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La obligación de garantizar la equidad de género no es un asunto exclusivamente jurídico. Por el contrario, se trata de una necesidad social que le compete a todas las disciplinas. Las Ciencias de la Salud y el Derecho deben comprender y comprometerse con dicho mandato así uno de los principios (pro homine) de la nueva Ley Estatutaria de la Salud sea patriarcal, en tanto mantiene el lenguaje que otorga predominio a lo masculino sobre lo femenino. La novedad e importancia de este artículo radica en la reflexión sobre el carácter orientador que la mencionada Ley está llamada a cumplir en los próximos años y en los compromisos internacionales del Estado colombiano con la equidad de género. Sólo la comprensión general de que por principio “pro homine” debe entenderse como principio “pro persona”, evitará mantener factores discriminatorios en un sistema de salud en el que aún persisten exclusiones y que con las subreglas jurisprudenciales permitirá una aplicación a favor del derecho a la salud de todas las personas.
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