudo acreditar haber vivido cinco años en la zona y, tampoco, tener explotadas las dos terceras partes del predio que reclaman”, explicó uno de los investigadores. Por eso, el Incoder y el Ministerio de Agricultura hallaron méritos jurí- dicos suficientes para revocar las Resoluciones de adjudicación y para ordenar que se investigara disciplinariamente a Carlos Velásquez Pérez, jefe de la oficina de enlace territorial, quien aprobó las titulaciones. En su momento, El Tiempo encontró que en la lista de 31 adjudicatarios había personas directamente relacionadas con Habib Mereg. El director del Incoder, Juan Manuel Ospina, aseguró que las tierras que fueron obtenidas irregularmente en Vichada ya fueron recuperadas por el Estado. “Ya estamos en la segunda etapa de ese proceso, estamos estudiando los procesos productivos que pueden realizarse en esos baldíos para ubicar allí a los campesinos y desarrollar allí procesos productivos”, aseguró Ospina. Para el director del Incoder la gestión de recuperar las tierras es positiva para el país, puesto que “los enredos que vive hoy Colombia se deben a los enredos de la tierra”. “Me parece que se ha reconocido que este tema del manejo de la propiedad de la tierra rural se ha podido abordar en su complejidad de manera interinstitucional y eso es un avance fundamental”, agregó. Por eso el Instituto revocó las 31 Resoluciones de adjudicación otorgadas en jurisdicción del municipio La Primavera, en Vichada. Lo anterior se basó en que los titulares de los predios no eran sujetos de Reforma agraria y los inmuebles no venían siendo ni ocupados ni explotados.

Leer el informe del PNUD 2011, sobre Desarrollo Humano. Colombia rural, razones para la esperanza. Bogotá.

Leer Informe de Desarrollo Humano Colombia 2011 del PNUD.

Citas

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Publicado

2013-09-16

Cómo citar

Oviedo Arévalo, R. (2013). Tierra, guerra y bandidos en la realidad colombiana. Tendencias, 14(1), 67–89. Recuperado a partir de https://revistas.udenar.edu.co/index.php/rtend/article/view/977